Los destacados culturales de primavera
29.10.2025
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El último tercio de esta temporada trae de regreso obras de figuras consolidadas y otras emergentes, pero siempre bajo un sinónimo: la calidad artística. Aquí, recomendamos algunos libros y álbumes indispensables de reciente y próxima aparición.
El polaco Ryszard Kapuscinsky fue uno de los grandes corresponsales periodísticos, viajando por el mundo, y describiendo con precisión la evolución social y política de cada lugar al que llegaba. Editado por primera vez en 1983, El Sha describe la revolución iraní a fines de los 70 y el nivel de violencia que sacudió a ese país. A través de conversaciones con personas de todas las clases sociales, el autor reconstruye como Jomeini logra imponerse y los cambios conductuales que provoca la llegada de los chiítas al poder. Desde castigar con 40 latigazos a los que beben alcohol hasta mantener un país soberano sin injerencia extranjera. Gran texto con una historia de fondo -la apropiación del petróleo iraní por parte de los estadounidenses e ingleses- y las miserias y genuflexiones de los Sha ante el poder económico de los super potencias.

«El Sha», de Ryszard Kapuscinski. Editorial Anagrama. 171 páginas.
Aparecido hace unos meses, casi al mismo tiempo que un libro con su historia oficial, Enrique Correa, una biografía sobre el poder, es una investigación periodística completa, que arranca desde la infancia y adolescencia del lobista y exministro concertacionista en su natal Ovalle. Allí se devela parte de lo que fue posteriormente su personaje: un hombre capaz de mover los hilos desde las sombras, sin nunca acaparar protagonismo y siempre seducido por el poder. Pero también con el destino pegándole duro: su primera novia muere en un accidente. El texto traza la afición por el catolicismo de Correa, sus años en la clandestinidad durante la dictadura -la época en que fue más feliz, ha dicho-, el desprecio de sus compañeros ideológicos por su origen social y su capacidad para encantar y representar a parte de la oligarquía chilena: Andrónico Luksic, Alvaro Saieh, Mario Kreutzberger y la iglesia católica. Aunque ahora su autoridad está en declive, la trayectoria de Correa es también un reflejo del país en los últimos 30 años.

«Enrique Correa, una biografía sobre el poder», de Andrea Insunza y Javier Ortega. Editorial Catalonia. 555 páginas.
Para los melómanos o entusiastas de la música, Trip Hop es el recorrido de uno de los géneros musicales más sobresalientes de las últimas cuatro décadas con nombres estelares como Massive Attack, Portishead, Tricky y DJ Shadow, entre otros.
Dividido en capítulos que, al final, cuentan con una guía de discos claves, remixes de escasa viralización y álbumes que, en su momento, no tuvieron mayor trascendencia, Trip Hop sigue a un montón de artistas que no sabían que estaban creando un nuevo estilo -es más, todos los artistas rechazan el encasillamiento-, pero que combinando soul, jazz, dub, hip hop y funk, logran establecer una música experimental, hipnótica, profundamente negra -aunque la interpretan muchos blancos- y esencial para reconocer una década, como los 90.

«Trip Hop», de R. J. Wheaton. Editorial Club de Fans. 221 páginas.
Gran teórico del anticolonialismo y uno de los referentes de las organizaciones de izquierda, desde Los Panteras Negras hasta los líderes de la emancipación palestina y admirado por artistas como Joe Strummer, líder de The Clash, y Massive Attack, Frantz Fanon fue un psiquiatra, escritor e ideólogo africano que impulsó la emancipación de ese continente a partir de la revolución.
Nacido en Martinica, tenía pasaporte francés y luchó por ese país en la Segunda Guerra Mundial. Pero Fanon, al terminar el conflicto bélico, comprendió que era un ciudadano de segunda clase en Europa y fue uno de los artífices de la independencia de Argelia. Su libro, Los Condenados de la Tierra, con prólogo de Jean Paul Sartre, fue tan rupturista y brillante sobre el análisis del colonialismo que en algunos países como Francia fue prohibido. En La Clínica Rebelde, las vidas revolucionarias de Frantz Fanon, se citan sus motivaciones doctrinarias y su activismo en sus apenas 36 años de vida. Murió de cáncer en 1961, seis meses antes que Argelia fuera independiente.

«La Clínica Rebelde», las vidas revolucionarias de Frantz Fanon de Adam Shatz. Editorial Debate. 507 páginas.
Aunque es una industria que mueve millones y que, como el cine convencional, está a un click de distancia y totalmente normalizado en gran parte del mundo, poco se conoce sobre los entresijos del porno, sus orígenes, estrellas, desarrollo y ejecutivos.
Legs McNeil, el periodista autor de Por Favor Mátame, la historia oral del punk, repite el mismo formato que en su anterior obra, aunque con la colaboración de Jennifer Osborne. Desde la década del 50, cuando esta incipiente industria daba sus primeros pasos, hasta los 90 -la edición original del libro en inglés data de 2009-, El Otro Hollywood es un texto apasionante del fenómeno marginal y discriminado que fue en sus comienzos hasta la estelaridad de nombres como John Holmes, quien en su primera audición fue ignorado hasta que lo vieron sin calzoncillos. Es una historia tan tierna como desquiciada, con personajes turbios a cargo del negocio hasta autoridades -la mayoría católicas- que los trataron de prohibir.

«El Otro Hollywood», de Legs McNeil y Jennifer Osborne. Editorial Es Pop. 586 páginas.
A diferencia de su ex compañera artística y pareja, Kim Gordon, quien en su autobiografía, La Chica de la Banda (2016), destrozó sin contemplaciones a Thurston Moore por una infidelidad que terminó con el matrimonio y el grupo, en Sonic Life, su libro de memorias, el guitarrista de Sonic Youth apenas menciona su término de relación y su nueva vida en común con Eva Prinz, su segunda esposa. Moore prefiere dejar esa historia en la intimidad y desestimar el cuchicheo mediático.
Por el contrario, el líder de una de las bandas más importantes del rock alternativo de los 90, muestra su fanatismo musical en su natal Connecticut que lo lleva a instalarse en Nueva York, a mediados de los 70, en una época tan tumultuosa como estimulante.
En esa vida juvenil, Moore conoce a las mejores bandas de la ciudad como The Ramones, Blondie y Talking Heads, genera una amistad con Patti Smith y percibe que para hacer música es más importante las ganas de expresarse que poseer una erudición instrumental. Espíritu nerd, el guitarrista colecciona fanzines, revistas, posters, asegura que hacer música es sinónimo de resistencia y deja una enseñanza para las próximas generaciones de artistas: hacer lo que te da la gana, sin más acompañamiento que la intuición creativa.

«Sonic Life», de Thurston Moore. Editorial Contra. 573 páginas.
Este grupo se llama R.E.M. sigue a los cuatro integrantes de una de las bandas más reconocidas entre los 80 y los 90 en Estados Unidos, primero, y posteriormente, a nivel mundial. Originarios de Athens, una ciudad universitaria, era un grupo atípico. No parecían tener demasiadas ambiciones artísticas. Su carrera despuntó rápido. En 1981, su single “Radio Free Europe”, se transformó en un pequeño fenómeno nacional, con entrevistas en lates shows de alcance nacional -donde Michael Stipe, su vocalista, se escondía por su timidez- y un disco debut, Murmur (1983), que fue elegido por varios medios de su país como el mejor del año.
Mientras el grupo tenía ofrecimientos para tocar en vivo junto a colosos -en un comienzo solo aceptaron ser teloneros de The Police-, su carrera fue agigantándose y obligándolos a vivir en una burbuja. Sus álbumes Out of Time (1991) y Automatic for the People (1992) tuvieron impacto mundial, con la prensa de su país muy interesada en conocer las preferencias sexuales de Stipe, mientras el grupo tenía un control absoluto de su música. Es un libro hecho por un fan, pero aun así destapa muchas historias desconocidas.

«Este grupo se llama R.E.M.», de Peter Ames Carlin. Editorial Contra. 489 páginas.
El último tercio del año activa varios de los mejores álbumes en la música chilena. Los emergentes Candelabro, el grupo rock local más importante de la primera mitad de esta década, acaba de publicar su segundo álbum, “Deseo, Carne y Voluntad”.
Liderados por Matías Avila, un joven profesor de pedagogía musical, el septeto cuenta con otros referentes en su nueva obra. Si en su debut, “Ahora o Nunca (2023)”, se hicieron conocidos por “Bonva”, un homenaje al fallecido comunicador Eduardo Bonvallet, en este recién estrenado trabajo su viraje es notorio y tiene un vínculo con Black Country New Road, en su capacidad para impulsar complejas tramas sonoras, uniendo percusiones con viento y sosteniendo momentos de rock intenso e introspectivo que no olvidan la ligazón con la historia musical chilena. Allí, por ejemplo, en “Domingo de Ramos” se incluye un sampleo de “Viva Chile” de Electrodomésticos y en “Pecado” hay un guiño a “La Poderosa Muerte” de Los Jaivas. Han tocado a teatro lleno y en noviembre tienen una prueba de fuego: estarán en Primavera Fauna. Candelabro es una banda en evolución, de sonido delicioso y evolutivo. Hay que seguirles la pista.
Matiah Chinaski es uno de los artistas más prolíficos de la música nacional con, al menos, un disco y varias colaboraciones al año. Después de editar a fines de 2024 dos excelentes trabajos junto a DJ Bene –“Retrato Mal Hablado” y “No te Creo, Pero Gracias”- y cantar en un reciente single de Como Asesinar a Felipes, apuesta en Asociales, junto al mismo DJ Bene, Terrible y Bufalo Dit por un hip hop dinámico, ultrachileno y adhesivo donde manifiesta sus mismas obsesiones: la muerte, la marihuana, la crítica social y sampleos del Chavo o de argentinos con verso. Hay calidad y merecen masividad.
El 24 de este mes se publica “Vichi”, el nuevo y más ambicioso álbum de Vicente Cifuentes. Producido por Javier Barría -quien también acaba de publicar en solitario otro de los buenos discos locales del año, “Un Cariño Antiguo”-, sus diez canciones suenan precisas y compactas, de vinculación latina. Su primer single, “Se Vienen Cosas Pronto”, es un tributo a la historia de la música chilena, mientras que “Lucero” recuerda al pop sutil de Jorge Drexler y “No eres Para mí” junto a Joselo Oses remite a una balada pop de pegada inmediata similar a las de Jorge Serrano en Los Auténticos Decadentes. Cifuentes, a diferencia de sus colegas chilenos, es un caso atípico: un optimista permanente, que desea lo mejor para todos, incluso en su música. El penúltimo viernes de octubre también se publica el nuevo trabajo de Mon Laferte, “Femme Fatale”. Continuando con su camino de revisitar nuevos estilos de fabricación latina, sus canciones tienen un nivel de producción puntilloso, elegante, plagado de detalles y en que el bolero es el rey musical que surte historias de desafección, amor, ruptura y, sobre todo, mucha nostalgia. Hay colaboradoras estelares: Nathy Peluso, Natalia Lafourcade y Silvana Estrada, entre otros. Hay autoexigencia y calidad vocal dramática de Laferte.
Más al norte, Silvana Estrada, ganadora con un Grammy Latino por “Marchita” (2022), sigue en tono introspectivo, con su voz tenue y dramática, pero con una mayor ligereza, sin perder la expresividad. “Vendrán Suaves Lluvias” es un trabajo totalmente femenino, de hermosos arreglos de cuerdas, piano y vientos y que imprime la sensación de disfrutarlo más en forma individual que colectiva. Otro paso adelante para la joven mexicana.
Un compatriota suyo que debuta en solitario es Meme del Real, uno de los integrantes de Café Tacuba. Siempre el menos festivo de sus compañeros y con la producción de Gustavo Santaolalla, “La Montaña Encendida” es un compendio de canciones con oficio, emparentado con la solemnidad de “El Objeto Antes Llamado Disco” (2012) -buenísimo trabajo de su banda original-, que desparrama influencias estilísticas latinas, incluida la bachata y el bolero. Del Real no cuenta con la voz vehemente de su compañero Rubén Albarrán, pero su sensibilidad emociona y cobija. Santa Fe Klan, un símil de Manu Chao en versión mexicana, edita el próximo 20 de noviembre, “Baile CH#I#”, que se compone de 40 canciones. Diverso en su eclecticismo musical, el músico partió como un hip hopero barrial, pero se ha difuminado en un pop latino profundo, muy similar al ex Mano Negra. “Wuare”, en clave bailanta, habla del amor, alcohol y drogas, y “Si nos Vamos”, es una cumbia de inspiración colombiana andina. Acá hay entusiasmo e iluminación permanente.
En más de tres décadas, el irlandés Neil Hannon ha hecho música que toma la posta del maestro Scott Walker versión sesentera: canciones que unen los arreglos orquestales, barrocos, con melodías tan nostálgicas como románticas. Hace unas semanas publicó “Rainy Sunday Afternoon”, un disco emotivo y sentimental, al nivel de clásicos de su autoría como “Regeneration” (2001) y “Absent Friends” (2004). Está entre los grandes del año.
Cinco años después de su último disco, Kevin Parker, el hombre tras Tame Impala, regresa con “Deadbeat”, un álbum inspirado en la escena electrónica noventera de su Australia natal y que se desliga de la sicodelia que lo convirtió en uno de los héroes del rock de los últimos quince años. Hay mayor madurez y un cierto desencanto en canciones que, aunque no poseen el mismo encanto y vigor de sus primeros registros, igualmente mantienen la esencia de un artista único, especialmente en temas como “End of the Summer”, “Oblivion” y “Ethereal Connection” que linkean con Chemical Brothers y LCD Soundsystem.
El dúo belga Soulwax, denominados los Kraftwerk del siglo XXI, despuntan nuevamente con “All System are Lying”, un disco que comienza en baja fidelidad en “Pills and People Gone”, pero que sube el tono de inmediato. Es rock electrónico pletórico de energía, bailable de comienzo a fin y que demuestra que son uno de los grandes grupos de los últimos 25 años.
Uno de los secretos mejor guardados de la actual escena europea es el italiano Andrea Laszlo di Simone. Música para sanar el alma, de carácter tan existencialista como conmovedora, su nuevo trabajo “Una Lunghissima Ombra” se guía por el instinto de un artista obsesivo en sus arreglos y en su tristeza congénita. Son melodías de una fragilidad muy humana y que impactan de inmediato. Un tremendo retorno de un gigante subvalorado.
Para cerrar el año, el 7 de noviembre Rosalía -que cuenta con uno de los shows en vivo más impresionantes de está década- reaparece con “Lux”, un álbum de 18 canciones con colaboraciones como Bjork, Estrella Morente, Yves Tumor y Silvia Pérez Cruz, entre otros. Es una colección de canciones más espiritual y mística, junto a la colaboración de la London Symphony Orchestra.