Señor director: Pido perdón por jubilarme y tener la intención de descansar después de 45 años de trabajo. Al momento de jubilar tuve la esperanza de tener una pensión digna, que alcance a cubrir lo mínimo. Pero hoy me veo con una pensión de extrema pobreza y con pena por la realidad. Me pongo a vender pasteles en la vía pública, cuyo resultado no es más óptimo, ya que la primera venta es de $40.000 más una multa de $100.000.- por mal estacionamiento y venta sin permiso. Pido patente en mi municipio, pero me ofrecen una caja de mercadería y talleres.
Yo solo pido una oportunidad de trabajo. Salgo decepcionado del municipio, lloro como nunca había llorado en mi vida. Por eso pido perdón: perdón por jubilarme.
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Soy una mujer que egrese del liceo el año 80 y hoy a los casi 61 años me niego a jubilarme con una pensión miserable de $200.000!! después de trabajar mas de 30 años. Espero una reforma previsional, pero no creo poder esperar mas...pues si bien aun trabajo tengo que pagar la universidad de mi hija y me parece miserable tener que ceder a las circunstancias. Como no pudieron modificar en 30 años las leyes sociales, la salud y la educación. No es el pais que merecemos...
