Subestimación del Presupuesto 2026
16.10.2025
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16.10.2025
Señor Director:
En relación con una carta recientemente publicada por la subdirectora de Presupuestos, Sereli Pardo Zúñiga, en un medio de circulación nacional; donde defiende la metodología utilizada para calcular el crecimiento del gasto en personal del Presupuesto 2026, nos permitimos plantear algunas precisiones conceptuales y técnicas.
Primero, al comparar cifras presupuestarias entre dos años, los pesos del 2025 y del 2026 no son iguales debido a la inflación. Por tanto, la única comparación válida requiere expresarlas en una misma unidad monetaria —“pesos constantes”— ajustando los montos nominales según la inflación esperada. Solo así se mide la variación real del gasto y no su aumento nominal.
El procedimiento de no inflactar los valores del 2025, como plantea Dipres, distorsiona la interpretación de la capacidad real de gasto. Incluso en partidas como las prestaciones del Instituto de Previsión Social, que incluyen el reajuste legal, los valores siguen expresados en moneda del año base. Para compararlos con las asignaciones de 2026, es indispensable incorporar la inflación proyectada. De otro modo, se pierde transparencia en la evaluación del esfuerzo fiscal y sostenibilidad del gasto.
Resulta además preocupante si el presupuesto contempla provisiones suficientes para cubrir tanto el reajuste real de remuneraciones del sector público como el efecto inflacionario. Tradicionalmente, este reajuste se calcula en términos reales, asumiendo que la inflación ya estaba incorporada. Si no es así, el gasto aumentaría tras la aprobación de la ley de reajuste, revelando una subestimación inicial del costo total.
Más allá del debate metodológico, lo grave sería que, al no considerar conjuntamente inflación y reajuste real, se esté subestimando el gasto público, generando más necesidades de financiamiento y un déficit sobre lo previsto.