Islandia dice NO

“Sé que esto probablemente nos va afectar internacionalmente, pero vale la pena tomar una postura” dijo el sábado a la agencia Reuters un islandés de 28 años a la hora de explicar su voto No. Como él, la mayoría de los habitantes de este país llamados a pronunciarse en un referéndum, se negaron a asumir las consecuencias de los desmanes de la banca islandesa, cuyo colapso fue uno de los protagonistas de la última crisis financiera. La consulta en el plebiscito era más o menos la siguiente: ¿está ud. a favor o en contra de que las familias islandesas paguen cada una varios miles de euros, durante más de 30 años, por la debacle de su banca a fines de la década pasada? Más del 60% respondió No.

La historia arranca en 2008. Ese año, Reino Unido y Holanda indemnizaron a miles de europeos que perdieron sus depósitos en un banco islandés acusado de especulación y sobrendeudamiento y que había abierto sucursales virtuales en esos países. Desde entonces, ambos Estados están demandando del gobierno de Islandia una indemnización de 4.000 euros. El tema, además, se ha transformado en el factor clave que puede abrir o cerrar la puerta para la entrada de ese país a la comunidad europea, y desde Alemania y Finlandia han amenazado al gobierno con interrumpir la ayuda económica para salvarlos de la crisis después de la crisis, si es que no pagan su deuda con ingleses y holandeses.

Pese a las presiones internacionales, el gobierno islandés decidió dejar la decisión en manos de sus ciudadanos. «Si los islandeses van a tener que cargar con una deuda de sus bancos deben tener derecho a decidir. Islandia es una democracia, no un sistema financiero», declaró el presidente de Islandia a El País de España, a la hora de justificar su decisión de realizar una consulta pública sobre el tema. Conocidos los resultados, la primera ministra de Islandia mostró temor por el futuro: “venció la peor de las opciones”, dijo a los medios extranjeros, temiendo un caos interno.

La historia de cómo Islandia ha enfrentado los años post debacle financiera está fantásticamente contada en un reportaje que publicó El País a comienzos de abril. Ahora, para adentrarse en las profundidades del origen de la crisis, uno de los mejores análisis puede encontrarse en el documental “Inside Job”, donde ejecutivos, políticos y prestigiosos economistas son puestos contra la pared por sus responsabilidades en la desregulación del mercado financiero. Este documental comienza justamente con la historia de Islandia, y narra sabrosas escenas como, por ejemplo, las estrechas relaciones que había en ese país entre el gobierno y la entonces poderosa industria bancaria, cuyos próceres viajaban juntos por el mundo cuando estaba de moda hablar del milagro islandés.