Investigación de Propublica revela estrechos nexos económicos entre la industria farmacéutica y médicos en EE.UU.
13.03.2013
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
13.03.2013
El lunes 11 de marzo, el sitio norteamericano de investigación periodística Propublica puso a disposición de sus lectores una extensa base de datos que elaboró luego de revisar cerca de dos millones de registros que distintas empresas de la industria farmacéutica han hecho públicos sobre los pagos que han realizado a distintos médicos en todo Estados Unidos. Las cifras son millonarias. Si se suman los montos, en los últimos cuatro años –sólo considerando los pagos informados por 15 compañías– los profesionales se han embolsado cerca de US$ 2.000 millones de dólares.
La base de datos no sólo incluye cuánto han desembolsado los laboratorios para auspiciar a los profesionales de la salud durante los últimos cuatro años, sino que además desagrega esa información por estado y por compañía y permite a los usuarios buscar si su médico o las instituciones donde trabaja han recibido pagos por parte de la industria. Así, por ejemplo, si una persona es atendida en Arizona por el doctor Abdul Nadir, sólo poniendo su nombre en la casilla de búsqueda podrá saber que el laboratorio Merck le ha pagado entre 2011 y 2012 unos US$ 7.770 (poco más de $3,6 millones). O en el caso del doctor James Gary Booker, de Louisiana, si alguno de sus pacientes pone su nombre en la búsqueda, se enterará que sólo en 2011 obtuvo US$ 104.217 (casi $50 millones) en pagos del laboratorio AstraZeneca.
El trabajo que realizó Propublica para revelar los estrechos nexos económicos que unen a la industria farmacéutica con los médicos norteamericanos, forma parte de una extensa investigación que partió en 2010 y que aún está en curso que, además de la base de datos, ya lleva tres capítulos publicados en su sitio web.
El primero de los reportajes fue publicado en diciembre de 2010 y se refiere a cómo las empresas farmacéuticas han penetrado en las Escuelas de Medicina mediante charlas promocionales de sus productos. Los laboratorios pagaban altas sumas de dinero a los mismos docentes de esas escuelas para dictar esas conferencias, en contra de las políticas de algunas universidades. “Las políticas de conflicto de intereses se han vuelto cada vez más importantes a medida que los centros médicos académicos se preocupan de que las conversaciones promocionales socavan la credibilidad no sólo de los médicos que las dictan, sino también de las instituciones que representan”.
El segundo reportaje de la serie fue publicado en mayo de 2011 y ahonda sobre los profundos nexos financieros de la industria con los médicos en Estados Unidos. Y ahora, dos años después, luego de ahondara en los pagos, al mismo tiempo que liberó la base de datos, Propublica difundió el tercer capítulo de la serie, donde grafica cómo algunos médicos norteamericanos se han hecho millonarios gracias a las transferencias provenientes de la industria. Un ejemplo de ello es el doctor Jon W. Draud, director médico de psiquiatría y adicciones en el hospital de Tennessee, quien en los últimos cuatro años ha ganado más de un millón de dólares (más de $470 millones) sólo por dar charlas promocionales y prestar asesorías a distintas compañías.