AGENTES RELACIONADOS CON SU ANTIGUO CLUB LE REPORTABAN MANIOBRAS PARA BLOQUEAR TRANSFERENCIAS E INFLAR PRECIOS
Audios y chats exponen vínculos entre el presidente del fútbol paraguayo y representantes de jugadores
16.05.2025
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AGENTES RELACIONADOS CON SU ANTIGUO CLUB LE REPORTABAN MANIOBRAS PARA BLOQUEAR TRANSFERENCIAS E INFLAR PRECIOS
16.05.2025
Una serie de audios, mensajes y documentos obtenidos por CIPER revela que Robert Harrison, presidente del fútbol paraguayo, mantuvo vínculos con representantes de jugadores ligados a su antiguo club, Nacional, después de asumir el mando de la asociación de su país en 2016. El dirigente mantenía comunicación directa con el agente Juan Appleyard, quien tenía un poder de exclusividad para negociar la venta de futbolistas del club Nacional. Conversaciones entre Appleyard y su socio, Pedro Aldave, dan cuenta de maniobras para bloquear transferencias, inflar precios mediante ofertas falsas, presionar para que sus representados fuesen convocados a la selección guaraní y aumentar su portafolio de futbolistas gracias a la influencia que ejercía en el camarín el exarquero Justo Villar, uno de sus representados más conocidos y exjugador de Colo-Colo. La red de relaciones se extiende a sociedades offshore, una cuenta en Suiza y la adquisición de un avión previamente utilizado por Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol y emblema del escándalo FIFA Gate.
CIPER accedió a documentos y mensajes por WhatsApp que dejan en evidencia los maniobras que protagonizan dirigentes y representantes de jugadores que operan en Paraguay, al margen de las normas que rigen al fútbol: los registros muestran presentaciones de ofertas falsas, bloqueos de negociaciones, nexos entre agentes de futbolistas y dirigentes de equipos o asociaciones, y presiones para que se nominen a la selección nacional a jugadores representados por determinadas agencias. Todos son temas que han sido abordados por la prensa extensamente, pero que rara vez se pueden revelar en detalle, con mensajes y audios de los protagonistas. En este artículo, CIPER publica material –como conversaciones y grabaciones de voz– que ofrecen una mirada inédita a los negocios que se tejen con la venta de futbolistas en el país que es sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Este medio tuvo acceso a mensajes intercambiados bilateral o grupalmente entre 2016 y 2020 por Pedro Aldave y Juan Appleyard, protagonistas del mercado de pases en Paraguay y Sudamérica; el actual presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Robert Harrison, y el exarquero y símbolo de la selección de ese país, Justo Villar. Entre otras cosas, esos chats revelan diversas artimañas para influir en las nominaciones a la selección paraguaya, abultar artificialmente el valor de futbolistas del club Nacional e interferir en las negociaciones por jugadores que militaron en ese equipo. Harrison fue presidente de ese club hasta que escaló al máximo cargo de la APF, en 2016.
Los mensajes demuestran que la máxima autoridad del fútbol paraguayo continuaba accediendo a información confidencial sobre el traspaso de jugadores de Nacional, pese a que, formalmente, había cortado todo vínculo con él. Además, revelan que Harrison habría sido notificado por Appleyard sobre una carta de oferta cuyo único objetivo era aumentar el precio de un jugador. Si fue así, y el dirigente no sancionó o denunció ese hecho, pasaría a llevar el Código Ético y Disciplinario de la FIFA, que aborda los deberes de supervisión de las autoridades.
Por otro lado, un documento revisado por CIPER evidencia que Appleyard contaba con poder de representación exclusivo para negociar la venta de jugadores de Nacional desde el 3 de enero de 2016, extendido y firmado por Harrison. Este tipo de acuerdos no son extraños ni están prohibidos, salvo que deriven en acciones que afecten al bienestar del club. De ser así, podría contravenir el artículo 18 bis del Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA, que prohíbe que los clubes concierten contratos con terceros que les permitan “asumir una posición por la cual puedan influir en asuntos laborales y sobre transferencias relacionadas con la independencia, la política o la actuación de los equipos del club”.
La asociación paraguaya es considerada como una de las más fuertes del continente. De hecho, pese a que no es un país que haya destacado por sus logros en este deporte, comparándolo con Brasil, Argentina o Uruguay, la Conmebol opera desde su capital, Asunción. Y el cargo de presidente de la APF es visto como un trampolín hacia la testera de la Conmebol.
La información revelada por CIPER no atañe a la asociación ni al fútbol chileno –más allá de que Justo Villar jugó en Colo-Colo por cuatro años, dejando un buen recuerdo entre sus seguidores–. Sin embargo, las fuentes de este reportaje optaron por entregar el material de esta investigación a CIPER, según argumentaron, porque estiman que en Paraguay “no hay condiciones que aseguren la difusión segura” de estos datos. En ese sentido, agregaron que el Informe sobre Derechos Humanos del Departamento de Estado de EE.UU. de 2023 concluyó que en Paraguay existen «graves restricciones a la libertad de expresión y la libertad de prensa».
CIPER se contactó con Harrison, Aldave, Appleyard y Villar para obtener su versión, especificando los motivos y la información por la que se quería preguntar. Solo contestaron Aldave y Appleyard, quienes se excusaron de participar en el reportaje y no se refirieron a los mensajes que este medio tuvo a la vista. Parte del contenido de esos chats fue abordado por el medio mexicano Récord en 2021, a través de columnas del periodista Ignacio Suárez. Sin embargo, hasta ahora, no habían trascendido los audios, pantallazos y la transcripción que CIPER ofrece en este artículo.
“Juanga, ¿cómo te va? Me llamó Toti Acosta [presidente del Club Guaraní], Toti Acosta me dice que hay dos jugadores de la sub-17 que le están presionando para firmar contigo. Que inclusive el técnico le dijo que firme contigo. Y yo quiero que, si es cierto eso, que se vea ese tema, Juanga. Yo no puedo estar corriendo esos riesgos. No quiero que se arme quilombo, no quiero que se les diga a los jugadores. Pero, quiero que se atienda porque yo no podría permitir esas cosas.”
En noviembre de 2016, el recién asumido presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Robert Harrison, envió esa nota de voz a Juan Appleyard, entonces representante de jugadores y socio de Pedro Aldave, otro agente de futbolistas. Ambos trabajaban en una agencia constituida en ese país, llamada Playmaker, junto con un tercer socio, Nazareno Marcollese.
El tono de molestia de Harrison era evidente. Faltaban tres meses para el Sudamericano Sub-17 que se disputaría en Chile y la selección paraguaya, dirigida por el técnico Gustavo Morínigo, se encontraba en los preparativos cuando se levantó el reclamo en contra de Appleyard. En ese plantel había cuatro jugadores del club Guaraní, y dos de ellos eran representados por Playmaker.
Apenas recibió el audio de la máxima autoridad del fútbol paraguayo, Appleyard lo compartió con Aldave, y le comentó sus sospechas sobre quién habría levantado la alerta en Guaraní:
“Fue Serrati [Diego, otro representante de jugadores], él le contó. ¿Por qué yo deduzco Serrati? Porque Guaraní es bastión de Serrati. Con esa intención yo le hago firmar a los jugadores. Y todavía no sabe que le firmé dos de la Sub-20 que tampoco tienen contrato, y esos sí son mayores de edad. Pero, bueno, la cagada es que ahora no le vamos a poder robar los jugadores, porque saltó que estoy yo en el medio. Y esa era la idea”.
Harrison había llegado hace siete meses a la presidencia de la APF. El dirigente venía de presidir el club Nacional –históricamente ligado a su familia– desde 2006 y ahora ocupaba un cargo apetecido, que es visto como un impulso hacia la cabecera de la Conmebol. De hecho, Harrison llegó a la asociación porque quedó vacante en 2016 por la salida de Alejandro Domínguez, quien se transformó en presidente de la Conmebol. Y dos de los últimos tres mandamases de la confederación sudamericana han sido paraguayos, Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz –fallecido en 2019–.
Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (Fuente: X)
En el audio, Robert Harrison no se dirigía a un desconocido. Según los mensajes a los que accedió CIPER, Juan Appleyard contaba con un poder especial que le otorgaba exclusividad para negociar la venta de jugadores del club Nacional. Es decir, era la única persona autorizada para gestionar las negociaciones del equipo, una ventaja en el mercado que, según los chats, también le generó conflictos. Lo relevante es que, de este modo, Harrison permanecía informado sobre las novedades del club que ya no dirigía, incluso obteniendo información sobre traspasos y negociaciones que no tenía por qué conocer.
Appleyard abordó el vencimiento de este beneficio en un audio enviado a Aldave el 10 de octubre de 2018, cuando Harrison ya había asumido en la APF: “El 10 de diciembre hay asamblea en Nacional y va a cambiar el presidente. No me quería extender [la autorización especial] más del 31 de diciembre. Le hablé a Robert y él me hizo hasta el 20 de febrero, que es la fecha que están todos los libros de pases cerrados. Y el 10 de diciembre, cuando cambie el presidente, me sacan la nueva por todo el año que viene”.
De ser cierto lo que dijo Appleyard, Harrison, ya como presidente del fútbol paraguayo, habría ayudado a extender el poder de autorización exclusivo entre su exclub y el representante de jugadores, algo que está fuera de norma, según el reglamento FIFA ya citado.
Los intercambios entre Aldave y Appleyard también dejan en evidencia que cuando un equipo o representante extranjero ofrecía contratar a un jugador de Nacional, intentaban bloquear ese negocio e inmiscuirse en él. Así ocurrió en con Adam Bareiro, delantero paraguayo que en 2018 militaba en Nacional y que fue cotizado por el club Pumas (México) en abril de ese año. La reacción de Aldave y Appleyard, según las notas de voz que se enviaron, fue conversar con Aldo Harrison (hermano del presidente de la APF y dirigente de Nacional) para que no se recibiera a nadie del equipo interesado y no se permitiera la venta de Bareiro.
“Ese es el verso que estamos usando, que Nacional no lo quiere vender. Nosotros tenemos poder el exclusivo a nombre de Playmaker. No sé si te paso el poder y te metés con eso en Pumas, no sé cómo hacemos, me dirás vos”, dice Appleyard a Aldave por audio el 25 de abril de 2018. Finalmente, el jugador fue traspasado al club Monterrey (México).
Los chats a los que accedió CIPER muestran que, en 2016, Aldave y Appleyard habrían abultado el precio del jugador Cristian Colman, de Nacional, artificialmente. Según mensajes que intercambiaron en diciembre de ese año, ante el interés de un club extranjero, Appleyard presentó una carta de oferta falsa a nombre del club Udinese (Italia) para contratar a Colman por 2 millones de euros.
“¿Sabe que es trucha, Robert?”, preguntó Aldave a su socio de Playmaker el 13 de diciembre de 2016, refiriéndose a la procedencia de documento. Minutos más tardes, Appleyard contesta:
“Mitad y mitad. Se la estoy diciendo que ‘sacaste’ del club, que es oficial, pero que es para hacerle correr a los otros boludos. Que el club hoy no está dispuesto, pero que vos estás haciendo un laburo para que el club en 15 días confirme, o en 10 días, confirme la oferta y se lleve al jugador”, replicó Appleyard.
Un detalle importante es que, para esa fecha, Robert Harrison ya llevaba ocho meses a la cabeza de la APF y formalmente desligado de Nacional, por lo que no tendría por qué haberse enterado de la existencia de la negociación por Colman ni de la veracidad de la carta de oferta del Udinese.
Carta de oferta a nombre del club Udinese (Italia) presentada por la empresa Playmaker en medio de negociaciones por el jugador Cristian Colman. De acuerdo con las conversaciones entre Aldave y Appleyard, sería falsa.
Por último, los mensajes entre los agentes de jugadores ilustran sus esfuerzos y presiones para que los futbolistas que estaban bajo su representación fueran nominados a la selección paraguaya. Todo esto, una vez que Harrison tomó el control de la APF.
En esos años, el rendimiento deportivo del equipo no era bueno, pues la última Copa del Mundo a la que clasificó Paraguay fue en 2010. Paradójicamente, Aldave y Appleyard proyectaron este período como uno de bonanza, principalmente cuando el primero confirmó que el arquero y capitán del equipo, Justo Villar, “trabajaría” para Playmaker captando futbolistas.
El 16 de octubre de 2016, Aldave envió una imagen al grupo de WhatsApp “Playmaker” con el mensaje “no reenvíen esto, que es privado”. Lo que compartió era un pantallazo de una conversación bilateral con Villar, en la que el arquero le decía: “Peter, Ya no son pibes esos q están allí, pero tranquilo que ya los vamos a representar nosotros y les vamos a sacar el jugo a todos! Jajaja”.
“Villar va a trabajar conmigo y es el referente de todos”, agregó Aldave en el grupo, luego de mandar la imagen. Appleyard contestó: “Villar es Dios acá. Lo que ya nos puede ayudar hoy desde adentro, no tiene precio! Tenemos el capitán, el DT y el Pdte de la selección”, dijo, refiriéndose a Villar, Juan Carlos Osorio y Robert Harrison, respectivamente.
Justo Villar se retiró del fútbol en julio de 2018. En agosto de ese año, bajo la administración de Harrison, fue nombrado Director Deportivo de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
Robert Harrison ingresó a la directiva del club Nacional en 2000 y se desempeñó como segundo y primer vicepresidente, hasta que en 2006 asumió como el mandamás de la institución. Allí se mantuvo por diez años, en los que Nacional cultivó sus mayores éxitos deportivos. Tocó la puerta de la APF cuando su antecesor, Alejandro Domínguez, renunció en enero de 2016 para asumir la presidencia de la Conmebol.
En 2017, Harrison –que pertenece a una familia con grandes inversiones en el rubro de la salud– fue reelecto como presidente de la APF para un mandato que originalmente terminaría en 2022, pero que se extendió por segunda vez, hasta 2026. Actualmente, es director del Consejo de la Conmebol y se le considera como uno de los dirigentes más importantes a nivel sudamericano. Prueba de ello es que este jueves 15 de mayo participó en un hito histórico: por primera vez, un congreso de la FIFA –la principal instancia de toma de decisiones del organismo– se celebró en Sudamérica, y se eligió a Asunción como sede. Allí se reunieron por un día las delegaciones de más de 200 federaciones de todo el mundo, y se esperaba la asistencia de unas 2 mil personas.
Juan Gabriel Appleyard, por su parte, es un empresario paraguayo que trabajó como representante de jugadores hasta 2020. Fue socio de Aldave en la empresa Playmaker S.A y, de acuerdo con los mensajes que intercambió con él, era el encargado de llevar las negociaciones que se hacían con futbolistas del club Nacional y de comunicarse con Harrison para esos efectos.
Juan Gabriel Appleyard y Pedro Aldave, exsocios de Playmaker (Fuente: Instagram).
Appleyard también proviene de una familia propietaria de empresas. La más conocida e importante es Frigorífico Guaraní, firma dedicada a la producción de carne y embutidos. Además, es sobrino del expresidente del club Cerro Porteño y actual senador por el Partido Colorado, Luis Petengill.
Una vez que se disolvió Playmaker, Pedro Aldave continuó representando jugadores por su cuenta. Actualmente, según datos públicos, maneja una cartera de una veintena de jugadores. La mayoría son paraguayos. El nombre más reluciente es Julio Enciso, que juega en Inglaterra.
En el mundo del fútbol, Aldave es conocido por su llegada con clubes como Newell’s Old Boys, de Argentina. El representante, que tiene nacionalidad trasandina y paraguaya, se ha declarado seguidor de ese equipo y es quien llevó a ese club, entre otros futbolistas guaraníes, a Justo Villar. Además, es presidente de la Asociación Paraguaya de Agentes de Fútbol, conformada en 2022, y jugador profesional de póker.
Pedro Aldave (Fuente: Pokerlogia).
CIPER revisó documentos que revelan que, en 2017, Aldave y Appleyard adquirieron un avión Challenger 600, del fabricante Canadair, identificado con el código N80CK. Lo hicieron a través de una empresa denominada Golden Eagle Two LLC, domiciliada en Delaware, de la que eran socios en partes iguales.
Anteriormente, la aeronave era ocupada por el expresidente de la Conmebol, Nicolás Leoz, quien falleció en agosto de 2019 mientras era investigado por la justicia estadounidense por lavado de activos y otros delitos, en el marco del caso de corrupción que sacudió al fútbol mundial, conocido como FIFA Gate. El avión estaba a nombre de la empresa Clipper Sky Ltd, domiciliada en Islas Vírgenes Británicas, y lo ocupaba Leoz y su esposa, María Clemencia Pérez. Según el Contrato de Cesión y Asunción de Interés Beneficiario que revisó CIPER (en inglés, “Assignment and Assumption of Beneficial Interest Agreement”), el traspaso a Aldave y Appleyard se realizó el 27 de junio de 2017. Los representantes habrían pagado de US$600 mil por la aeronave.
Es el mismo avión que habría intentado comprar el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, en 2012.
Pedro Aldave en el avión Challenger 600 de Canadair.
Además de la empresa de representación paraguaya Playmaker S.A., en los registros comerciales de Panamá figura una sociedad de nombre casi igual: Playmaker Sports Management S.A. Creada en 2012, esta firma se mantuvo con movimientos poco importantes hasta 2017. Según información pública, cinco años después de su constitución, extendió un poder de representación amplio al abogado paraguayo Gerardo Acosta Pérez.
Acosta es asesor jurídico de la APF, nombrado por Harrison. Es considerado un experto en derecho deportivo y ha sido becado por la FIFA en programas de investigación.
CIPER comprobó que, según la asamblea que celebraron los accionistas de la panameña Playmaker el 11 de mayo de 2017, a partir de entonces Acosta contó con la facultad de realizar “todos los actos de administración y representación de todos los derechos, de los bienes mueble e inmueble, y celebrar respecto de ellos todos los contratos que sean necesarios”, entre otras consideraciones (vea el documento aquí).
Antes de disolverse en 2019, la empresa abrió una cuenta en el banco suizo Banca Privata Edmond de Rothschild Lugano S.A. No se conoce con qué fines se abrió ni si registró movimientos.
CIPER se contactó con Acosta para conocer el objetivo de la Playmaker panameña, por qué se le extendió un poder de representación y si lo utilizó. Pero, no contestó hasta el cierre de este artículo. Lo mismo ocurrió con Robert Harrison, a quien se le consultó por los antecedentes expuestos en los chats entre Aldave y Appleyard, que lo identifican como una persona a la que se le notificaban las novedades de algunos jugadores del club Nacional, pese a que ya era presidente de la APF.
Por su parte, una vez que se le plantearon consultas específicas sobre los mensajes que envió y recibió, el representante de jugadores Pedro Aldave dijo a CIPER que “no me interesa aclarar nada de eso”. Juan Appleyard también desistió de participar en este reportaje: “Yo estoy fuera del fútbol hace cinco años, así que, la verdad, este tipo de cosas me tiene absolutamente sin cuidado”.
Cristian Colman es un jugador paraguayo de 31 años que juega como delantero. Su club de origen es el 3 de Febrero (Paraguay), dueño de un porcentaje de los derechos del futbolista, y fue transferido a Nacional en 2015.
En diciembre de 2016, el agente brasileño Regis Marques acercó una oferta del club San Pablo por Colman. Según se desprende de los mensajes intercambiados entre Appleyard y Aldave, la aparición de Marques con este ofrecimiento fue el motivo de la carta de oferta “trucha” del Udinese, por dos millones de euros, que presentaron a Nacional. Esto, según se explicó anteriormente, se realizó bajo el aparente conocimiento de Harrison, y tenía dos objetivos: “bloquear” el ofrecimiento del club brasileño y aumentar la cotización del jugador.
La idea de que otro representante cerrara un acuerdo por Colman causó mucha inquietud en los socios de Playmaker. En un audio del 12 de diciembre de 2016, Appleyard hizo evidente esa preocupación:
“Si esta oferta viene [la de San Pablo] yo ya tengo forma de bloquearla por unos días. Pero, por unos días. Después, si no aparece una de las dos [ofertas] que hay, o la que hay, esta la va a terminar aceptando Nacional, porque está el estúpido de Odair [Dos Santos, presidente del club 3 de Febrero] viene a presionar como loco para hacerla, porque es Brasil, porque es él, la quiere hacer porque es San Pablo”.
En otra nota de voz, Appleyard abordó las posibles consecuencias si no lograban presentar otras ofertas por Colman: “Este puede ser mortal para mí, por lo menos. En Nacional me quedo como un boludo si no traemos una oferta mejor, me quedo como un boludo (…) yo tengo exclusividad de venta y tampoco yo le puedo decir a Nacional ‘no, sabe qué, seguí haciéndote el boludo con todas las ofertas que hay’ y yo no traer nada”.
El mismo 12 de diciembre de 2016, Aldave contestó a la preocupación de su socio con vehemencia, sugiriendo que conversara directamente con su colega brasileño: “Llamálo, boludo, a Regis, decile ‘escúchame, payaso, ¿qué te pasa? Yo tengo exclusividad de venta, tengo al jugador, todo. ¿De dónde salís que tenés andar mosqueando por la radio? (…) ¿querés que nos agarremos a trompadas o querés hacer negocios?’, decile”.
El mismo día, Appleyard compartió en el grupo de Playmaker la oferta que envió San Pablo. “X Favor no mostrar a nadie. Esto pasó Odair a Harrison y está presionando para cerrarlo”, complementó por escrito.
La respuesta de Aldave tardó un minuto: “No sé, eso lo manejas vos con Robert. Llámalo a los 2”, dijo. Todo esto, cabe recordar, mientras Robert Harrison ya había asumido como presidente de la APF.
Finalmente, la opción de que Colman fuera transferido a San Pablo se cayó. El 19 de diciembre de 2016, Appleyard envió una nota de voz explicando lo que ocurrió. CIPER escuchó ese registro, pero no lo compartirá por la cantidad de insultos que contiene. En ese mensaje, “Juanga” comentó que Regis Marques “le envió un mensaje a Robert [Harrison], me acaba de llamar para contar, diciéndole que yo le tranqué, que le dejé mal en San Pablo, que yo no soy serio (…) Robert me llamó hecho una furia. Lo que sí, que me dijo ‘tené cuidado que el bobo este debe andar por la prensa, y no quiero que me salpique a mí nada, ni a mí ni a mi hermano. Si sale algo, vamos a ver cómo accionar’, me dice”.
En 2017, Colman fue transferido al FC Dallas, equipo de la liga estadounidense.
Otro caso que ilustra cómo el uso de una autorización de exclusividad –como la que gozaba Appleyard en Nacional– puede mermar los intereses del jugador o del equipo, en vez de beneficiarlos, es el que encarna Adam Bareiro.
Dos años después de lo sucedido con Colman, se presentó una situación similar con Bareiro, delantero de 28 años que llegó a Nacional en 2017, como jugador libre proveniente de River Plate de Paraguay. En ese momento, se logró establecer un acuerdo comercial y laboral que incluía un esquema de copropiedad en partes iguales de sus derechos económicos, entre el propio jugador (representado por su hermano, Julio Bareiro) y el club Nacional.
Bareiro cumplió una temporada destacada en el club. Fruto de ello, es que el 24 de abril de 2018, el hermano del jugador se acercó a Appleyard para comentarle que había recibido una oferta por el delantero desde el club Pumas (México). Tal como se indicó al comienzo del reportaje, Appleyard avisó a Aldave y puso en marcha un plan para entorpecer las eventuales negociaciones. En ese sentido, acordaron plantear que Nacional no quería desprenderse del jugador y ocupar el poder de exclusividad para negociar personalmente. Los mensajes que se enviaron a partir de entonces dejan en claro que se esforzaron por bloquear el ofrecimiento internacional e involucrarse en el negocio de alguna manera.
“Sería ideal que no venga la gente de Pumas (…) Porque, lo que necesitamos es ganar tiempo, es hacer la operación un poco más adelante”, dijo Appleyard a Aldave en un mensaje de voz, el 25 de abril de 2018.
Tres días después, Aldave informó a su socio que la única forma de cerrar el acuerdo con Pumas sería conversando directamente con el club –no solo con el hermano de Bareiro–, algo que hasta ese momento no había ocurrido. Escuche a continuación el audio completo:
El 11 de mayo de 2018, Appleyard corroboró que, luego de las gestiones, se frustraron las intenciones de Pumas: “Coordinado con Aldo [Harrison], arreglado. Él ni lo va a recibir, él va a estar en el interior también ese fin de semana largo, no va a venir al partido, y me pidió que yo mismo le llamara al presidente y le diga que la palabra, la decisión de la comisión directiva es no vender al jugador en este mercado, que se va a vender en o diciembre o julio del año que viene”.
Cuatro meses después, el nombre de Bareiro volvió a aparecer en el chat bilateral entre Aldave y Appleyard, cuando este último comentó “estoy tratando de meterle a Adam”. En concreto, se refería a que estaba intentando forzar la nominación del delantero en la próxima citación de la selección adulta paraguaya, entonces comandada por el técnico Juan Carlos Osorio, quien había asumido como director técnico veinte días antes de estos mensajes.
Las buenas noticias llegaron el 1 de octubre siguiente: “al 9 número que ocupa el delantero centro lo va a citar en Nov. Para los amistosos”, confidenció Appleyard.