Trabajadores suicidas

El suicidio por estrés o abuso laboral ha dejado de ocupar un lugar anecdótico para transformarse en un fenómeno recurrente y sintomático de prácticas laborales esclavizantes. Uno de los casos más dramáticos afecta a la operadora France Télécom, que anota más de 60 suicidios desde 2008. El más reciente ocurrió a fines de abril, cuando un trabajador de 57 años se quemó a lo bonzo en las afueras de Burdeos. Recién en julio último la empresa se vio obligada a admitir los hechos ante la denuncia por “sobrecarga de trabajo” planteada por un trabajador que terminó quitándose la vida.

Igualmente dramática es la situación en Foxconn, la fábrica china que elabora productos para Apple, Dell y Nokia. Los casos reconocidos han sido 13, aunque se presume que la cifra extraoficial es muchísimo más abultada. Según reportó radio Nederland, que recoge la opinión de sindicatos de la empresa, el fenómeno obedece a “condiciones inhumanas de trabajo” que se asemejan a una disciplina de cuartel, donde existe vigilancia permanente y los empleados tienen prohibido conversar.

El mismo reporte consigna que la empresa reaccionó aumentando los sueldos en un 20% y disponiendo de sicólogos y salas especiales donde los operarios pueden descargar su agresión. Días atrás había trascendido que Foxconn incluyó una cláusula para sus nuevos trabajadores que les impedía suicidarse, pero el hecho fue desmentido por la empresa.

En medio del debate por este fenómeno, el diario español Público reporta en su edición electrónica de hoy que un trabajador se arrojó desde lo alto del rascacielos Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, ubicado en Dubai. El hombre había pedido a sus empleadores unos días de vacaciones que no le fueron concedidos.