FISCAL CARRERA ESTIMA QUE CON LO DECOMISADO SE HABRÍAN PRODUCIDO UNAS 400 TONELADAS DE COCAÍNA
En casi siete meses Fiscalía Regional de Arica incautó 500 toneladas de precursores químicos para cocaína en puertos de Arica e Iquique
16.05.2025
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FISCAL CARRERA ESTIMA QUE CON LO DECOMISADO SE HABRÍAN PRODUCIDO UNAS 400 TONELADAS DE COCAÍNA
16.05.2025
Desde fines de octubre pasado, mes en que el fiscal nacional Ángel Valencia encargó a cinco persecutores regionales las investigaciones por tráfico en los puertos del país, la Fiscalía Regional de Arica tomó el control de las pesquisas en los terminales marítimos de Arica e Iquique. En esos puntos, según indicó a CIPER el fiscal regional Mario Carrera, se han realizado las incautaciones más abultadas de precursores químicos para elaborar cocaína en territorio nacional. Desde entonces, se han decomisado cerca de 500 toneladas de sustancias que habrían permitido producir unas 400 toneladas de cocaína, en lo que Carrera califica como una de las mayores operaciones de este tipo a nivel internacional. En abril pasado, el Ministerio Público formalizó a dos imputados por ingresar insumos al país desde China con destino final en Bolivia. Ese caso se suma a una seguidilla de decomisos que, en apenas cinco semanas, dejaron fuera de circulación 362 toneladas de insumos químicos para la fabricación de drogas en los puertos de Iquique y Arica.
A las 16:20 horas del 22 de abril pasado, funcionarios del Departamento de Inteligencia e Investigaciones Policiales Marítimas (DIPOLMAR), en coordinación con la Policía de Investigaciones (PDI), irrumpieron en un departamento ubicado en la Avenida La Tirana, Iquique. El operativo no era improvisado. Desde hace al menos tres meses, la Fiscalía Regional de Arica seguía los pasos de I.S.A.T., una ciudadana chilena que estaría involucrada en operaciones de contrabando de precursores químicos con destino final en Bolivia.
Aunque la investigación del Ministerio Público se centra en el desvío de precursores químicos utilizados en la elaboración de cocaína, el allanamiento reveló el contrabando de otro tipo de sustancias. En el inmueble, los funcionarios encontraron 9.960 ampollas de testosterona inyectable de origen paraguayo, cada una de un mililitro, un medicamento utilizado en tratamientos hormonales. La mujer no supo justificar su tenencia ni su ingreso al país. Según consta en la querella presentada por la Dirección Regional de Aduanas de Arica y Parinacota, el valor aduanero de la carga superaba los $370 millones.
Semanas antes, el 11 y el 28 de marzo, en dos operativos separados en el puerto de Iquique, el Ministerio Público ya había interceptado siete contenedores con 189 toneladas de carbonato de sodio. En los registros judiciales, esas incautaciones figuran como antecedentes centrales en la investigación por el delito de desvío de precursores químicos que hoy enfrenta I.S.A.T.
Los precursores químicos, como el carbonato de sodio, son sustancias que en contextos de narcotráfico son utilizadas para la fabricación de cocaína. Otros son el ácido sulfúrico y la acetona, cuya producción, exportación e importación se encuentran reguladas para prevenir su desvío hacia actividades ilícitas.
En total, la fiscalía de Arica ha decomisado -solo en el puerto de Iquique- cerca de 297 toneladas de carbonato de sodio. Los hallazgos más recientes se registraron los días 15 y 16 de abril, cuando se sumaron 108 toneladas, distribuidas en cuatro contenedores.
Iquique no es el único puerto que registra decomisos. El 7 de marzo pasado, en el puerto de Arica, la Fiscalía Regional de Arica confiscó un contenedor con más de mil sacos de carbonato de sodio, cada uno de 25 kilos. Poco después, en el mismo lugar, se interceptaron 18 toneladas adicionales de la misma sustancia, junto con 22 toneladas de acetato de etilo, almacenadas en tambores de 200 litros.
El conteo final, por operativos realizados entre el 7 de marzo y el 16 de abril, asciende a 362 toneladas de insumos químicos que serían utilizados en la elaboración de cocaína al otro lado de la frontera. Desde que en octubre pasado el fiscal nacional, Ángel Valencia, delegó en distintos persecutores regionales la tarea de indagar el movimiento en los principales terminales marítimos del país, la lupa sobre los puertos de Arica e Iquique ha derivado en el decomiso de aproximadamente 20 contenedores con 500 toneladas de precursores químicos, así lo señaló el fiscal regional de Arica, Mario Carrera: “Me atrevería a decir que esta es la incautación en conjunto más grande de la historia, y no solo de Chile, sino de cualquier lugar”.
Según estimaciones del fiscal Carrera, con las sustancias decomisadas desde octubre, podría haberse producido cerca de 400 toneladas de cocaína.
Tanto el carbonato de sodio como el acetato de etilo figuran en el listado de sustancias químicas controladas por el Ministerio del Interior. Para realizar cualquier operación de comercio exterior con estos compuestos, se requiere autorización de esa cartera y la inscripción en el Registro Especial de la Unidad de Sustancias Químicas Controladas.
Un patrón se repite en el tráfico ilegal de estos insumos: el maquillaje de la carga. En los documentos de embarque, todo parece legal. El carbonato de sodio, por ejemplo, suele rotularse como “base para detergentes” o simplemente “glicerina”. Pero luego, esos químicos se transforman en piezas fundamentales en la elaboración de cocaína.
En algunos casos, la mercancía incluso es reexpedida a otros puertos en Panamá, para luego seguir su ruta a Tarapacá o Arica. De acuerdo con el fiscal Mario Carrera, esos cambios son realizados en un intento de que las operaciones pasen inadvertidas.
El pasado 24 de abril, I.S.A.T. fue enviada a prisión preventiva, luego de que la investigación del Ministerio Público revelara el desvío de precursores químicos y su participación en el caso de receptación aduanera por el contrabando de testosterona. Ese mismo día fue formalizado J.D.A.A., ciudadano boliviano, cuya colaboración fue clave para el ingreso de la mercancía a la zona franca. El tribunal decretó para él las medidas cautelares de prohibición de salir del país y firma semanal en una comisaría de Carabineros.
Según lo expuesto en la constancia judicial que integra la causa pública en contra de ambos imputados, las sustancias llegaban a los puertos chilenos provenientes de China, con destino a un ciudadano boliviano que, según se detalla en el documento, se encuentra fallecido. En registros de prensa de ese país, se precisa que su muerte ocurrió en julio de 2020. El cargamento tenía como destino final la ciudad de El Alto, en Bolivia, y de allí se trasladaría a la selva de ese país.
El fiscal Carrera también señala que, además de los dos imputados, existe otra persona detenida en Bolivia a solicitud del Ministerio Público de ese país, quien figura como receptor de los contenedores que arribaron al puerto de Arica. “Lo que no significa que sea nada más allá de un testaferro, es parte de lo que hay que investigar, porque por las cantidades estamos hablando de que deben haber personas con bastante poder detrás, un grupo organizado con bastante poder detrás”.
Respecto a las 43 toneladas de carbonato de sodio y las 22 toneladas de acetato de etilo incautadas en el puerto de Arica, el fiscal sostiene que aún no se tiene certeza de que estén directamente vinculadas a los imputados por las incautaciones realizadas en Iquique: “Por el origen y la forma de operar, pensamos que sí, que están en el marco de un mismo grupo, que debe haber estado buscando diversas vías para llegar con la sustancia en Bolivia”.
Incautación de 146 toneladas de carbonato de sodio y acetato de etilo en Arica, 22 de marzo de 2025 (Créditos: Francisca Muñoz / Agencia Uno)
Era 13 de septiembre de 2024. Por la calle Pedro Lagos en Arica, tres militares peruanos fueron interceptados. Se trataba de Fernando López Peña, José Ugarte Dosantos y Randy Rodríguez Angulo que en sus bolsos portaban 174 kilos de acetona.
Al interior de un sitio ubicado en la misma calle, efectivos de la PDI encontraron otros 317 kilogramos de la misma sustancia, además de etiquetas rotuladas como “Glicerina”, tambores metálicos, bombas extractoras de líquido y bolsas antiderrame. En ese lugar se acondicionó el químico antes de ser enviado a Perú.
Según reconstruyó el Ministerio Público, la acetona -una sustancia controlada por el Ministerio del Interior- era transportada a través de minibuses en pequeñas porciones hacia la ciudad de Tacna en Perú, donde se utilizaba en la elaboración de cocaína. El 8 de abril pasado, el Tribunal de Garantía de Arica condenó a diez personas por el delito de asociación ilícita para el desvío de precursores químicos, luego de que la fiscalía siguiera el rastro de una organización transnacional dedicada al tráfico de acetona, liderada por un militar peruano.
El pasado martes, según consignó Informe Especial, la fiscalía peruana detuvo a Jhonatan Francia Díaz, alias “Azrael”, oficial de inteligencia del Ejército peruano con una orden de extradición pendiente. Su captura se vincula directamente con la investigación desarrollada por la Fiscalía Regional de Arica, que lo sindica como el cabecilla de la red de tráfico de acetona.
Documentos oficiales del Ministerio de Defensa de Perú, fechados en diciembre de 2020, dan cuenta de que Francia Díaz ostentaba en ese entonces el grado de teniente. En la misma resolución se indica que fue seleccionado por el Ejército peruano como candidato suplente para participar en un curso de Comando Junior y Estado Mayor del Caribe, en Jamaica (vea ese documento).