El agua en venta
15.06.2011
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
15.06.2011
Mientras en Chile acaba de concretarse la venta del 29,98% de Aguas Andinas que estaba en poder del Estado, recaudando US $984 millones, el gobierno de Silvio Berlusconi aún llora el revés sufrido el fin de semana por la categórica derrota de un plebiscito que, además de consultar sobre el uso de la energía nuclear y una ley que impedía juzgar a mandatarios, inquirió acerca de la privatización del agua por parte del Estado italiano. En este último tema, el 96% de los consultados se manifestó en contra de la propuesta del gobierno.
De acuerdo con el diario español Público, “las dos preguntas sobre el agua, que se referían a la privatización de las infraestructuras, la liberalización del servicio y la posibilidad de que las empresas que lo gestionan pudieran aumentar la factura un 7% para sufragar los costes, fueron el origen de la consulta pese a que se haya hablado muy poco de ello. Los promotores del referéndum recopilaron 1,4 millones de firmas antes de presentar la petición en el Tribunal Supremo, lo que es una cifra récord en la historia italiana. Han sido las cuestiones más votadas por ciudadanos y políticos de todas las ideologías”.
A la vez, la agencia AFP consigna que el referéndum fue posible gracias a cientos de asociaciones y grupos organizados, que en 2006 conformaron el Fórum Italiano de los Movimientos por el Agua. La Iglesia Católica también cumplió un papel activo en contra de la privatización del agua.
La misma agencia recoge la opinión de Ugo Mattei, docente de Derecho Civil en la Universidad de Turín y uno de los organizadores de los referendos, para quien la consulta popular “representa un golpe para las potentes multinacionales del agua europeas e italianas que quieren hacer del agua un negocio”. Mattei es autor de los libros Agua y bienes comunes y Saqueo, en el que analiza las “privatizaciones salvajes” de los llamados bienes comunes en Latinoamérica.
En Chile, el proceso de privatización de las sanitarias se inició bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Así y todo, cuando el Presidente Piñera anunció que vendería los porcentajes restantes, los partidos que apoyaron a Frei criticaron la medida y anunciaron acciones ante Contraloría. Como sea, el último proceso de venta del porcentaje de Aguas Andinas que permanecía en manos del Estado fue realizado sin mayor publicidad ni debate. Una vez concretada la venta, radio Bío Bío informó la posición de la Federación Nacional de Trabajadores de Obras Sanitarias (Fentos), que a través de su presidente opinó que “esto podría provocar un incremento en los precios de los consumidores”. La misma emisora informa que en los últimos años el precio del agua se ha incrementado para los consumidores en un 150%.
Tras concretarse la venta de la propiedad estatal de Aguas Andinas, resta que ocurra lo mismo con la propiedad pública de Esval (29,43%), Essal (45,46%), y Essbío (43,44%). Un proceso que en opinión de Germán Díaz, bloguero del portal de Cooperativa , conlleva un pésimo negocio para el Estado. “Si el Estado no vendiera su parte en 10 años, podría recibir lo que pretende recaudar con la privatización. Solo este año, en el primer trimestre, Aguas Andinas ha tenido 78 millones de dólares de ganancias”, dice Díaz.
El mismo bloguero da cuenta de que la propiedad de las principales empresas sanitarias en Chile se encuentran en manos extranjeras. “Aguas Andinas pertenece a Suez -por medio de Aguas Barcelona- en un 50,1%. El mismo consorcio franco-belga, Suez, por medio de Inversiones Iberaguas, controla el 51% de Essal. La canadiense Ontario Teachers, posee el 69,77% de Esval y, el 50,87% de Essbío”.