POR ANTECEDENTES INSUFICIENTES, AUNQUE NO SE CONTACTÓ A LA PERSONA QUE REVELÓ LOS HECHOS
Fiscalía archiva investigación por canal de Telegram que difundía imágenes de explotación sexual infantil entre miles de usuarios
11.09.2025
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POR ANTECEDENTES INSUFICIENTES, AUNQUE NO SE CONTACTÓ A LA PERSONA QUE REVELÓ LOS HECHOS
11.09.2025
En enero de 2024, miembros de un chat de Telegram con 6.625 usuarios, compartieron imágenes de vulneraciones sexuales a niños y adolescentes. CIPER confirmó esas interacciones con pantallazos que registraron las fotos. El caso lo dio a conocer un usuario de la red social X. Luego de su publicación, la Defensoría de la Niñez ingresó una denuncia a la Fiscalía Oriente. Pero, esa causa fue archivada provisionalmente, porque el Ministerio Público no logró identificar el sitio que difundió el contenido ni ubicar el material compartido. Esto, a pesar de que la persona que difundió originalmente el caso en X nunca fue contactada por la fiscalía. CIPER, además, comprobó la existencia de al menos 11 grupos en Telegram en los que se intercambian imágenes íntimas de mujeres que incluyen adolescentes. Varios de esos registros son obtenidos y difundidos sin el consentimiento de las víctimas.
Eran 6.625 los usuarios que integraban un chat de Telegram llamado “Chilenas NSFW”. El 23 de enero de 2024, la Defensoría de la Niñez presentó una denuncia luego de tomar conocimiento de que miembros de ese grupo compartieron imágenes con contenido sexual donde aparecían niños, niñas y adolescentes. Algunos de esos registros mostraban abusos a menores de edad cometidos por adultos. La denuncia fue dirigida a la Fiscalía Metropolitana Oriente, la que determinó el archivo provisional de la investigación por la ausencia de antecedentes que permitieran avanzar con las pesquisas. La fiscalía no pudo localizar los contenidos compartidos en el chat.
CIPER rastreó el chat en Telegram y comprobó que este se mantuvo activo hasta abril de 2024. El grupo funcionaba, para la mayoría de sus usuarios, como un espacio para compartir imágenes íntimas de mujeres, varias de ellas difundidas sin consentimiento. Según la información que CIPER tuvo a la vista y que data de enero de ese mismo año, al menos tres usuarios enviaron fotografías y videos con abusos sexuales a niños, cuyas edades aparentemente fluctúan entre los 6 y 14 años. Algunos de los registros incluían referencias a páginas de contacto. Fuentes conocedoras de este tipo de investigaciones, señalan que generalmente estos incluyen archivos comprimidos con más contenido de explotación sexual de menores.
Todo ese contenido fue borrado.
La denuncia presentada por la Defensoría de la Niñez tenía una pista concreta que no fue aprovechada: un usuario de X (antes Twitter) fue el primero en alertar sobre la existencia del grupo en Telegram que compartía imágenes de abuso sexual infantil. Su conocimiento podía ser de gran utilidad para la indagatoria. CIPER logró ubicar a esa persona, quien prefirió no comentar sobre el tema, pero sí confirmó que nunca fue contactado por el Ministerio Público para prestar declaración o colaborar en el marco de esta investigación.
En el escrito de la denuncia ingresada por la Defensoría a la Fiscalía Oriente, se mencionó lo siguiente:
“Los hechos han sido denunciados públicamente a través de la aplicación twitter, por una cuenta, aparentemente sin un administrador conocido, pero que, su conocimiento, puede ser de utilidad para una investigación: (enlace al tweet con denuncia sobre el chat de Telegram que CIPER decidió omitir, pues contiene imágenes que puede exponer a niños y adolescentes)”.
CIPER tuvo acceso a algunos registros de este grupo en Telegram, donde pudo constatar que en 11 imágenes -videos y fotografías- hay menores siendo explotados sexualmente. Esto incluye situaciones sexuales entre niños y también con adultos, cuyos detalle serán omitidos en este reportaje.
En esos mismos respaldos se lee que varios integrantes del grupo, cuya principal finalidad es difundir imágenes de mujeres adultas, al ver imágenes con vulneraciones a menores de edad manifestaron su incomodidad por ese tipo de material:
Usuario 1: “Este claramente manda videos pederastas”.
Usuario 1: “Si no son menores, esa es la intencion del video”.
Usuario 2: “Hagase ver manito, ojalas no tengas hija o sobrina”.
En otro intercambio, un miembro advirtió:
“Hermano borren esas weas de niñas. El grupo de concon quedo la cagada por una wea así, como 4.000 wns declarando en la fiscalía de concon”.
Lo que indicó ese usuario en ese mensaje no era cierto, porque CIPER verificó que ni las fiscalías de la Región de Valparaíso ni la Brigada de Cibercrimen de esa zona tomaron declaración a 4 mil personas vinculadas a algún caso de difusión de explotación sexual infantil detectado en Telegram.
En otra oportunidad, un usuario de ese mismo grupo preguntó por fotografías íntimas que, según los mensajes de otros usuarios, correspondían a una adolescente:
Usuario 1: “Alguien tiene de esta tipa? Esta vendiendo (se refiere a imágenes íntimas de una adolescente)”.
Usuario 2: “Flaco esa wea es cuenta fake, aparte tiene 15 años”.
Usuario 1: “Queee, pensé que por estar ‘vendido’ (fotografías íntimas) era mayor de edad, salgo de ahí entonces jaja, no me meto con menores de edad”.
Según cifras del Poder Judicial, las condenas por delitos relacionados con la adquisición, almacenamiento o comercialización de pornografía infantil han ido en aumento en los últimos tres años. Solo en 2024, los tribunales emitieron sentencias contra 163 personas. Sin embargo, en el 80% de los casos -131 condenados- la pena no implicó cárcel efectiva: accedieron a medidas sustitutivas como la remisión condicional o la libertad vigilada intensiva. Y otros 19 imputados terminaron absueltos.
El patrón se repite en años anteriores. En 2023, hubo 153 personas imputadas. De ellas, 135 fueron condenadas, pero 118 cumplieron su castigo en libertad. Y 18 casos terminaron en absolución. En 2022, se registraron 96 imputados: 86 fueron condenados y de ellos, 63 recibieron penas sustitutivas. En diez causas, los tribunales optaron por absolver.
La falta de condenas con penas aflictivas tiene una explicación. Las sanciones por almacenar, adquirir, comercializar, importar, distribuir, difundir o exhibir material en el que aparecen niños o adolescentes siendo víctimas de explotación sexual no superan los cinco años de prisión. Y en gran parte de los casos, los imputados por estos delitos son beneficiados con el reconocimiento de irreprochable conducta anterior, por lo que pueden acceder a una medida sustitutiva.
Otro dato relevante es que, en estas causas, el Ministerio Público debe demostrar que los acusados almacenaron el contenido en algún tipo de soporte y no que, simplemente, lo visualizaron en una página web.
Para el caso del grupo en Telegram que fue archivado por la Fiscalía Oriente, según explicaron desde la PDI, jugó en contra del éxito de las pesquisas que el chat ya no estuviera activo.
Consultada para este artículo sobre por qué no se citó a declarar ni se contactó a la persona que hizo público el caso en la aplicación X, la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente señaló que ellos emitieron una orden de investigar a la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI), pero que no se logró identificar el sitio web denunciado por la Defensoría de la Niñez ni localizar los contenidos que habrían sido compartidos. También que fue esa unidad policial la que no tomó declaración a la persona que hizo la denuncia en la red social.
Por su parte, desde la PDI informaron a CIPER que se realizaron las diligencias correspondientes, pero que el canal denunciado no se encontraba activo, lo que impidió recabar mayores antecedentes que permitieran avanzar en el proceso. “Situación que fue informada oportunamente a través de un informe policial evacuado a la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente”, señalaron.
De acuerdo con los registros del chat en Telegram, los últimos mensajes intercambiados en el canal se enviaron el 22 de abril de 2024.
Los usuarios que consumen contenido pedófilo han desarrollado mecanismos para eludir los controles en la web. Una de las formas de acceso a estos grupos consiste en el pago de una «cuota de ingreso» que no es de carácter monetario, sino que se exige la entrega de videos o fotografías de explotación sexual de niños y adolescentes, para evitar la infiltración de agentes policiales.
Los grupos en los que se distribuyen registros íntimos de mujeres operan bajo la misma lógica. Utilizan combinaciones de emojis y palabras en inglés o español para identificar chats o canales donde se difunde ese material. Por ejemplo, el grupo “Chilenas NSFW” hace referencia a la sigla en inglés «no apto para el trabajo». Luego, esos enlaces son compartidos a través de plataformas como Reddit. A menudo, en las fotografías se incluye el usuario de las víctimas, provocando que estas personas sean acosadas a través de sus redes sociales.
En algunos casos, los canales funcionan como repositorios. Uno de ellos se llama “Biblioteca” y promociona el acceso a distintos chats en que se comparten imágenes de mujeres. “*GRUPO CON SOLICITUDES**DEBEN PONERSE NOMBRE LATINO PARA SER ACEPTADOS*”, señala uno de los mensajes publicados en ese canal.
CIPER identificó al menos 11 chats y canales en Telegram donde se difunde contenido íntimo de mujeres, constatando que en uno había niños -el que fue investigado por la Fiscalía Oriente- y en otros, adolescentes. Todos operan bajo anonimato. No obstante, al menos cuatro de estos grupos han sido eliminados desde que CIPER comenzó a preguntar sobre el caso.
Uno de los chats más activo era el llamado “RipNidoRM”, denominación que hace referencia a Nido.org, el sitio web que en 2019 protagonizó uno de los mayores escándalos de ciberacoso en Chile. En ese foro, que llegó a congregar a más de 34 mil miembros, se compartían imágenes sexuales de mujeres -incluyendo menores- sin su consentimiento. Su relevo en Telegram superó los 44 mil usuarios. Otro canal, que también fue eliminado, se titulaba “Pololas/Ex/Amantes” y sumaba 8.471 integrantes.
La eliminación de estos grupos fue avisada en un canal de difusión de Telegram. En ese mensaje se deja entrever cómo estos grupos operan de forma sistemática: si un chat es eliminado, esos usuarios migran para consumir el mismo contenido en otro espacio dentro de la misma plataforma.
“Bueno señores hubo una purga global y botaron demasiados grupos incluyendo RipNido, nos tomaremos un tiempo para ordenar todo y volveremos”, fue el mensaje difundido para dar el aviso.
Créditos: Pablo Ovalle Isasmendi / Agencia Uno
CIPER conversó con dos mujeres cuyas fotos íntimas fueron compartidas con miles de miembros en Telegram sin su consentimiento. Laura (25 años, su nombre fue cambiado para resguardar su identidad) contó que antes de que sus fotos fueron compartidas en estos grupos, un usuario de Instagram la intentó extorsionar: le envió sus fotos íntimas y le dijo que si no obedecía sus órdenes mandaría esos registros a sus familiares.
A los días, Laura recibió mensajes de múltiples perfiles falsos a través de Instagram, algunos de carácter sexual y otros advirtiéndole sobre la difusión de sus fotografías. Varias imágenes de Laura, en ropa interior, traje de baño e íntimas, habían sido compartidas con cientos de usuarios en chats de Telegram: “Fue shockeante verlo. Pero eran fotos también de mis historias, pantallazos de mis historias (de Instagram), y como que esas personas estaban muy atentas a mí. En un momento me afectó mucho cuando lo vi, me puse a llorar”.
Es probable que existan muchos más canales y chats en Telegram dedicados a la difusión de explotación sexual infantil y de fotos íntimas de mujeres sin consentimiento. SaferNet, una ONG brasileña que defiende los derechos humanos en internet, ha emitido varias alertas al respecto. En octubre, envió un informe al Ministerio Público de Brasil que reveló que más de 1,25 millones de usuarios participan en grupos donde se venden y comparten imágenes de abuso sexual infantil, así como contenido íntimo filtrado y pornografía generada con inteligencia artificial. En otro informe, publicado en febrero, la ONG reportó que solo en 2024 identificó 2,65 millones de usuarios en grupos y canales con ese tipo de material, tras analizar manualmente 874 enlaces denunciados por “pornografía infantil” por usuarios de Brasil y otros países.
Jessica Matus, directora de la fundación Datos Protegidos y abogada especialista en ciberprivacidad, explicó a CIPER que Telegram ofrece múltiples herramientas para crear foros y canales de carácter privado, donde el acceso está restringido y requiere autorización previa. Debido a este nivel de cierre, advierte Matus, la supervisión externa se vuelve especialmente difícil, lo que facilita que estos espacios sean utilizados para compartir contenido ilícito: “Es difícil poder identificar a aquellos canales que comparten algún tipo de contenido de explotación sexual infantil, como difusión de contenido íntimo sin consentimiento. (…) este tipo de delitos están siendo mucho más comunes porque existe un manto de anonimato, o sea, hay espacios donde mucha gente no se conoce”.
A pesar de las facilidades que puede ofrecer Telegram, Matus señala que, en España, la plataforma ha colaborado con información para investigaciones, como la dirección IP o el número de teléfono de usuarios. En diciembre de 2024, la comunidad de policías de América (Ameripol) publicó un boletín informando los pasos a seguir para obtener información de usuarios de Telegram involucrados en actividades ilícitas en el marco de investigaciones policiales.
En informes de SaferNet se señala, además, que los usuarios pueden reportar contenido a través de la misma aplicación o por correo electrónico (abuse@telegram.org), indicando el nombre del usuario denunciado y los motivos. Sin embargo, a diferencia de otras plataformas, Telegram no divulga estadísticas sobre contenido moderado, removido ni cantidad de denuncias recibidas.
Además, este tipo de conductas pueden ser denunciadas en la Brigada del Cibercrimen Metropolitana, que cuenta con un equipo especializado en la Investigación contra la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes. Dentro de esa unidad se investigan delitos sobre violencia de género digital. Para artículos anteriores de CIPER, la PDI ha comentado que desde marzo de 2021, la brigada mantiene un WhatsaApp 24 horas, los siete días de la semana (+56 9 34599762), para recibir denuncias relacionadas.
Carolina Sepúlveda, directora del área penal de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (ABOFEM), explicó a CIPER que hasta hace poco la difusión de contenido íntimo solo era delito si las imágenes se obtenían de forma subrepticia. En ese contexto, si una persona compartía voluntariamente imágenes íntimas, su posterior difusión no constituía un delito.
“Eso cambió con la ley integral contra la violencia de género de junio de 2024”, precisó la abogada por escrito. La nueva norma incorporó al Código Penal el castigo a la difusión no consentida, incluso si hubo consentimiento en la obtención. Sepúlveda agregó que, si además se usa para chantaje -como en el caso de Laura-, podría configurarse una amenaza condicional. Y si el chantaje se realiza con “imágenes obtenidas ilícitamente, hay una regla especial que aumenta un poco la pena”.
La inteligencia artificial (IA) también se hace presente en estas prácticas. Entre las imágenes difundidas en los grupos, se detectó contenido generado mediante esta tecnología, conocida como deepfake, es decir, videos, imágenes o audios creados o modificados con IA para mostrar a personas realizando acciones que nunca ocurrieron.
La abogada Sepúlveda comentó a CIPER que, en la legislación actual, los deepfakes “no son delito en sí mismos. Para que configuren una falta, sería necesario encuadrarlos en delitos como la injuria, lo que resulta complejo, ya que dependerá de si el contenido afecta el honor, entendido jurídicamente como el merecimiento de respeto”. En el proyecto de ley que pretende tipificar y sancionar la violencia digital, recientemente se presentaron indicaciones para calificar como delito este tipo de transgresiones.