PAGO FUE EN 2021 Y EN 2023 OCURRIÓ EL CASO REVISADO POR LA COMISIÓN DE ÉTICA DE LA SUPREMA
Pareja de Vivanco recibió $7 millones por asesoría a abogado al que después la jueza le apuró 120 puestos una causa
23.11.2025
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PAGO FUE EN 2021 Y EN 2023 OCURRIÓ EL CASO REVISADO POR LA COMISIÓN DE ÉTICA DE LA SUPREMA
23.11.2025
Registros bancarios contenidos en la investigación por la arista bielorrusa, revelan tres transferencias por un total de $7 millones realizadas desde la cuenta de una sociedad del abogado Gonzalo Cisternas —hijo del exministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas— hacia Gonzalo Migueles, pareja de la exministra Ángela Vivanco. Los pagos realizados sin emitir boletas, entre abril y julio de 2021, fueron rotulados como “asesorías”, “varios” y “pago asesoría”. Cisternas explicó que pagó a Migueles estos montos porque “colaboró en la construcción del flujo de procesos y datos de una plataforma electrónica y firma electrónica para notarías, así como en el perfilamiento del rubro o benchmarking”. Según explicó Vivanco a CIPER, fue ella quien recomendó a su pareja para ese trabajo. El penalista patrocinó una de las causas cuestionadas por la Comisión de Ética de la Corte Suprema cuando Vivanco enfrentó un sumario interno que derivó en su remoción. Hace un año, CIPER dio a conocer que testimonios entregados ante esa comisión señalaban que en 2023 -dos años después de las asesorías de su pareja a Cisternas- Vivanco hizo avanzar 120 puestos un recurso interpuesto por Cisternas y que su fallo fue redactado el mismo día.
Los testimonios recopilados por la Comisión de Ética de la Corte Suprema describían un patrón de actuaciones atribuido a la exministra Ángela Vivanco: gestiones para incluir causas en tabla, presiones para acelerar fallos y solicitudes para conocer acuerdos reservados de salas en las que no participaba. En septiembre de 2024, CIPER dio a conocer que en las minutas de la comisión se detalla que Vivanco logró que un recurso presentado a fines de 2023 por Gonzalo Cisternas —hijo del exsupremo Lamberto Cisternas— avanzara 120 posiciones y que su fallo se redactara ese mismo día.
Lo que hasta ahora no se conocía es que, dos años antes, entre abril y julio de 2021, la pareja de Vivanco fue asesor del abogado Gonzalo Cisternas. Y que además fue la ministra quien lo sugirió para ese trabajo.
En los registros bancarios de Migueles que fueron revisados por CIPER aparecen tres transferencias por un total de $7 millones, que salieron de la cuenta bancaria de la sociedad “Cisternas y CIA. Abogados y Consultorías SpA” hacia una de las cuentas de la pareja de la exministra de la Corte Suprema. Dos de esas operaciones llevan como glosa la palabra “asesoría”.
CIPER consultó al abogado Cisternas para conocer la razón de estos traspasos. Al respecto, el penalista señaló que se trataba de asesorías en el marco del desarrollo de una plataforma electrónica para notarías y que los pagos a Migueles se debían a derechos de propiedad intelectual:
“Corresponden al pago de derechos de propiedad intelectual. El señor Migueles colaboró en la construcción del flujo de procesos y datos de una plataforma electrónica y firma electrónica para notarías que desarrollábamos, así como en el perfilamiento del rubro o benchmarking, lo que nos permitió concluir que una plataforma universal para las notarías tendría resistencia, pues tiende a igualar la demanda y enfocarla correctamente”.
El año en que Migueles prestó asesorías a Cisternas, Vivanco resolvió en al menos nueve causas en que el penalista era interviniente sin hacer presente alguna inhabilidad. En tres de esos casos, el cliente del abogado resultó favorecido. En todo caso, hubo seis ocasiones en que la entonces suprema resolvió no votar por los intereses de los representados de Cisternas.
El abogado negó tener cualquier relación con la pareja de la exsuprema y afirmó que solo lo conoce por “este motivo”, reconociendo que sabía del vínculo de Migueles con la entonces ministra de la Corte Suprema. Consultado por cómo llegó a Migueles para encargarle el trabajo, dijo que no recordaba quién se lo presentó: “Creo habérmelo topado con otras personas, no me recuerdo con qué otras personas, me lo presentaron, me contó a qué se dedicaba, me contó que trabajaba en un conservador y que también asesoraba notaría, me contó su perfil que era comercial y nos calzaba con lo que nosotros buscábamos para el estudio que estábamos haciendo”, aseguró.
Consultada también la exministra Vivanco sobre cómo llegó Migueles a asesorar a Cisternas, su recuerdo difiere del de el penalista, porque explicó que fue ella quien recomendó al abogado contratar a su pareja y que le pasó el teléfono para que conversaran: “Una vez él (Cisternas) me dijo oiga, usted conoce alguna persona que pueda trabajar en un proyecto conmigo por una cuestión como una especie de plataforma que nosotros queremos hacer, que es como para revisar temas de fallos o temas de notarías, de conservadores que se le puede vender a distintos clientes, digamos. Entonces yo, mira, le dije, como mi pareja trabaja con un conservador, a lo mejor él te puede ayudar, porque no conozco a alguien que esté expresamente en eso. Y le di el teléfono de Gonzalo y después Gonzalo me contó que se había reunido algunas veces con su tocayo, con Gonzalo Cisternas y con otra persona que trabajaba con él, que no me acuerdo el nombre”.
La exministra además explica que conoce a Cisternas porque ella es muy cercana a su padre, el exministro de la Suprema, Lamberto Cisternas, quien fue su profesor en la universidad.

Corte Suprema (Fuente: CIPER)
Gonzalo Migueles tiene diversos vínculos con conservadores de bienes raíces. Así quedó establecido en la investigación sobre la tramitación del caso del Consorcio Belaz Movitec (CBM) que hoy lo tiene en prisión preventiva, cuya principal imputada es la exsuprema Ángela Vivanco. Al conocerse los antecedentes para la formalización que la semana pasada concretó la fiscalía, quedó en evidencia que sus vínculos con dos conservadores eran estrechos y de confianza: con Yamil Najle, conservador de Chillán; y Sergio Yáber, titular de Puente Alto. Ambos figuran como imputados en la causa, pues, según el Ministerio Público, participaron en un esquema de lavado de activos para ingresar a sus cuentas $45 millones que le habrían entregado los abogados de CBM -Mario Vargas y Eduardo Lagos- después de que Vivanco fallara a favor de esa compañía (vea el reportaje de Ciper).
La asesoría que Migueles prestó a Cisternas no fue el único trabajo que Vivanco consiguió a su pareja. En la declaración que Yáber entregó ante el Ministerio Público el 23 de octubre pasado, reveló que apenas asumió su cargo como conservador de Puente Alto, la exministra Vivanco le pidió contratar a su pareja. Según el relato de Yáber, Migueles comenzó a prestar servicios en ese conservador en diciembre de 2018 (lea artículo relacionado: Sergio Yáber ante la fiscalía: apunta a cuatro conservadores y dos notarios que tendrían vínculos con Gonzalo Migueles).
CIPER también preguntó a Gonzalo Cisternas en qué días y horarios Migueles prestó esos servicios, considerando que en 2021, según la declaración de Yáber, la pareja de la exministra habría estado trabajando de lunes a viernes en el conservador de Puente Alto. Al respecto, el penalista señaló que se trataba de reuniones presenciales y telemáticas: “Esto fue entre abril y julio, más o menos. Y deben haber sido unas, no sé, creo que unas siete reuniones, ocho reuniones”, afirmó Cisternas.
A partir de las relaciones laborales de la pareja de Vivanco con conservadores, la Fiscalía Regional de Los Lagos consultó a la Subsecretaría de Educación Superior si Migueles poseía algún título profesional o técnico. CIPER revisó la respuesta de ese organismo, en la que se señala lo siguiente:
“Revisada la base de datos de alumnos titulados entre los años 2007 al 2024, no registra título técnico o profesional en alguna institución de educación superior durante dicho período”.
Consultado sobre por qué decidió que Migueles prestara asesorías sin tener estudios en la materia, el abogado Cisternas explicó a CIPER que él creía que tenía experiencia: “Nosotros creímos en la experiencia [de Gonzalo Migueles] porque si trabaja en una notaría o trabaja en un conservador, nosotros creímos que sí la tenía (…). Nosotros no le pedimos acreditativos de experiencia, nosotros supusimos que los tenía”.
Además, Cisternas señaló que no se emitieron boletas de honorarios por estos servicios porque correspondían a la “compra de derechos”, y explicó: “Nosotros, ¿qué pensamos? Dijimos: mira, una vez que tienes el proyecto, él puede decir ‘alguna parte de este proyecto es mía’, y nosotros no queremos que sea de nadie más que de nosotros”.

Gonzalo Migueles (Créditos: Víctor Huenante / Agencia Uno)
Uno de los casos que conoció la Comisión de Ética ocurrió a fines de 2023. Se trata de un recurso cuyo abogado patrocinante era Gonzalo Cisternas, hijo del exvocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas. Representaba a la empresa Global Beauty SpA e interpuso la acción porque denunciaba que un juez árbitro dictó un embargo que, a juicio de Cisternas, era contrario a derecho (lea ese artículo: Los testimonios ante la Comisión de Ética de la Corte Suprema que muestran cómo operaba Ángela Vivanco para apurar causas y fallos).
En las minutas, el funcionario que prestó testimonio indicó que la ministra pidió llevar la causa a la sala, aunque “no era materia de urgencia (como riesgo para la vida o salud de personas naturales) y existían más de cien causas más antiguas”. Y agrega que el mismo día en que se revisó el recurso, la magistrada pidió “sacar el fallo”, acogiéndolo, “antes de la finalización del funcionamiento de la sala”.
En el expediente elaborado por la Comisión de Ética, el actuar de Vivanco en este recurso se describió así:
“A finales de diciembre o primeros días de enero (de 2024), la señora Vivanco consulta en persona por la causa y solicita que sea llevada a cuenta con preferencia a causas más antiguas, más de 120”.
En el mismo documento se señala que el 3 de enero su secretario consultó vía WhatsApp si la causa sería llevada a la sala al día siguiente, lo que efectivamente ocurrió dos días después, el 5 de enero.