INTERCEPTACIONES DAN CUENTA DEL INGRESO DE WHISKY, CARNE, PERFUMES Y DEL COBRO POR UNA COMPLETADA
Las escuchas telefónicas que revelaron corrupción de gendarmes en Santiago 1: “Seis gambas” por entrar cuatro “encomiendas” y un scaldasonno
16.12.2025
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INTERCEPTACIONES DAN CUENTA DEL INGRESO DE WHISKY, CARNE, PERFUMES Y DEL COBRO POR UNA COMPLETADA
16.12.2025
Durante más de dos años, el Ministerio Público investigó a un grupo de gendarmes de la Cárcel de Alta Seguridad Santiago 1 por su involucramiento en diversos delitos al interior del penal, como permitir el ingreso de visitas indocumentadas y artículos prohibidos a cambio de dinero. La investigación reveló que, en las cercanías de la cárcel, un grupo de civiles conocidos como “manilleros” actúan como un eslabón clave en esta red de corrupción. Estos individuos ofrecen sus servicios para introducir artículos ocultos en encomiendas aparentemente legales, con la complicidad de funcionarios penitenciarios. Gracias a una interceptación telefónica a una de las líderes de esta banda, se pudo esclarecer el funcionamiento de la red, las tarifas que cobran por ingresar productos como carne, ropa, perfumes y calientacamas, y se identificó a gendarmes que participan.
En la madrugada de este martes 16 de diciembre el Ministerio Público tenía autorización para allanar y detener a 42 gendarmes de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) Santiago 1, quienes están acusados de cohecho, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Los funcionarios, que estaban siendo investigados desde hace al menos dos años, habrían cometido una serie de ilícitos dentro del penal, como distribución de drogas, ingreso de celulares, alimentos de lujo y alcohol, así como facilitar el ingreso de visitas indocumentadas al penal. De acuerdo con los antecedentes de la investigación, algunos de los gendarmes se habrían coordinado con «manilleros», individuos apostados cerca de la cárcel que ofrecen sus contactos con estos funcionarios a cambio de una tarifa para introducir artículos prohibidos en el recinto. La investigación involucra a 35 civiles, donde se incluyen a familiares de gendarmes.
Los uniformados involucrados no actúan de forma jerarquizada bajo un mando centralizado. La investigación apunta a que hay varios grupos de funcionarios que ofrecen servicios a los internos a cambio de dinero. Además de los descritos, también se cuenta el acceso a una red WiFi que puede eludir las antenas inhibidoras del penal.
Hasta el momento, este es el caso más grave de la penetración del crimen organizado en Gendarmería. Agrupaciones como el Tren de Aragua buscan mantener bajo control los penales para dirigir desde ellos sus negocios ilegales, como ya ocurre en países como Venezuela, Ecuador y Brasil. Para lograrlo, corrompen o extorsionan al personal penitenciario, principalmente, por dos motivos: para que permitan el ingreso de dispositivos electrónicos o visitas que facilitan la comunicación con el exterior para la comisión de delitos fuera de los límites de la cárcel, y mejorar la calidad de vida de sus miembros encarcelados.
Según información obtenida por CIPER, los investigadores han logrado acceder a datos bancarios de los implicados y han recopilado pruebas clave, como imágenes y grabaciones telefónicas. Entre estas últimas, destacan al menos cuatro interceptaciones realizadas a María José Carreño, una de las líderes de los «manilleros» de Santiago 1, en las que se evidencia la coordinación con gendarmes para ingresar objetos prohibidos en la cárcel. Las grabaciones, realizadas entre 2023 y 2025, revelan el modus operandi utilizado para llevar a cabo estas actividades, los montos cobrados por los servicios y la identidad de los gendarmes que facilitaban estas acciones a cambio de dinero.
Una de las interceptaciones data del 10 de junio de 2023. Cerca de las ocho de la tarde de ese día, Carreño habló con una “manillera» subordinada (identificada como Valeska) sobre los funcionarios Joel Lagos Olivares, Ricardo Gutiérrez Acuña y Ariel Mallea Alvarado, quienes estarían coordinados con esta organización para permitir el ingreso de diversos productos a cambio de un pago. En particular, conversan sobre la factibilidad de entrar elementos para hacer una completada para 60 personas y discuten cuánto deberían cobrar por ello.
La investigación ha identificado a grupos de “manilleros”, los que fueron denominados con los nombres de sus jefes o el país de origen de sus integrantes: “Dora Jiménez”, “Los Colombia”, “Las Chilenas”, “Las Bolivianas”, “Héctor Pérez Bedregal”, “Maribel Lara”, “Luis Salamanca Ferreira”, “Luis Olivos” y “Mario Soto”.
Carreño forma parte de la organización “Las Chilenas”, donde hay dos jefas identificadas: Carreño y Daniela Jiménez. Aquí operan 10 gendarmes y otros cuatro manilleros.
En el “pinchazo” se revela que, en una actividad de este tipo que hicieron previamente para 20 personas, cobraron $150 mil. Entonces, Carreño indica que cobrará $250 mil y que le dará “una gamba” al funcionario que permita la gestión, sin precisar quién sería. Antes de finalizar la llamada, Carreño detalló que le debe plata al gendarme Lagos por haber ingresado una encomienda en la que iba un perfume.

Imagen referencial (Créditos: Hans Scott / Agencia Uno)
A esa altura, el nombre de Mallea Alvarado ya había sido mencionado en las interceptaciones telefónicas. En una más antigua, fechada el 12 de mayo de 2023, quedó claro que Mallea era de confianza absoluta para este grupo. Cerca de las nueve de la mañana de ese día, la líder de la banda le preguntó al “manillero” Álvaro Jiménez Schulz (hermano de la otra líder de esa organización) si había logrado contactar a un funcionario de apellido Zúñiga para gestionar la entrada de un número indefinido de encomiendas irregulares. Presuntamente habla de otro funcionario investigado: el cabo segundo Rubén Alejandro Zúñiga. Sin embargo, Jiménez le respondió que solo podrían coordinarlo con «Malloa», como solían llamar a Mallea en estas comunicaciones.
Otra de las interceptaciones a Carreño está fechada el 23 de junio de 2023. En esta oportunidad se trata de una conversación con otra “manillera” identificada como Skarleth, a quien le pregunta por el estado de cuatro encomiendas que debía ingresar a la cárcel. Su interlocutora dice que, de acuerdo con gendarmes no individualizados, deberían pagar $600 mil para asegurar su entrada, ya que en una de ellas iba un calientacamas. La trascripción de esa escucha, quedó registrada así:
“Skarlet le respondió que le dijeron (los funcionarios de Gendarmería) que por todas las cosas que querían entrar, por las 4 encomiendas, eran 6 gambas ($600.000 por el ingreso de 04 encomiendas) porque iba el escaldasono (sic)”.
Carreño le pidió que dejara en claro a los gendarmes que debían ingresar todos los paquetes, que de lo contrario no pagaría esa cifra, y que en uno de ellos iba un perfume. Skarleth, entonces, indicó que hablaría con Mallea Alvarado sobre el tema.
Otro “pinchazo” a Carreño que aporta detalles sobre este tipo de operaciones, data del 15 de septiembre de 2025. En esta conversación, la jefa de “Las Chilenas” habla con un interno identificado como “María”, a quien le cuenta que logró ingresar whisky escondido en una botella de Canada Dry para su hijo (presuntamente hijo de la “manillera” que también estaría recluido). Además, le mencionó que le indicó a una gendarme que no debía abrir el recipiente, porque contenía alcohol. Luego, Carreño detalla que otro interno (“Wayán”) le preguntó si podía gestionar el ingreso de 48 kilos de carne junto con otra líder de otra organización, Carmen Gloria Flores, y habla de un pago inmediato por esa mercadería comprada en el supermercado Jumbo. Por último, María le pregunta si podría conseguir 20 “pitos” de marihuana de “luca” ($1.000).
Las conversaciones dan cuenta de preparativos para celebrar fiestas patrias al interior del penal. Y así fue, porque las diligencias ejecutadas por la fiscalía tuvieron su correlato al día siguiente de esa conversación, el 16 de septiembre de 2025. Presuntamente a partir de seguimientos e imágenes, se pudo establecer que, en uno de los puestos de los “manilleros” ubicados fuera de Santiago 1, se prepararon las bolsas con la carne solicitada. Así quedó registrado en la transcripción policial:
“El 16 de septiembre de 2025 se observa que en el puesto de Las Chilenas, confeccionaron las bolsas de encomiendas ocultando en su interior bolsas de carne al vacío y ropa prohibida”
“Posteriormente”, dice el informe con la diligencia, “se observó que estas manillas [o paquetes] fueron trasladadas al sector de Encomiendas en el cual se encontraban los imputados Luis Santana, José Cisterna, Ricardo Gutiérrez y Carlos Marín, quienes finalmente ingresan estas encomiendas con los productos prohibidos al interior de Santiago 1”.
(*) Los antecedentes expuestos en este artículo corresponden a una investigación penal en curso, por lo que las personas mencionadas no deben ser consideradas culpables hasta que la justicia dicte sentencia definitiva.