“En una pandemia la confianza es un capital valioso, porque salvarse solo es prácticamente imposible”, remarca la autora de esta columna de opinión. Pero “confianza” es probablemente lo que menos tenemos hoy: solo un 5% de los chilenos mayores de 18 años confía en el gobierno, según la encuesta CEP. ¿Qué hacer? La autora sugiere a las autoridades intentar recuperar la confianza, parándose con humildad ante los ciudadanos. También ser claros y didácticos.
La Organización Mundial de la Salud declaró este miércoles 11 de marzo de 2020 al Coronavirus como una Pandemia. En teoría, desde que las infecciones por el virus se empezaron a dar en zonas geográficas distintas a su lugar de origen, el uso de la palabra “pandemia” habría sido correcto porque ya se trataba de una enfermedad con el potencial de afectar a la totalidad (pan) de la población (demos). Pero el comenzar a llamar “pandemia” a una pandemia es un acto de habla poderoso, porque la sola noción nos conecta con la amenaza a la supervivencia propia y de la especie.
En una pandemia la confianza es un capital valioso, porque salvarse solo en una pandemia es prácticamente imposible. Las pandemias son problemas de salud pública y su abordaje es colectivo; para sortearlas dependemos del resto: de que el de al lado se lave las manos, de que el que viajó y podría haber estado expuesto al virus guarde la cuarentena, etc. También dependemos de las autoridades, quienes tienen la visión panorámica que permite tomar decisiones en función del bien común. Y de los medios de comunicación masivos, porque en una pandemia la información confiable y oportuna es crucial. Las redes sociales no suplen esa necesidad ya que carecen de los filtros que operan en los medios establecidos y por lo tanto, en ellas conviven mensajes valiosos y constructivos con mensajes que pueden resultar nefastos.
¿Qué legitimidad tiene un gobierno en el que confía menos de 1 de cada 10 ciudadanos para decretar medidas que restrinjan libertades?
En el Chile post-estallido social, la confianza es un bien escaso. La más reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) muestra que solo un 5% de los chilenos mayores de 18 años confía en el gobierno. Un 8% confía en la televisión y un 11% en los diarios. La misma encuesta muestra que en tiempos de crisis, como en el estallido social de octubre, los chilenos se vuelcan a las redes sociales para informarse: un 47% de los consultados dijo haberse informado por esta vía en medio de la crisis, y un porcentaje importante (28%) deposita su confianza en ellas para obtener información, casi tanto como aquellos que confían en la radio, el medio tradicional con más confianza entre los consultados (29%).
La crisis de confianza por la que atraviesa Chile podría ser un gran impedimento para enfrentar la pandemia de Coronavirus de forma exitosa. Los especialistas en salud pública coinciden en que la manera más eficiente de contener el avance del Coronavirus es reducir el contacto social. Es la medida que han adoptado en China, Italia y España, con cuarentenas masivas en grandes áreas geográficas. Pero reducir el contacto social conlleva severas restricciones a las libertades individuales y a derechos constitucionales como el libre tránsito y la libertad de reunión.
¿Qué legitimidad tiene un gobierno en el que confía menos de 1 de cada 10 ciudadanos para decretar medidas que restrinjan libertades? ¿Qué probabilidad hay de que personas que se ven expuestas permanentemente a mensajes en redes sociales que minimizan la amenaza del Coronavirus e insinúan –o de plano afirman– que el gobierno lo está usando como excusa para frenar la movilización social o impedir el plebiscito de abril, adhieran a las recomendaciones de la autoridad?
Las autoridades chilenas deben trabajar en tiempo récord, no solo en difundir información veraz y oportuna sobre los avances de la pandemia en Chile y las medidas que se deben adoptar, sino también en ganar la confianza de las y los ciudadanos y generar conciencia en ellos sobre la amenaza que significa el Coronavirus para el individuo y para el colectivo. Las autoridades sanitarias deben pararse con humildad ante los ciudadanos y hacer todos los esfuerzos por explicar cómo se transite el virus y por qué las medidas propuestas son las correctas para detener su avance y resguardar la salud pública.
La crisis de confianza por la que atraviesa Chile podría ser un gran impedimento para enfrentar la pandemia de Coronavirus de forma exitosa
Los medios, en tanto, tienen la responsabilidad de mantener la alerta sin generar pánico y respetando valores intransables como la privacidad y el bienestar de los individuos afectados por la enfermedad. Tanto los medios como las autoridades deben monitorear los mensajes que circulan en las redes sociales y desmentir o aclarar aquellos que estén desinformando a la población. Si bien no hay aún vacuna para prevenir la enfermedad causada por el Coronavirus, inocular contra la desinformación es también clave para detener la pandemia.
Finalmente, los y las ciudadanas tienen el deber de informarse, de seleccionar cuidadosamente sus fuentes de información y de juzgar la calidad de ésta antes de retransmitirla en sus redes.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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Yo creo que nada es casualidad y que todo esto no salió de la nada, como quien dice, acá hay gato encerrado y nadie dice nada.
Yiselda Araya | 30.03.2020
Mas seriedad y compromiso empezando por el ministro de salud y lo más importante quienes deciden poner personas a “cargos“ que no es capacitados psicosocialmente para poder enfrentar Situaciones complejas
Felipe G. | 18.03.2020
Sinceramente para querer ser un espacio académico, harto que desear. Leíble en cualquier medio. Y, particularmente la versión incompleta del análisis de la confianza. Todes aquí sabemos que es imposible la recuperación de confianza en tiempo flash; sobre todo con un ministro expulsado de un gremio con peso como el colegio médico. Por tanto, la pregunta de desarrollo parece interesante pero al fin y al cabo, no logra desarrollar el tema, ni siquiera hace referencias.
Carlos gaete | 16.03.2020
Es preocupante la falta de seriedad con que se trata un tema tan delicado como es la salud para generar sicosis colectiva mas aun cuando la informacion real sobre el origen del problema aun ni siquiera esta claro en china se habla de posible traspaso del virus de un animal al hombre pero no se ha identificado al animal todo vago y se masifica por el planeta la enfermedad de wu han y aca en chile nuestra maxima autoridad habla del origen en yahun todo vago pero el elemento sirve para atemorizar y en los casos mas extremos de la ignorancia para aterrorizar y como el despliegue es a nivel gubernamental los recursos estan para manejar esta campaña terrorifica el objetivo esta demas evidenciarlo en este comentario cada quien tendra su propia conclusion
Marcela Barahona | 15.03.2020
Mientras se mantenga al señor Mañalich como ministro de salud, ninguna medida será tomada en serio simplemente porque este caballero es un prepotente, inoperante, ignorante y desubicado haciendo papelones y declaraciones en la prensa con un nivel de ignorancia vergonzoso para un profesional de la salud.
Renato Garrido | 14.03.2020
Muy responsablemente digo: Para mejorar la recepción a la información emitida por Minsal a los Chilenos, en materias relativas a Covid 19. Piñera debe cambiar al ministro Mañalich por otro de perfil técnico y de verbo más aceptado.
Sergio Araya | 13.03.2020
Es evidente que intervenciones cómo la del Ministro de Salud (uno de los mejores sistemas de salud del mundo), en dónde saca carcajadas en el mismo congreso y todo el país, son antecedentes que podrían generar efectos similares ante una recomendación que salga de este tipo de autoridades, sobre cómo manejar este virus. Simplemente porque la gente se reirá.
Concuerdo que la humildad es un elemento clave en la autoridad y lamentablemente, en las autoridades de este gobierno, es un atributo inexistente.
Marcelo LC | 13.03.2020
Buena columna, pero creo que la confianza social nunca ha sido un rasgo que nos destaque como país.. Lo que vivimos en la última década por todos los hechos conocidos, solamente acentuó esa falencia. En definitiva, si no se superan las desconfianzas reinantes para enfrentar un tema que nos compete a todos/as como la salud tendremos más problemas aún, y sin duda más dramáticos.
