José Antonio Kast, el presidente de la nueva derecha popular
30.12.2025
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30.12.2025
El autor de esta columna analiza el triunfo de José Antonio Kast, con el foco en los sectores más vulnerables. Sostiene que la izquierda ya no sintoniza con las necesidades de estos y que «el desafío de Kast es ahora hacer realidad todas estas políticas que apuntan a la médula de los problemas de los sectores más postergados de la sociedad. Así, la elección puede consolidar un cambio de eje en las votaciones políticas. Ahora la derecha obtiene el respaldo de los sectores populares, mientras que la izquierda apunta a un público más ‘educado’, con menor fragilidad al crimen y a la falta de empleo, que representan los sectores medios más altos».
“Kast, amigo, el pueblo está contigo” era uno de los gritos emblemáticos de la gente que se congregaba en las cercanías del Partido Republicano la noche del triunfo del nuevo presidente José Antonio Kast. La frase contiene – aunque ello no fuera advertido por quienes la proferían – un significado muy profundo. En ella se resume el cuadro político que ha quedado retratado en esta última elección: que consolida el arraigo de la derecha en los sectores populares, desplazando a la izquierda más dura, que consagra su arraigo en los sectores medios de mejor situación.
El cuadro, finalmente, es el mismo del del Apruebo y el Rechazo del primer borrador constitucional, que plasmaba, como una gran hoja de ruta, todos los ideales de la izquierda y que fue aprobado por esos sectores medios altos y rechazado por los sectores populares. La nueva izquierda del siglo XXI, la que nace de la crítica a la Concertación y que busca refundar un país “vendido al empresariado y al legado de la dictadura militar”, junto con abrazar todas las banderas identitarias del indigenismo y el radicalismo de género queda circunscrita a ese sector de la sociedad.
De alguna manera, el Partido Republicano y José Antonio Kast logró lo que era el objetivo final de Jaime Guzmán, disputar palmo a palmo con el comunismo los sectores populares. Los resultados de este domingo así lo atestiguan.
En efecto, el líder del gremialismo había planteado su proyecto político para disputar al socialismo y el comunismo a los sectores populares. De ahí la importancia que daba a las “asociaciones intermedias” que conforman el tejido social. Quienes más dependen de esas asociaciones, juntas de vecinos, clubes deportivos, etc., son los sectores más vulnerables. En algún sentido, ese ideario había sido llevado a cabo en la derecha en la época de los 90, especialmente con lo que se denominó la UDI popular. Sin embargo, ya pasados los 2000, la derecha empieza a centrar sus bolsones de votos en los sectores medios. De acuerdo con muchos analistas, la causa de esto se debe a que su discurso del crecimiento y el progreso hace sentido a ese sector.
Kast logró plantear una derecha que sobrepasa los sectores medios y es especialmente popular. Si consideramos el resultado de las votaciones en algunas de las comunas más vulnerables de la Región Metropolitana obtenemos lo siguiente: en San Bernardo en la elección de 2021 el presidente Boric obtuvo casi el doble de votos que Kast, ahora Kast le ganó a Jara. En La Pintana, Jara se impuso a Kast con una diferencia de 5 puntos, pero en esa comuna Boric le ganó a Kast con una diferencia que casi lo triplica. En la Cisterna, Kast perdió con Boric, pero ahora le ganó a Jara y, en El Bosque, Boric consiguió una diferencia de más del doble con Kast y ahora este derrotó a Jara.
En las regiones el análisis se mantiene con las siguientes comunas: Valparaíso, Antofagasta y Arica. En Valparaíso Boric obtuvo alrededor del doble de votos que Kast en 2021, ahora Jara apenas lo aventajó por 7 puntos de distancia. En Antofagasta, Boric sumó un poco menos del doble de votos que Kast en 2021, ahora Kast tuvo 9 puntos más que Jara. En Arica Boric superó por 3 puntos a Kast, ahora Kast sobrepasó a Jara por un poco menos del doble. La conclusión que se obtiene es que en casi todas las comunas populares o bien Kast le ganó a Jara o redujo sustantivamente la diferencia de votos con respecto a la elección de 2021.
¿Por qué se produjo este cambio de respaldo de los sectores populares? La respuesta no exige novedad, lo mismo ocurrió en última elección presidencial de Estados Unidos, en Argentina y gran parte del mundo: la izquierda no sintoniza con las principales preocupaciones ciudadanas, sino con una élite más acomodada, cuya vida es más segura, pero ya no sintoniza con la fragilidad e inseguridad de los sectores populares. No así la derecha, el discurso de Kast apunta directamente a la médula de lo que aqueja al pueblo chileno: la inseguridad y la fragilidad económica.
En lo que sigue analizaremos esto en tres temas que son fundamentales: seguridad, economía y educación.
En materia de seguridad Jara enfrentó dos dificultades: la inmigración y el combate al crimen. En la inmigración insistió en la necesidad de regularizar a los inmigrantes o, como matizó después, registrarlos. Esto ha sido una postura transversal de la izquierda moderna, ser especialmente laxos con los bordes fronterizos. Recordemos que el gobierno que abrió la puerta a la inmigración fue el segundo gobierno de Bachelet. El problema de la propuesta es que la inmigración irregular colapsa los servicios, ocupa los empleos y acarrea una inmigración criminal. Esas tres cosas golpean especialmente a los sectores populares.
En cuanto al combate del crimen, la izquierda arrastra esa dificultad, que tiene profundas raíces ideológicas, que le impide enfrentar al crimen con toda la fuerza de la ley. Por eso, basó su postura en esta idea de levantar el secreto bancario, que más allá de las imprecisiones técnicas, poco sintoniza con la gente que vive la inseguridad de la delincuencia y el narcotráfico en sus barrios.
En materia económica se centró en subir sustantivamente el sueldo mínimo, cuando ya, no solo la evidencia, sino que la experiencia cotidiana está mostrando a todos los trabajadores que lo urgente es que entre plata al sistema para que haya más trabajo y suban los sueldos. El resto, como ya hasta Artés lo hizo notar, precariza la vida. Se pueden defender esas medidas para quienes gozan con empleos estables, pero lo que la gente realmente necesita hoy día son mayores posibilidades de trabajar. Cuando se está ofreciendo más trabajo las personas sienten más libertad y más oportunidades.
En la educación, Kast ofrece terminar con la tómbola y volver a la selección. Esto se vuelve un tema sumamente importante para las familias más vulnerables. La destrucción de la educación pública, que ha vaciado los establecimientos de toda disciplina y valor, genera una inseguridad muy grande de las familias con respecto a la educación que obtienen sus hijos. En esto Jara debió defender los “logros” de este gobierno que apuntan completamente a lo contrario.
El desafío de Kast es ahora hacer realidad todas estas políticas que apuntan a la médula de los problemas de los sectores más postergados de la sociedad. Así, la elección puede consolidar un cambio de eje en las votaciones políticas. Ahora la derecha obtiene el respaldo de los sectores populares, mientras que la izquierda apunta a un público más “educado”, con menor fragilidad al crimen y a la falta de empleo, que representan los sectores medios más altos.