Inclusión escolar: la trampa invisible de derechos sin deberes
29.10.2025
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29.10.2025
Señor Director:
En Chile, cuando se habla de inclusión escolar se ha convertido en una consigna irrefutable. Nadie se atrevería a cuestionarla. Pero en la práctica, quienes trabajamos dentro de las escuelas vemos cómo el discurso de los derechos, sin el contrapeso de los deberes, está dejando heridas profundas en nuestras comunidades educativas.
Solo como ejemplo la ley TEA menciona once veces la responsabilidad de la escuela y apenas dos veces hace alusión a la familia. La Ley de inclusión repite el patrón: 14 veces la institución y solo cinco veces los padres, el mensaje es claro: el colegio es el único responsable del bienestar, la convivencia y el aprendizaje. Las familias, en cambio, quedan exentas del deber de educar limites, normas o responsabilidades.
Así, los docentes deben contener agresiones, mediar conflictos y sostener climas de aula deteriorados, mientras se enfrentan a padres que no reconocen que sus hijos generan violencia o miedo en sus pares. Y cuando el colegio intenta intervenir, se le acusa de falta de empatía o discriminación.
¿Hasta cuándo seguiremos visibilizando el rol parental en la inclusión? Sin una reforma que establezca claramente la corresponsabilidad de las familias en el proceso educativo, las escuelas continuarán atrapadas en la paradoja de proteger derechos mientras ven vulnerarse otros.
La verdadera inclusión no puede construirse solo desde el aula; requiere también valentía para exigir compromiso y presencia desde el hogar.