CARABINEROS PAGÓ $3,5 MILLONES POR ESE ESTUDIO BALÍSTICO
Caso Gatica: Enrique Bassaletti declaró que cuando era general ordenó peritaje que después utilizó la defensa de Claudio Crespo
07.11.2025
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CARABINEROS PAGÓ $3,5 MILLONES POR ESE ESTUDIO BALÍSTICO
07.11.2025
El exgeneral, quien ahora es candidato a diputado por el Partido Republicano y encargado del tema de seguridad en el programa del presidenciable José Antonio Kast, declaró el 20 de octubre como testigo de la defensa de Claudio Crespo, acusado de causar las lesiones que le quitaron la vista a Gustavo Gatica. La fiscalía lo interrogó por ordenar en mayo de 2021, con cargo al fisco, un peritaje al Ejército sobre la munición que ocupaba Crespo. Bassaletti afirmó que lo pidió pensando en adquisiciones de Carabineros a futuro, pero, esos cartuchos ya habían sido retirados de la institución. Además, solicitó que el estudio evaluara disparos en escopetas sin culata, como la usada por Crespo y no el resto de los funcionarios, y que se hicieran pruebas a 24,5 metros, misma distancia a la que, según la fiscalía, fue herido Gatica.
El general de Carabineros en retiro, Enrique Bassaletti, reconoció haber ordenado un peritaje balístico al Ejército con un costo de $3,5 millones para la institución policial. El informe, confeccionado con cargo al fisco, fue utilizado como prueba por la defensa de Claudio Crespo, el oficial acusado de cegar a Gustavo Gatica en noviembre de 2019.
Bassaletti –actualmente candidato a diputado en el distrito 8 por el Partido Republicano y encargado de seguridad en el programa del candidato presidencial, José Antonio Kast– prestó declaración el pasado 20 de octubre en el juicio oral por el caso Gatica, y lo hizo como testigo de la defensa de Crespo. El Ministerio Público lo interrogó por el peritaje pagado con recursos fiscales al Instituto de Investigaciones y Control del Ejército (IDIC). Aunque el exgeneral dijo que pidió el informe pensando en futuras adquisiciones de munición, esos cartuchos ya habían sido retirados de Carabineros cuando se encargó el estudio. De esta forma, el documento solo tuvo un destino útil: la defensa de Crespo.
El informe, solicitado por Bassaletti el 6 de mayo de 2021 –cuando Crespo ya había sido dado de baja–, encargó periciar carabinas lanza gases, la escopeta antidisturbios Hatsan y la munición de 12 postas que Carabineros ocupó en el estallido social, con el detalle de que se pidieron pruebas al modelo de arma específico que ocupaba Crespo y a distancias idénticas a las involucradas en el procedimiento donde Gatica resultó herido.
El ex general Bassaletti defendió la pericia, argumentando que, en su rol como director nacional de Apoyo a las Operaciones Policiales, “debíamos tener una buena base para no caer en un error de poner a disposición de los carabineros elementos que después pudieran poner en tela de juicio sus actuaciones”. Pero, para cuando Bassaletti encargó el estudio, la munición que se pedía analizar –la misma con la que Gatica resultó herido– ya había sido retirada del servicio, según detalló el fiscal Francisco Ledezma en la audiencia. “De hecho, ya del 29 de noviembre de 2019, el general Rozas [general director a esa fecha] había encargado la compra de cartuchos de tres postas parecidos a los que ocupaba la PDI”, agregó.
Además, Bassaletti, según se puede leer en el oficio que envió al IDIC en mayo de 2021, solicitó realizar las pruebas al armamento antidisturbios con “pistol grip”, haciendo referencia a una escopeta que no tiene culata. Según el fiscal Ledezma, Carabineros tenía solo dos modelos de esta escopeta: con culata fija y culata plegable, pero no del tipo sin culata o “pistol grip”. Claudio Crespo fue fotografiado en múltiples ocasiones utilizando una escopeta sin culata, un rasgo distintivo del exfuncionario (como se puede apreciar en la imagen que va más abajo). De esta forma, el informe evaluó un factor que solo afectaba al oficial investigado en el caso Gatica, ya que el resto de los funcionarios no utilizaban ese modelo de arma (vea acá el oficio donde Bassaletti solicitó el peritaje al Ejército).

Claudio Crespo (Créditos: Mario Dávila / Agencia Uno)
Interrogado al respecto, Bassaletti aclaró que, si bien ordenó el estudio al Ejército, los criterios técnicos no fueron delineados por él: “No conozco esta nomenclatura en esa época ni ahora, sino que era la nomenclatura que me recomendaban los subalternos de logística preguntar para la seguridad [de manifestantes y funcionarios]”, afirmó en la audiencia.
El Ministerio Público no sólo lo interrogó por el armamento y munición que ordenó periciar, sino también por las características de las pruebas a realizar.
De acuerdo con el oficio enviado al IDIC por Bassaletti, se solicitó –entre otras pruebas– medir la probabilidad de “impactar en el área de los ojos” con escopetas Hatsan tipo “pistol grip”. También, se requirió periciar disparos de este armamento específicamente a 24,5 metros, la misma distancia que la fiscalía acusa que había entre Crespo y Gatica. Incluso, el oficio pide analizar el “comportamiento de rebote ante elasticidad de plancha de latón (de los quioscos)”, en circunstancias que en el lugar de los hechos había dos estructuras con esa cobertura.
El entonces general Bassaletti solicitó la pericia al Ejército dos meses después de que el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (Lacrim) cuestionara las conclusiones del “Pre Informe Pericial Criminalístico”, un documento elaborado por peritos particulares para la defensa de Claudio Crespo. En concreto, Lacrim estimó que los expertos utilizaron imágenes del día de los hechos con “una evidente distorsión o deformación”, ya que fueron analizadas con una proporción de imagen distinta a la original, lo que les permitió afirmar que Gatica no estaba mirando en dirección a Crespo cuando fue herido.
Enrique Bassaletti no alcanzó a recibir los resultados del peritaje balístico de IDIC. Pasó a retiro el 1 de octubre de 2021 y el informe del Ejército fue emitido el 28 de ese mismo mes. El 5 de octubre, antes de que fuera entregado el documento, el director de Logística de Carabineros, general Ramón Alvarado, solicitó al IDIC incorporar antecedentes al peritaje ordenado por Bassaletti. En concreto, se pidió al Ejército que el informe final “aborde además los contenidos de los informes que a continuación se detallan (…), de manera tal de tener una visión integral y un pronunciamiento técnico desde el punto de vista balístico del resultado y conclusiones de los mismos”.
Luego, acompañaron tres estudios. Dos de ellos relacionados con el comportamiento de lanzagranadas, los que, según indicó el fiscal Ledezma en la audiencia, correspondían a peritajes de la defensa de Carabineros en el caso de Fabiola Campillai. El tercer estudio, que analizó escopetas antidisturbios, era el mismo preinforme elaborado por peritos externos para la defensa de Crespo y que cuestionó Lacrim.
El informe que elaboró el IDIC concluye que “desarrollar puntería directa a un objetivo representado por una silueta ocular de ambos ojos de un individuo (…) es incorrecto de afirmar, dado que el porcentaje promedio obtenido para lograr un impacto en los 10 metros es del 3% y a distancias superiores a estas es tendiente a 0%”. La defensa de Claudio Crespo presentó como prueba este informe en audiencia ante el 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago el 18 de diciembre de 2024.
CIPER contactó a Enrique Bassaletti para consultarle por qué se pagó por un estudio con estas especificaciones. El exoficial indicó que no tenía tiempo, debido a que estaba en los últimos días de la campaña presidencial. Pero, indicó que sus explicaciones eran las que ya había expresado en la audiencia del caso Gatica.
Carabineros también fue consultado por las especificidades del peritaje ordenado y por qué se solicitó al Ejército abordar las conclusiones de un peritaje de la defensa de Claudio Crespo, pero no otros elaborados a petición de la fiscalía. “Desde Carabineros informamos que este caso se encuentra actualmente judicializado, por lo cual no es posible referirnos a los antecedentes específicos”, fue la respuesta de la institución.