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Comentarios (6)

Maria Luisa Briceño | 23.03.2024
El único legado que se le puede reconocer, especialmente en su primer mandato, es que dejó un país bullante económicamente, del cual profitó luego Bachelet. En todo caso, solo concuerdo con el autor en que Piñera se cambió de bando y buscó apoyo en la derecha sólo por conveniencia, ya que siempre fue un DC encubierto. El resto de la columna, demasiado parcial y sesgada por la mirada del autor, donde aflora su visión de izquierda.
Eduardo Salinas Venegas | 01.03.2024
La verdad están en los matices y la política es un poco reacia a ellos. Coincido parcialmente con Rodolfo ramirez y con victor fieero. Si bien la expresión "legado" es excesiva e indicativa de cierto culto a la personalidad, es también inevitable y fruto del mismo sistema presidencialista. En los gobiernos de Piñera se puede reconocer la publicación de leyes importantes (creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos y la implementación de mecanismos alternativos de cumplimiento de penas penales). Eso que podría ser desdeñado, pensando en que es mérito del Congreso Nacional (y no del Presidente de la República) no es justo, si se tiene en cuenta el protagonismo casi exclusivo que tiene la figura del Presidente en el sistema de formación de las leyes, a través de iniciativa exclusiva y el mecanismo de urgencias (o priorización de tramitación). Corríjanme si me equivoco, pero creo que incluso la publicación de la ley sobre extensión del posnatal fue en el primer Gobierno de Piñera. Más allá de las sombras personales y empresariales de Sebastián Piñera, esos son aportes permanentes, cuya entrada en vigencia fue bajo su Gobierno (nos guste o no). Hay que reconocer también que el programa de su primer Gobierno se fue a las pailas 15 días antes que entrara a gobernar: el terremoto y tsunami de 27 F. La reconstrucción (mejor o peor llevada a efecto) fue una tarea titánica. Otro tanto puede decirse con la pandemia del COVID. Honestamente, no sé qué hubiera pasado si un gobierno de izquierda hubiera tenido que hacerse cargo de esos temas. Lo mismo pregunto de frente al estallido social: quizás no hubiese habido estallido o, si igual lo hubiese habido, la derecha habría llamado -de modo aún más histérico- a la intervención de militares. El hecho que fueran Gobierno los obligó a mesurarse e impidió que se pudieran oponer de entrada a la realización del plebiscito para cambiar la Constitución (qué pasó con los 2 procesos constituyentes es ya otro capítulo y no le es imputable a Piñera). Finalmente, digamos que la misma expresión "legado" es expresión de un "activo" que se transfiere. La columna es sobre los "activos" que Piñera trasnfiere a su sector, no sobre los "pasivos". Estos (que igual son varios) son harina de otro costal.
Diego Portales Cifuentes | 22.02.2024
Curiosa insistencia en la relación de los líderes de la derecha con la figura histórica de Diego Portales. Que tiene que ver el carácter adusto de Jorge Alessandri con la vida disipada de nuestro forjador institucional? El nacionalismo de Jarpa es del siglo XX, se parece a Portales solo en sus rasgos autoritarios, pero no en sus contenidos. Quizás Piñera se parece en algo: ambos fueron emprendedores primerizos, solo que Portales ingresó a la política por el fracaso de sus negocios, en cambio Piñera (como bien señala el autor del artículo) lo hizo en brazos de sus millones.
Rodolfo ramirez | 10.02.2024
Este personaje público que fue Piñera, en su rol de Presidente (2 veces) de Chile sólo cumplió con los mandatos de la clase política (no olvidar que quienes aprueban leyes es el parlamento-senador@s y diputad@s).. Asignarle un legado, me parece exagerado..
victor fieero | 09.02.2024
Piñera en un aspecto clave en la metamorfosis de la idiosincrasia chilena fue un antes y un después. Antes, ser corrupto reconocido impedía cualquier cargo público; lo que no implicaba que quien ostentaba un cargo público no fuera un corrupto de tomo y lomo, solo no debía serlo de público conocimiento. La cuestión es que después de Piñera ser corrupto se relativizó. Lo de ser pillo, ladino, típico chileno... llegó a ser admirado (justificado)... y así vamos. Es efectiva su cierta amplitud de criterio frente a la evolución social en derechos de minorías. También predicó algún interés ambiental y otras actitudes por el estilo mencionadas en la columna; las que, si no fueron por calculo político, son dignas de consideración y respeto, principalmente por ser de pleno sentido común. Aún así, después de Piñera la disposición a la deshonestidad ha tenido un evidente aumento entre los chilenos, y no solo en cuanto a servidores públicos se refiere.
Michael Toro | 08.02.2024
Ningún legado positivo
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