POLVO CONTAMINANTE Y ACOPIO DE BASURA SIN AUTORIZACIÓN SANITARIA FUERON DETECTADOS EN LA ZONA
Melipilla: minera y vertedero fueron sancionados por generar problemas ambientales en el sector de Popeta
31.07.2025
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POLVO CONTAMINANTE Y ACOPIO DE BASURA SIN AUTORIZACIÓN SANITARIA FUERON DETECTADOS EN LA ZONA
31.07.2025
A menos de un kilómetro de sus casas, los residentes de la localidad de Popeta conviven desde hace casi diez años con un proyecto minero de puzolana y un vertedero. Habitantes del sector han denunciado que respiran los malos olores provocados por los residuos sin tapar que hay en el vertedero y el polvo que genera la extracción de áridos. Tanto la Municipalidad de Melipilla como la minera extractora, han sido sancionados por no evitar esos problemas ambientales.
A poco más de 20 kilómetros al sur del centro de Melipilla se encuentra la localidad de Popeta. En ella hay comunidades como la de Altos de Popeta o Los Quillayes, los que se caracterizan principalmente por ser rurales. En sus casi tres kilómetros de extensión, hay restaurantes, un parque de diversiones y parcelas residenciales. Pero, también hay problemas ambientales graves. Los habitantes de Popeta, según denuncian, conviven con malos olores y contaminación desde hace unos años porque frente a sus casas hay un vertedero y una mina de extracción de puzolana.
A mediados de 2021, el vertedero municipal de Melipilla debió haber sido cerrado tras la aprobación de un proyecto para reconvertirlo en relleno sanitario. No obstante, tras las prórrogas solicitadas por el municipio, se extendió su uso hasta este 2025. Pero, en junio pasado, el plazo llegó a su límite: la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud decretó la prohibición parcial de su funcionamiento. Residuos depositados para los cuales no había autorización sanitaria y la falta de cumplimiento de los requisitos de seguridad para el relleno sanitario, generaron que se iniciara un sumario contra la municipalidad (vea el documento).
La lenta clausura del vertedero también tuvo efectos en la comuna. En agosto de 2024, la Municipalidad de Melipilla decretó estado de emergencia en el vertedero. Entre las razones, estaba el aumento de la emisión de malos olores por residuos sanitarios domiciliarios que llevaban más de un mes sin ser tapados.
A menos de un kilómetro al este del vertedero, también opera el yacimiento de puzolana de Popeta, a cargo de la empresa Unacem Chile S.A. La puzolana es un compuesto utilizado para la creación de cemento y contiene un alto índice de sílice, por lo que una constante exposición al polvo de este material puede causar problemas respiratorios, entre los que se encuentra la silicosis, una enfermedad que el Ministerio de Salud ha definido como “una fibrosis pulmonar incurable”.
Vecinos del sector de Los Quillayes que está ubicado frente a la minera, han denunciado que la empresa opera sin las correctas medidas de mitigación para evitar la propagación de polvo, como la humidificación de las zonas de extracción. El material suspendido, señalan, llega hasta sus casas. Por eso, temen desarrollar enfermedades respiratorias, como la silicosis.
En marzo de 2025, la Seremi de Salud supervisó la instalación minera, detectando falta de control en la emisión de sílice, ausencia de programas de limpieza para la eliminación del polvo y que no se proporciona a trabajadores elementos de protección personal para evitar la inhalación de sílice.
Créditos: CIPER
En 1994 comenzó a operar el vertedero municipal de Melipilla. Con una extensión de 4,4 hectáreas, por más de 30 años ha sido el foco en el cual se acumulan los residuos provenientes principalmente de San Pedro, Alhué y Melipilla, siendo esta última comuna la cual deposita más del 90% de los desechos en ese lugar.
De acuerdo con el último catastro de residuos sólidos domiciliarios realizado en 2024 por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), el de Popeta es el único vertedero que aún existe en la Región Metropolitana. Este recibe 65 mil toneladas de residuos, correspondientes al 2,1% de la región (vea el informe).
Diez años después del inicio de su funcionamiento, comenzaron los intentos por cerrar el vertedero. En julio de 2004, la administración comunal ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) un proyecto para trabajar en la creación de un relleno sanitario, el cual no tuvo éxito porque no presentaron un estudio de impacto ambiental.
Juan José Garcés, académico de Ingeniería Civil en Territorio y Medio Ambiente de la Universidad de Santiago, comentó a CIPER que, para la creación de un relleno sanitario, se miden variables como la población que lo usará y su locación, lo cual se somete a un análisis de impacto ambiental. En el caso de la propuesta presentada por el municipio en 2004, al no haber realizado dicho estudio, no pudo ser declarado admisible (vea el documento con ese rechazo).
Además, Garcés detalló que el manejo de residuos en vertederos puede ser peligroso para el ambiente y la población que los rodea, fundamentalmente por la ausencia de un procesamiento de los desechos. A diferencia de los vertederos, explicó el académico, “los rellenos sanitarios son una obra de ingeniería que se diseña bajo ciertos protocolos para tratar todos los temas de seguridad técnica (…) controlando los olores, drenaje de lixiviado (un líquido que se desprende de los residuos orgánicos) y biogás”, explicó.
En 2004 y 2006, la Municipalidad de Melipilla ingresó otros proyectos que buscaban la reconversión del vertedero de Popeta en relleno sanitario. En ambos casos, tras casi un año de gestiones, la municipalidad desistió de seguir con la tramitación en el SEA.
En su Cuenta Pública de 2009, la municipalidad manifestó su preocupación por el vertedero. Ese año autoridades de la comuna tuvieron reuniones con el Ministerio de Cooperación Sueco “para trabajar en las soluciones definitivas para el vertedero de Popeta”. La solución, para la cual también elaboraron programas el Ministerio de Salud, la Secretaría General de la República y la Subsecretaría de Desarrollo Regional, fue cerrarlo definitivamente y convertirlo en un relleno sanitario. Pero el plan no avanzó.
El 18 de noviembre de 2019, por cuarta vez, la municipalidad ingresó un proyecto para la construcción de un relleno sanitario. Pero, al igual que los proyectos anteriores, tras poco más de un año de tramitación, la iniciativa fue retirada del SEA. En enero de 2021 se ingresó una nueva propuesta, de la cual en marzo de ese mismo año la municipalidad se desiste.
Construcción relleno sanitario Melipilla
Finalmente, el 23 de enero de 2021, tras cinco proyectos propuestos en 17 años, se presentó al SEA un último plan de cierre del vertedero para su reconversión en relleno sanitario. El 24 de octubre de 2022 el servicio aprobó la propuesta municipal para su ejecución en el plazo de un año (vea el expediente del proyecto).
Pero, pese a que han transcurrido ya casi tres años, el relleno no ha sido terminado. “El proyecto actualmente está en etapa previa al término de su construcción, esto es, en etapa de impermeabilización y posterior certificación. Se prevé el término para el año 2025”, dijeron desde la Municipalidad de Melipilla a CIPER. Respecto a la lentitud del cierre, la actual administración municipal lo atribuyó a que durante el período de la exalcaldesa Lorena Olavarría (exCS) se adjudicaron contratos para el cierre, pero nunca se ejecutaron.
Lorena Olavarría señaló a CIPER que, durante su administración, tuvieron un mes para preparar el proyecto de reconversión a relleno sanitario, ya que las autoridades anteriores habrían ingresado el proyecto al SEA sin trabajarlo adecuadamente, por lo que fue aprobado recién un año después.
El 27 de agosto de 2024, la municipalidad declaró estado de emergencia para el vertedero municipal hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. Esto tras un informe emitido una semana antes por la Secretaría de Planificación del Municipio (Secpla), en la cual se detectó seis incumplimientos del “Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y de Seguridad Básicas en los Rellenos Sanitarios”.
El informe identificó como incumplimientos (vea ese informe):
La municipalidad comunicó a CIPER que no se ha renovado el estado de emergencia desde el 1 de enero de 2025, y que las condiciones sanitarias que originaron esa alerta fueron solucionadas entre noviembre y diciembre de 2024.
Sin embargo, el vertedero ha causado más problemas a la administración. El 18 de junio de 2025, la Seremi de Salud inició un sumario en el que se prohibió su funcionamiento. Obras sin ejecutar en la construcción del relleno sanitario y que “se estaba recibiendo residuos sólidos domiciliarios, disponiéndolos en lugares que no contaban con autorización sanitaria para ello”, fue lo que detectó la Seremi.
La municipalidad indicó a la Seremi que en septiembre de 2025, el relleno sanitario estaría operativo y que por 30 días hábiles, para poder seguir recibiendo residuos de Melipilla se había destinado un “sitio de deposición de emergencia” a un costado del vertedero. Pero, un nuevo factor complica el inicio del funcionamiento del relleno en septiembre: el 18 de julio de 2025, un privado ingresó una demanda contra la Municipalidad de Melipilla ante el 1° Juzgado de Letras de la comuna. En esta, se acusa que parte del proyecto de relleno sanitario está siendo construido sobre un terreno que les pertenece. Producto de la demanda, el 22 de julio, el tribunal ordenó la paralización temporal de la obra mientras dure la causa.
Vertedero de Popeta (Fuente: Ministerio de Medio Ambiente).
El 8 de junio de 2023, la empresa Unacem Chile S.A. comenzó a explotar el yacimiento de puzolana de Popeta, un proyecto minero ubicado frente al vertedero municipal de Melipilla. Este fue comprado a la Minera Río Teno S.A. –filial de Cementos Bío Bío–, la cual era propietaria del terreno desde noviembre de 2010.
El 13 de febrero de 2025, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) visitó el proyecto y detectó que la empresa operaba irregularmente, ya que su permiso se encontraba vencido y no había sido renovado.
“Revisado los antecedentes en el sistema BMPS [plataforma utilizada por la institución para gestionar permisos] específicamente lo que corresponde a la revisión de proyecto, a la fecha la empresa no ha presentado ningún proyecto que permita regularizar la explotación de este”, señaló Sernageomin en su formulación de cargos. Esto derivó en la apertura de un proceso sancionatorio en marzo de 2025 (vea ese documento).
Un mes antes de la fiscalización del Sernageomin, el 24 de enero de 2025, la Municipalidad de Melipilla también inspeccionó la instalación y, al igual que el servicio minero, detectó que la empresa Unacem Chile no contaba con “los permisos correspondientes ni tampoco con patente industrial municipal” (vea ese documento).
En mayo de este año, CIPER consultó a la municipalidad qué permiso requeriría la empresa para operar, a lo que señalaron que “la faena de extracción realizada por la empresa es una actividad de tipo primaria –cuyo límite de recolección es de 5 mil toneladas mensuales–, y no está afecta a otorgamiento de patente o permiso municipal, tal como lo indica el Decreto 484, artículo 2 letra A”.
Sin embargo, vecinos del sector denuncian que la minera explota más del límite que señala ese decreto, por lo que el 9 de junio de 2025 presentaron un recurso de protección contra la empresa ante la Corte de Apelaciones de San Miguel.
Yacimiento de puzolana de Popeta (Fuente: Servicio Nacional de Geología y Minería)
Al respecto, Unacem Chile dijo a CIPER que, a diferencia de lo dicho por la municipalidad y el Sernageomin, ellos jamás han trabajado sin permiso: “Unacem cuenta con todas las resoluciones, permisos y documentación ambiental en regla para operar (…). Actualmente tenemos ese permiso vigente y ya estamos en proceso de renovar la patente”, afirman.
El 27 de marzo de 2025, la Seremi de Salud inició un sumario sanitario contra Ingeniería y Servicios Javcor SpA, empresa contratada por Unacem para extraer puzolana en el yacimiento de Popeta. El organismo determinó que en la extracción no se estaba controlando la emisión de sílice ni existían medidas preventivas para su proliferación, tanto para los residentes como los trabajadores.
Frente al proyecto de Unacem y a menos de un kilómetro al oeste del vertedero, otro proyecto de extracción de puzolana, a cargo de Minera Melón S.A., se encuentra actualmente en tramitación ante el SEA.
El 13 de diciembre de 2021, Melón ingresó la propuesta al SEA, la cual se mantuvo en tramitación hasta junio de 2023. Esto, porque producto de cuestionamientos de vecinos y del municipio, la minera retiró el proyecto.
Pese a las disputas que hubo hace casi cuatro años, Melón reingresó en marzo de este año, una propuesta al SEA, el que aún se encuentra en etapa de evaluación.
CIPER contactó a la Minera Melón S.A. para saber de qué forma planea ejecutar su iniciativa sin provocar los mismos cuestionamientos que ya enfrentó por parte de las comunidades. Sin embargo, hasta el cierre de este reportaje no hubo respuesta.
Ingrid León, dirigenta social que desde 2006 reside en el sector de Los Quillayes, comentó a CIPER que la preocupación de ella y sus vecinos es por la mala gestión de residuos que, a su juicio, realiza la empresa en el proceso de extracción de la puzolana. Por esta razón, el 13 de junio de 2025, junto a otros habitantes presentaron un recurso de protección: “Hay puzolana en mitad de la ruta que cae de la extracción del yacimiento de Popeta (…) y hay nubes de polvo que se ven desde nuestras casas. Si seguimos así, Melipilla se transformará en otra zona de sacrificio”, dijo.