Investigación colaborativa y multidisciplinaria como pilar del Chile del mañana
09.09.2020
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09.09.2020
Las agrupaciones firmantes manifestamos nuestra preocupación por los obstáculos impuestos al desarrollo científico en Chile. Como agrupaciones pensamos que el desarrollo de la investigación y el conocimiento en la sociedad chilena es clave para el desarrollo de nuestro país y permite construir una sociedad más justa y equitativa. Este desarrollo se ve mermado a la luz de las acciones del gobierno que, bajo el contexto de la pandemia, ha incurrido en recortes presupuestarios a los diversos programas de investigación, especialmente en líneas de financiamiento destinadas a la cooperación internacional; entre ellas destacan todas las modalidades de Becas de Magíster y Postdoctorado en el Extranjero. A ello se suma, la suspensión de las convocatorias de investigación relacionadas con la industria (ANID, 2020).
El Programas Becas Chile y los Programas de Becas Nacionales han sido evaluados positivamente en términos de su contenido, propósito e impacto (Conicyt, 2017). En ese sentido y en la línea de seguir fortaleciendo la investigación, todos los sectores políticos han reconocido la necesidad de incentivar la innovación y la transición a una “sociedad del conocimiento”. A raíz de eso, en el año 2018, el gobierno de Sebastián Piñera promulgó la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Sin embargo, las sucesivas decisiones amparadas en la austeridad que el Gobierno de Chile ha llevado a cabo recientemente (de manera “transitoria”) para enfrentar la pandemia COVID-19 se contrapone con su intención de promover la transición hacia una sociedad del conocimiento. Estas medidas han provocado incertidumbre en la comunidad científica y de investigadores/as de todas las áreas del conocimiento, por el impacto que esto pueda tener en el presupuesto para el año 2021, y por lo súbito y poco dialogante de la decisión. Hoy, a tres meses del anuncio de estos programas, no hay real conocimiento en torno a los criterios de evaluación que se encuentran tras estos recortes de programas, ni tampoco se ha transparentado el destino de dichos recursos.
Por otro lado, estas mismas incertidumbres reflejan una gran preocupación respecto al desarrollo de Chile en diversas áreas como la social, cultural, ambiental y económica sostenible. Actualmente, nuestro país cuenta con un gasto en ciencia y tecnología de un 0,36% de su Producto Interno Bruto (PIB) y un gasto militar de un 1,89% del PIB, es decir, 5 veces más: $USD 1.133 millones versus $USD 5.636 millones. De esta manera, Chile se posiciona lejos del 2,6% del PIB promediado por los demás países miembros de la OCDE, y de la premisa de la UNESCO de impulsar la educación y desarrollo de las sociedades latinoamericanas, disminuyendo los niveles de desigualdad comparativa con el resto del mundo.
Chile gasta en ciencia y tecnología de un 0,36% del PIB mientras que su gasto militar es de 1,89%, es decir 5 veces más. Estamos lejos del 2,6% del PIB promediado por los demás países miembros de la OCDE.
Por todo lo anterior, y en función de seguir fortaleciendo el ecosistema del conocimiento nacional y no continuar con políticas de precarización, es que solicitamos firmemente que el próximo presupuesto 2021 “con base cero” refleje un compromiso con la generación de conocimiento en pos del bienestar de la sociedad, y que no se continúe recortando el programa Becas Chile, el cual es una de las bases formativas de investigadores y una de las ventanas más efectivas para la colaboración internacional que el país pueda tener. Solicitamos, de este modo la reapertura de los concursos suspendidos relacionados al programa Becas Chile, junto al resto de concursos recortados y, de esta forma, subsanar el desmedro sufrido durante el año 2020 en las próximas convocatorias de los programas suspendidos. Esta solicitud no es excluyente con la necesidad que también compartimos por reformular o mejorar dichos programas, pero creemos que no se puede confundir con el recorte o eliminación de estos. Lo anterior, sostenemos, debe seguir haciéndose por la vía de becas públicas y no de créditos.
Además, consideramos necesaria reapertura del programa de Anillos -instancia de investigación asociada de carácter interdisciplinario- e iniciativas de tesis y de inserción en la industria, las que dan financiamiento a científicos/as para resolver problemas específicos de dicho contexto y también de empresas locales. Bajo nuestro criterio, estas instancias son claves y fundamentales dentro del desarrollo de la investigación nacional. Junto con la necesaria reapertura de programas de Anillos, creemos también fundamental que se reformule los concursos de tesis e inserción en la industria para, de esta forma, incorporar a las artes, humanidades y la amplitud de saberes y disciplinarias que hoy se cultivan en la investigación chilena, que nutren y aportan a los diversos espectros de la industria y empresa. Resulta importante y sumamente necesario que se supere la concepción economicista en tanto y cuanto de la utilidad y del conocimiento aplicado. Junto con lo anterior, consideramos también imperioso que el Estado dé soluciones eficientes a los y las actuales becarios/as de magister, doctorado y postdoctorado, tanto en Chile como en el extranjero, apoyándolos económicamente para que puedan terminar sus procesos de tesis, y evitando que su solvencia y situación migratoria se precaricen y vulneren aún más, a raíz de los efectos de la pandemia.
Esto no implica que los mencionados programas no requieran mejoras urgentes. En general, se aprecia una falta de visión y política general sobre el desarrollo de la ciencia y el conocimiento en Chile, que permita unificar y conectar los diversos programas que hoy operan como iniciativas independientes. Algunas de esas mejoras, como la retribución efectiva en Becas Chile, el desarrollo de redes internacionales de investigación, y los programas de inserción de investigadores en la academia, el Estado y el mundo privado, han sido impulsados por las instituciones firmantes, sin tener, hasta ahora, respuestas adecuadas por parte de las autoridades.
Creemos que el compromiso del Estado con la educación y generación de conocimiento debe reflejarse en actos concretos y robustos, manteniendo total coherencia con el compromiso y discurso público expresado de avanzar hacia una sociedad del conocimiento.
Adherentes:
Camilo Godoy y Jaime Cataldo, voceros de Ciencia Contra el Recorte
Adrián Oyaneder y Andrea Ubal, voceros de Becarios de Doctorado en el Extranjero Último Año
Diego Castro A, PhD (c), Director Ejecutivo Redes Chilenas de Investigadores (ReCh)
Juan José Berger, Presidente de Asociación Nacional de Investigadores de Posgrado (ANIP)
Enrique Riobó, Presidente de Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades de Chile
Alejandro Guillier Álvarez, Senador
Patricio Rosas, Diputado
Tomás Hirsch, Diputado