CIFRAS OFICIALES EVIDENCIAN DEFICIENTE PERSECUCIÓN PENAL A LAS BARRAS BRAVAS
Creciente impunidad: desde 2013 los casos de violencia en los estadios van en ascenso, pero disminuyen detenciones y sanciones
22.08.2025
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CIFRAS OFICIALES EVIDENCIAN DEFICIENTE PERSECUCIÓN PENAL A LAS BARRAS BRAVAS
22.08.2025
Quienes actúan violentamente en los estadios, lo hacen cada vez con mayor impunidad. Las estadísticas oficiales muestran que los organismos públicos han disminuido su eficacia para perseguir a infractores de la Ley de Violencia en los Estadios, pese a que han aumentado las denuncias por este tipo de faltas en los últimos 12 años. Las detenciones de la PDI cayeron de 1,5 a 0,14 por cada investigación, mientras las causas suspendidas por el Ministerio Público van al alza y los condenados por el Poder Judicial son 60% menos que hace una década.
Créditos imagen de portada: Manuel Lema Olguin / Agencia Uno
Los recientes hechos en el partido entre Independiente de Avellaneda (Argentina) y Universidad de Chile, sumado al antecedente de abril de este año, en la previa del duelo de Colo-Colo y Fortaleza (Brasil), han levantado –una vez más– alarmas en torno a la violencia que ejercen las barras bravas y sus graves consecuencias dentro y fuera de los estadios.
El fenómeno no es nuevo. Pero, cada cierto tiempo ocurren tragedias que nos recuerdan cómo los recintos deportivos pueden convertirse en escenarios de auténticas batallas campales. Las cifras oficiales muestran que en Chile, en la última década, las investigaciones desarrolladas por la PDI y la fiscalía cada vez son menos eficientes: mientras las denuncias de casos de violencia en los estadios van en franco aumento, las detenciones y sanciones disminuyen. Las señales son claras: quienes actúan violentamente dentro de los estadios, lo hacen cada vez con más impunidad.
Para este artículo, se analizaron los cuadros policiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y causas penales del Poder Judicial asociadas a la Ley de Derechos y Deberes en los Espectáculos de Fútbol Profesional, conocida también como Ley de Violencia en los Estadios (Ley 19.327), entre 2013 y junio de este año. Además, se solicitaron datos vía Ley de Transparencia al Ministerio Público y a la Subsecretaría de Seguridad Pública.
Los registros muestran un deterioro en el rendimiento de los organismos públicos en la persecución penal a violentistas de los espectáculos de fútbol, pese al aumento de incidentes graves.
Uno de los principales debates en torno a la violencia en los estadios se refiere a quién debería garantizar la seguridad en estos recintos: si debiera ser responsabilidad de Carabineros o de empresas privadas de guardias, tomando en cuenta que se trata de eventos organizados por particulares. En Chile, esto se zanjó en 2012, cuando se eliminó la presencia de carabineros dentro de los estadios y se dejó esa tarea en manos de guardias contratados por los clubes organizadores de los partidos.
Sin embargo, eso no limita la responsabilidad que le cabe el Estado en esta materia, afirma el psicólogo doctor en Criminología y director del Centro UC para la Seguridad Pública, Cristóbal Weinborn: “La seguridad interior del estadio es tema de un privado, pero la gente no se teletransporta. Llega por las calles, en el transporte público, tiene que cruzar perímetros de control, y eso es todo responsabilidad de la seguridad pública”.
Según Weinborn, identificar a los hinchas más peligrosos es clave para debilitar a las barras bravas. Una función que cumplen organismos del Estado, ya que la seguridad privada no tiene por misión iniciar indagaciones de este tipo.
“Está el trabajo del sistema público, en este caso del ministerio a cargo del tema de la seguridad con Carabineros y con la PDI, para hacer la investigación de quiénes son estos 200 personajes que dejan la embarrada en el estadio. Y esos son los que tienes que neutralizar, porque es imposible manejar a 60 mil personas”, afirma.
¿Cuáles han sido los resultados del trabajo de Carabineros en el último tiempo, considerando que ya no realizan labores dentro de los estadios? Cuadros estadísticos policiales revelan que el total de denuncias realizadas ante esta policía por infracciones a la Ley 19.327 han experimentado un franco aumento desde 2015, cuando se registraron 226 casos, hasta 2024, año en que se contabilizaron 781 situaciones. La cifra solo disminuyó en 2020 y 2021 por la pandemia, que impidió el desarrollo normal de los campeonatos. Las detenciones de los violentos, mientras tanto, han ido a la baja.
Fuente: INE-Carabineros | Códigos de delitos 13018, 13049, 13050 y 13051.
En paralelo, algunos de los entes encargados de seguir el rastro de estos sujetos y llevar a cabo las investigaciones, como la fiscalía y la Policía de Investigaciones (PDI), han empeorado sus resultados dentro del mismo período de tiempo.
La jurisdicción de la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente incluye los recintos donde juegan habitualmente los dos clubes más populares: Colo-Colo (Estadio Monumental) y Universidad de Chile (Estadio Nacional). Sin embargo, entre 2022 y junio de 2025, las indagaciones del tipo “suspendidas” aumentaron de 0 a 18, y las que se encuentran “vigentes” pasaron de ninguna a 12. Ambas categorías conforman el 45% de las causas abiertas en 2024.
Lo mismo ocurre con la PDI, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas: desde 2016, hay más aperturas de investigaciones que detenidos como resultado de estas. La eficacia de cada indagatoria bajó de 1,5 detenidos en 2013, a 0,14 en 2022.
No hay datos respecto a causas abiertas entre 2023 y 2024. Sin embargo, los detenidos totales por desórdenes asociados a eventos futbolísticos bajaron de 23, en 2015, a solo 2 en 2024.
Fuente: INE-PDI (No hay información de investigaciones para 2023 y 2024)
Al final del proceso también hay mermas. Según datos del Poder Judicial, las causas ingresadas a tribunales por delitos en los estadios, sus inmediaciones, recintos de entrenamiento, transporte público o lugares de concentración, bajaron de 75 a 27 en la última década. De igual modo, las condenas y las sanciones por responsabilidad penal adolescente (RPA) -aplicadas a menores de edad- descendieron de 64 a 25 en el mismo período.
Fuente: Archivo Sentencias, Penas y Beneficios – Poder Judicial
Proporcionalmente, las cifras mencionadas son mucho menores comparadas con las sanciones totales impuestas a infractores, las cuales incluyen aquellas emanadas desde juzgados de Policía Local por faltas menores.
La Subsecretaría de Seguridad Pública revela que entre 2015 y junio de 2025 se impartieron 2.757 sanciones judiciales asociadas a episodios de violencia en el fútbol. El dato es relevante considerando que este tipo de delincuentes tiene una reincidencia del 92%, y que esta generalmente no está ligada al fútbol, según un estudio de la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros (ACIPOL).
Los principales motivos de las sanciones judiciales impuestas son desórdenes (439), el uso de fuegos artificiales (291), el porte de arma blanca (256), el ingreso de lienzos (229) y bajo los efectos del alcohol (229). En 425 casos no se informó la causa (vea aquí la tabla).
El estudio citado de ACIPOL detalla que 27.768 personas fueron detenidas o denunciadas por violencia en torno a este tipo de eventos entre 2017 y 2021. Esta cifra, proveniente del Departamento Control de Orden Público, Eventos Masivos y Fútbol Profesional, es casi nueve veces superior al total de denuncias y detenciones de Carabineros que expone el INE en el mismo período (3.208).
Pese a que la policía abandonó el interior de los estadios en 2013, el general en retiro y exjefe de Zona Control de Orden Público e Intervención de Carabineros, Aldo Vidal, sostiene que “la mano” de la policía “está siempre” en cada partido, aludiendo a la responsabilidad que aún le cabe a la institución por los desmanes que ocurren en los estadios del fútbol chileno.
Vidal, actual vocero de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y de Transporte de Valores, añade que el rol de estas compañías es secundario, ya que “están bajo la tutela de la seguridad pública”. De hecho, menciona que los planes de seguridad de los encuentros son autorizados previamente por la Delegación Presidencial y Carabineros.
En todos los partidos existe una mesa operativa donde se reúnen autoridades y personal del recinto donde se disputará el duelo. Participan la dirigencia del club, su gerencia de operaciones y su jefatura de seguridad, que coordina acciones con representantes de la delegación presidencial, Carabineros y la Subsecretaría de Seguridad Pública.
El gerente de operaciones del Estadio Nacional, Óscar Salazar, dice que esto ralentizaría, de cierta manera, la entrada de la fuerza pública en caso de disturbios. “Si nosotros llegamos y paramos un partido: ¿Qué pasa afuera? ¿Qué pasa con toda la gente que compró entrada y que no está en el sector del conflicto? (…) Por eso, la determinación que tiene que tomar la autoridad administrativa -es decir, la Delegación Presidencial- no es como ‘ya, que entren’. No, tiene que haber un consenso. Tiene que juntarse con el resto a analizar, y ahí se fueron 10 minutos más”, asevera.
Según cifras del INE, los casos policiales en torno al fútbol -aquellos delitos conocidos por Carabineros a través de denuncias o flagrancia- han aumentado 37% entre 2016 y 2024. En contraste, las detenciones durante la comisión del delito o inmediatamente después no sobrepasan el 10% de los casos anualmente.
Fuente: INE
De todas maneras, para Vidal, el rol que cumplen los uniformados en las afueras de los recintos “tiene mucho sentido, porque la gente quiere a los carabineros patrullando su barrio, ¿cierto? Previniendo delitos en la calle, llegando oportunamente a un llamado. Y no los quiere dentro del estadio y en el entorno preocupados de un partido”.
Por su parte, Cristóbal Weinborn afirma que los carabineros son clave para identificar a los hinchas más peligrosos, a través de los departamentos de Drogas e Investigación de Organizaciones Criminales. “El trabajo que debe estar haciendo OS7 u OS9 es identificar a todos los otros personajes que estaban dando vueltas y empezar a hacer seguimiento sobre ellos, para evitar que cometan delitos”, apunta el académico.
Así, Weinborn también asegura que la rapidez y la agilidad del sistema es importante en la prevención. “La cárcel no disuade el delito, esa es la primera y más dura evidencia mundial. Y es brutal, porque es la primera solución que tenemos para todo en Chile”, asegura. “Ni que te vayas a la cárcel, ni cuántos años te vayas a ir preso, nada. Lo que sí influye es que te pillen cometiendo un delito y sea rápido el proceso”. Por esto, el experto concluye: “No quiero igualar a los niños con los delincuentes, pero, si va a meter los dedos al enchufe, en ese momento lo paras y es súper distinto a si lo retas mucho rato después”.
*Los autores de este reportaje son estudiantes de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Chile.