La crisis del PSOE tras las elecciones en España

Ya no pueden esperar hasta marzo. El Partido Popular (PP) español, luego de convertirse en el vencedor en las elecciones autonómicas y municipales del domingo, presiona al derrotado gobierno socialista para adelantar las elecciones presidenciales. El PP superó por casi diez puntos porcentuales al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que obtuvo el 27,8% de los votos, lo que significa una pérdida de 1,5 millones de sufragios respecto a 2007: una derrota aplastante e histórica.

Así lo reflejó el titular de El País de España al siguiente día: “El tsunami del 22-M que ahoga al PSOE” donde se señala que José Luis Rodríguez Zapatero –actual presidente de del gobierno español – asumió como propio el fracaso y atribuyó este castigo electoral a los tres años de crisis económica. El país atraviesa por la peor crisis de los últimos 40 años, con casi 5 millones de españoles desempleados.

El líder del PP, Mariano Rajoy, volvió a pedir públicamente la renuncia de Zapatero –solicitud que hizo al congreso en julio del año pasado–. La Nación de Argentina recogió las palabras de Rajoy:

-Nuestra posición es la misma (que en julio); este gobierno no está en condiciones, lo que viene por delante no es fácil (…) Hay mucha incertidumbre y este gobierno no es el más indicado para generar confianza y disipar las dudas. El PP empieza ya a preparar las elecciones generales.

Los demás partidos españoles tampoco se quedaron atrás. José Erkoreka, portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso, señaló que no descartan pedir elecciones anticipadas. Postura similar adoptó Izquierda Unida, también mediante su portavoz en el Congreso, el diputado Gaspar Llamazares, quien está evaluando si «es conveniente agotar la legislatura». Pero la discusión trasciende el mundo político. El diario catalán La Vanguardia realizó una encuesta a sus lectores y más del 70% estuvo de acuerdo con adelantar los comicios.

Sin embargo, después de los resultados del domingo, Zapatero dejó en claro su posición al respecto: «Mi objetivo es terminar la legislatura para culminar las reformas imprescindibles que necesita España». Ahora dentro del PSOE se genera otro debate: dejar de lado las elecciones primarias y llegar a un consenso sobre el candidato para suceder a Zapatero. Esto debido al daño que se le puede hacer al partido, según han dicho parlamentarios socialistas al diario español ABC.