¿Cómo entender la persistencia del Ministerio de Educación con el SIMCE?
24.04.2021
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24.04.2021
Ni el estallido social ni la pandemia han conseguido detener la “persistencia del SIMCE”, como llama la autora de esta columna de opinión a la decisión del Ministerio de Educación de llevar adelante la prueba. El anuncio del nuevo Plan de evaluaciones, dice, “implica una magna desconexión respecto a las necesidades de las escuelas y es seguramente una de las medidas más desacertadas del último período”. La especialista detalla los factores que, a su juicio, explican esta “persistencia” y plantea que la crisis actual puede ser el momento para terminar “con una evaluación estandarizada censal y anual, centrada en la vigilancia y la sanción”, y reemplazarla por una evaluación muestral, con foco en la mejora de los aprendizajes.
Sobre la autora: Alejandra Falabella es doctora en Sociología de la Educación del Institute of Education de la Universidad de Londres, magíster en Antropología Social de la U. de Chile y educadora de párvulos de la Pontificia U. Católica de Chile. Académica asociada del Departamento de Política Educativa y Desarrollo Escolar de la U. Alberto Hurtado.
Escena 1, año 2019: El Ministerio de Educación insiste en aplicar el SIMCE poco después del estallido social, con un país conmocionado y establecimientos escolares con serias dificultades para cerrar el año.
Escena 2, año 2020: El Ministerio de Educación, nuevamente, insiste en aplicar el SIMCE en medio de una pandemia mundial, con profesores y profesoras abrumados/as intentando enseñar a distancia y estudiantes estresados intentando aprender.
Escena 3, año 2021: El Ministerio, con aprobación del Consejo Nacional de Educación, vuelve a calendarizar la aplicación del SIMCE, mientras la situación sigue siendo crítica. Más aún el Plan de evaluaciones SIMCE 2021-2026 aumenta el número de exámenes anuales y repone una de las pruebas más polémicas que evalúa la comprensión lectora de niños y niñas de apenas 7-8 años, en segundo básico[i].
Esta es la persistencia Ministerial con el SIMCE, que ocurre a pesar de las complejas urgencias y prioridades que requiere el contexto y a pesar de un extenso acumulado de investigación que muestra de forma robusta los efectos nocivos de estas medidas en términos curriculares, pedagógicos y del bienestar de las comunidades escolares[ii].
Este fenómeno de la persistencia no ocurre solamente en Chile, las políticas de evaluación y rendición de cuentas han proliferado como ninguna otra política educativa en el mundo, en contextos educativos muy diversos[iii]. A su vez, ha emergido una creciente masa crítica a nivel nacional e internacional respecto a estas medidas, que involucra investigadores/as, organizaciones docentes, familias y personas de la sociedad civil; críticas que han aumentado especialmente en el contexto de la pandemia[iv].
La persistencia SIMCE no es causada por una única razón, existen, al menos, ocho razones que se entretejen y que permiten comprender esta compleja persistencia:
La compleja combinación de estos elementos permite comprender la solidez de este fenómeno. Ni el estallido ni la pandemia han podido interrumpir la persistencia del SIMCE, y el anuncio del nuevo Plan de evaluaciones implica una magna desconexión respecto a las necesidades de las escuelas y es seguramente una de las medidas más desacertadas del último período.
El contexto de crisis actual debe obligar a las autoridades a replantear un nuevo paradigma evaluativo que termine con una evaluación estandarizada censal y anual, centrada en la vigilancia y la sanción; y que se reemplace por una evaluación muestral, distanciada en el tiempo, que oriente la política pública, junto con una evaluación profesionalizante a escala territorial, con foco en la mejora de los aprendizajes de los/as niños/as y jóvenes, en diálogo con las comunidades escolares[xi].
[i] Otra de las pruebas que ha sido más debatida es el SIMCE de escritura en 6to básico. El principal cuestionamiento es la complejidad de evaluar la escritura a nivel masivo y la confiabilidad en la corrección de los organismos externos a cargo.
[ii] Para una revisión bibliográfica sistemática en el tema ver: Falabella, 2014; 2016.
[iii] El estudio de Verger, Parcerisa y Fontdevila (2019) muestra el crecimiento exponencial de este tipo de políticas en el mundo.
[iv] En el caso de Chile el movimiento que ha impulsado esta crítica ha sido la organización Alto al Simce, junto al Colegio de Profesores. De forma similar, agrupaciones de apoderados y docentes han liderado estos debates en países como Inglaterra y EEUU.
[v] Este argumento se desarrolla en Falabella (2019).
[vi] Concepto acuñado por Ydesen y Andreasen (2019).
[vii] A ello se suma la presión que han recibido países por tener una evaluación nacional, cuando tienen deudas con organismos internacionales, como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.
[viii] Para profundizar ver: Campos, Corbalán e Inzunza (2015); Falabella y Ramos (2019), Flórez (2015), Gysling (2015).
[ix] En un estudio realizado por Parcerisa y Falabella (2017), esta razón fue dada por entrevistados que estuvieron involucrados en el diseño de la Ley del Sistema de Aseguramiento de la Calidad en Chile.
[x] Pearson es una de las empresas más emblemáticas en el negocio de diseñar y corregir pruebas estandarizadas, y en asesorar a gobiernos y colegios alrededor del mundo.
[xi] Para repensar el modelo de evaluación ver: Flórez Petour y Rozas Assael (2019).