CARTAS: La crisis de profesores sigue en curso

Señor director: En 2025 existirá un déficit de más de 25 mil docentes en Chile. Así lo han alertado diversos estudios y bastante se ha escrito sobre esta problemática. Sin embargo, poco se ha avanzando en la búsqueda de soluciones concretas a este tema que impacta en un ámbito tan clave como contar con profesionales para la formación de las próximas generaciones.

Actualmente, son cerca de once mil estudiantes los que se titulan año a año de las carreras de pedagogía, de acuerdo a las cifras del portal Mi Futuro. Sin embargo, la mitad de ellos nunca ejerce como profesor. A eso se suma que, de acuerdo a análisis de Elige Educar, los que sí ingresan al mundo laboral como docentes, el 10% abandona al primer año de trabajo y el 15% en el año tres. Esto también es una preocupación de debemos abordar y se suma el gran desafío de lograr que los profesores titulados ejerzan y se mantengan en el mercado laboral.

Pero esto no es lo único. Durante la carrera existe una alta deserción de los estudiantes que, dependiendo de la pedagogía puede llegar a cerca del 30% al segundo año, como en el caso de Matemáticas o un 26% en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, según cifras del Servicio de Información de Educación Superior del Ministerio de Educación.

Estamos advertidos y las universidades que impartimos las carreras de pedagogías tenemos la responsabilidad de continuar motivando y propiciando que los jóvenes vean en estas carreras una oportunidad laboral. 

No obstante es un tema que le compete a toda la sociedad chilena, donde desde diversos sectores se requiere impulsar políticas públicas claras, consistentes y comprometidas con la educación y también con los profesores para por fin, desestigmatizar la carrera docente. 

Esto en un contexto donde en Chile todavía prevalece en algunos sectores una mirada negativa sobre estudiar pedagogía, especialmente por aspectos económicos. De hecho, el Informe “El Profesorado en Chile 2023” reveló que para más de la mitad de los profesores chilenos la fuente de mayor estrés es su salario. Pero también por factores asociados a su bienestar laboral y emocional.

Y esto último no solo impacta en el desempeño y trayectoria laboral de estos profesionales, sino que repercute también en sus alumnos. Así lo deja en evidencia un estudio realizado en Alemania, que exploró la asociación entre el bienestar de los profesores y los logros de los estudiantes en matemáticas, donde concluyeron que el agotamiento emocional de los docentes mostraba una correlación con un rendimiento significativamente menor de los jóvenes.

Hoy Chile cuenta con un nuevo Plan Nacional Docente, presentado recientemente por el Mineduc, que establece una ruta que aborda los principales nudos críticos en materia de política docente como son la atracción, desarrollo, búsqueda de bienestar laboral y un reconocimiento de la profesión, promoviendo una mayor valoración social de la carrera. 

Este plan establece una serie de acciones donde una de ellas está enfocada en potenciar las vías alternativas de ingreso a las pedagogías, generando ajustes con el fin de contribuir al aumento y equidad en el acceso de los y las matriculadas.

Esto es un ámbito clave, razón por la cual como universidades públicas hemos trabajado fuertemente en Programas de Preparación y Acceso a las Pedagogías, a través de los cuales salimos a los colegios a buscar a aquellos estudiantes que estén cursando cuarto medio y que tengan motivación, interés y vocación por ser profesor, preparándolos para entrar a estas carreras en la educación superior.

En nuestro caso, como universidad pública, hemos desarrollado el programa “Yo quiero ser profesor” –uno de los más antiguos del país-, gracias al cual solo en 2023 aprobaron más de 180 estudiantes, aportando así a la matrícula de pedagogías en nuestra casa de estudios. 

Sabemos que no es lo único y que el desafío que tenemos como país para formar más profesores está más vigente que nunca. Por ello, debemos ser capaces de potenciar la atracción de nuevos estudiantes, generar estrategias para fortalecer la retención, titulación e ingreso al mundo laboral de los futuros docentes, a la par que se establecen medidas adecuadas para poner en valor la carrera laboral de estos profesionales, porque en definitiva un país que invierte en su educación, en quienes la imparten y en todos los niveles, es un país que avanza.