Actualización curricular y medio ambiente
09.11.2025
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09.11.2025
Señor Director:
La última actualización curricular del año 2019, que integró la asignatura de Ciencias para la Ciudadanía, constituyó un primer paso en el reconocimiento de los desafíos socioambientales contemporáneos. No obstante, resulta insuficiente si no se avanza hacia una incorporación verdaderamente transversal de la educación ambiental, capaz de permear todas las áreas del conocimiento y niveles educativos.
La nueva propuesta de actualización curricular elaborada por el Ministerio de Educación constituye una oportunidad histórica para responder con responsabilidad a este escenario. No se trata únicamente de modernizar contenidos, sino de reconocer que la educación ambiental debe instalarse como un nuevo eje formativo capaz de orientar la formación de ciudadanos críticos, conscientes y comprometidos con su entorno.
Entre 2023 y 2024, el Ministerio de Educación desarrolló un proceso participativo en dos etapas que recogió la visión de la ciudadanía, profesionales de la educación y diversos actores de las comunidades educativas, sentando las bases para este documento. En este marco, avanzar hacia la incorporación de la educación ambiental no solo responde a los desafíos ecosociales del país, sino también a una demanda construida desde los propios territorios
La crisis climática y los desafíos históricos en materia de justicia ecosocial ya no son una amenaza futura, sino una realidad presente que impacta de manera desigual a nuestras comunidades. Sequías prolongadas, pérdida de biodiversidad, contaminación y eventos climáticos extremos afectan directamente la vida cotidiana de millones de personas, profundizando brechas sociales y territoriales. La escuela no puede permanecer ajena a este escenario: formar estudiantes con conciencia ambiental, pensamiento crítico y responsabilidad territorial es condición esencial para la construcción de una sociedad más justa, sostenible y solidaria.
Si bien existen múltiples urgencias en educación, postergar esta actualización sería un error estratégico. La educación ambiental no es un complemento, sino una necesidad ética y pedagógica impostergable. Avanzar en su aprobación como eje transversal fortalecerá el sistema educativo y proyectará una visión de país comprometida con la vida, el territorio y las generaciones futuras.