Sobre la brecha de género en matemáticas, una vez más
12.05.2025
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12.05.2025
El Día Internacional de las Mujeres Matemáticas se celebra cada 12 de mayo en conmemoración del natalicio de Maryam Mirzakhani, la primera mujer en recibir la Medalla Fields (equivalente al Premio Nobel en otras ciencias). La autora de esta columna aprovecha la efeméride para desmontar mitos sobre la presencia de las mujeres en esta área del conocimiento. Sostiene que “la baja representación femenina en matemáticas y áreas afines, es un síntoma de desigualdades profundas que se originan en creencias e ideas transmitidas desde tiempos remotos. Son muchas fuerzas en juego como para pretender que la brecha se cierre a punta de recetas”.
Imagen de portada: Hans Scott/ Agencia Uno
Hace algunas semanas, se difundió en redes sociales la opinión de un parlamentario peruano que aseguraba que las mujeres carecen de una “condición biológica” para ser científicas, una declaración que, como era de esperarse, se viralizó rápidamente. Ante este tipo de noticias, mi reacción inicial suele ser intentar ignorarlas, ya que se trata de discursos que buscan instalar falsos debates basados en ideas que la evidencia ha desmentido hace tiempo. Algo así como evitar darle cuerda a los antivacunas. Sin embargo, rápidamente cambio de opinión y pienso que tal vez la estrategia del avestruz no sea la más adecuada, especialmente en un mundo que está siendo gobernado precisamente por esas personas.
Considero entonces que vale la pena escribir, una vez más, acerca de lo que sabemos respecto a la brecha de género en ciencias, y en particular en matemáticas. Recordemos que la participación femenina sigue siendo más baja en carreras con un “alto componente matemático”, alrededor del 25% en Chile como lo constatamos en el estudio Brechas de género en carreras STEM, lo que impacta negativamente en diversos ámbitos, incluida la calidad de la ciencia que se produce.
El año pasado se publicó en Francia Matheuses, libro que recopila varios de los hallazgos que han ido arrojando las diversas investigaciones que exploran el origen cultural de la brecha de género en matemáticas. Entre los fenómenos que se analizan se encuentra la “autocensura” o falta de confianza en sí misma, que como nos recuerda el texto, no es más que el resultado de las experiencias que niñas y mujeres han enfrentado. Es lo que ocurre si constantemente escuchamos comentarios sexistas o advertimos que, a pesar de nuestro desempeño, se desconocen nuestras capacidades (encontrarse con las opiniones del político peruano mientras se revisa el Instagram, por ejemplo). En esa misma línea, estudios han comprobado que, incluso cuando obtienen excelentes notas en matemáticas, las niñas no son percibidas como inteligentes por su entorno. Dado que socialmente las matemáticas suelen asociarse con la genialidad, esta percepción disminuye la probabilidad de que las jóvenes opten por carreras dominadas por esta disciplina.
Además, no resulta sorprendente que, aun cuando hayan decidido estudiar algo relacionado con las matemáticas, muchas de ellas sientan que no encajan en las expectativas de lo que se supone debe ser un matemático, como señala el artículo Bichos Raros. Así, a la falta de sentido de pertenencia le sigue la autocensura: para no exponerse y evitar confirmar el estereotipo, o incluso para protegerse de la atención sexual no deseada (algo que no es extraño en espacios masculinizados), las jóvenes pueden terminar absteniéndose de participar activamente en clases, dejando de hacer preguntas o de salir a la pizarra. Esto último resulta especialmente relevante, ya que la pizarra es una herramienta fundamental para la comunicación en matemáticas.
La baja representación femenina en matemáticas y áreas afines, es un síntoma de desigualdades profundas que se originan en creencias e ideas transmitidas desde tiempos remotos. Son muchas fuerzas en juego como para pretender que la brecha se cierre a punta de recetas. Probablemente, no desaparecerá por completo hasta que ocurra un gran cambio cultural, pero como no podemos sentarnos a esperar que eso suceda (si es que sucede), mientras tanto debemos impulsar iniciativas que contribuyan a debilitarla. Creo que un primer paso es difundir la evidencia disponible, para evitar estancarnos en discusiones sobre el supuesto origen biológico de la brecha, que no hace más que reforzar estereotipos.
El Día Internacional de las Mujeres Matemáticas se celebra cada 12 de mayo en conmemoración del natalicio de Maryam Mirzakhani, la primera mujer en recibir la Medalla Fields. Esta fecha fue concebida no sólo como una instancia para visibilizar los aportes de las mujeres en esta disciplina, sino también como una oportunidad para fomentar una comunidad matemática más acogedora e inclusiva. Es, entonces, un momento propicio para desmontar los mitos que ciertas voces, de tanto en tanto, intentan revivir.