La seguridad nacional en la frontera norte de Chile: desafíos y soluciones prácticas
31.10.2025
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31.10.2025
 
							
En medio del fragor de la campaña presidencial se ha hablado de las fronteras y de distintas medidas para el control de la migración ilegal. El autor de esta columna hace propuestas desde su experiencia señala que «la provocativa realidad es clara: mientras mantengamos indefiniciones políticas y limitaciones operativas, tanto nuestras comunidades fronterizas como nuestro país enfrentan riesgos inminentes que deben ser gestionados con urgencia y responsabilidad. La seguridad nacional no puede ser vista solamente desde una perspectiva militar; necesita involucrar estrategias integrales donde cada actor juegue su rol adecuadamente dentro del marco normativo establecido».
Créditos de portada: Gobierno Regional Tarapacá / Agencia Uno
Mis mejores años en la Armada de Chile fueron a bordo de un avión P-3 Orion de la Aviación Naval, buscando submarinos, buques de superficie, coordinando helicópteros desde el aire, fiscalizando la Zona Económica Exclusiva, evacuando pacientes médicos, volando sobre la Antártica e incluso buscando veleros que habían quedado a la deriva después de una tormenta, pero eso es para otro capítulo.
En un contexto de creciente preocupación por la seguridad nacional, la permeabilidad de la frontera norte de Chile se ha convertido en un tema crítico que demanda atención inmediata.
El candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast y su equipo de asesores, han presentado el día de ayer, el Plan Escudo Fronterizo.
Con una geografía desafiante, donde muchas áreas se encuentran a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y no son transitables, el control efectivo de esta extensa frontera presenta dificultades significativas. Son aproximadamente 170 km de frontera con Perú y 860 km de frontera con Bolivia, sin embargo , son cerca de 299 km vulnerables. Pasos no habilitados en el área de Ollagüe o Visviri son los que necesitan mayor atención. En estos puntos transitados ilegalmente se trafican mercancías tales como drogas, contrabando de productos electrónicos, vehículos robados, armas e, incluso, personas.
A pesar del auge en el uso de tecnología como drones para monitorear estas áreas, es fundamental reconocer que esta herramienta no es siempre es la adecuada y es totalmente insuficiente e infructuosa si no está acompañada por una componente terrestre robusta capaz de actuar rápida y decisivamente para detener a los individuos involucrados en actividades ilícitas. La falta de aeronaves -tripuladas o no tripuladas- apropiadas para operar en estas altitudes complejas limita aún más nuestra capacidad operativa.
Como referencia, el ojo humano con buenas condiciones climáticas, podrá ver hasta 5 km, en donde le afecta la curvatura de la tierra. Un drone comercial/no militar tipo hexacóptero de los que operan actualmente, puede operar hasta 8 km por 40 minutos. Si restamos el tiempo de desplazamiento del UAV, el tiempo real de operación se limita a 30 minutos. En la actualidad, existen drones militares con una autonomía de más de 12 horas y capaz de operar hasta 185 km.
Acciones concretas para mejorar la seguridad fronteriza:
1. Desarrollo e Implementación de Vehículos Todo Terreno Adaptados:
Invertir en vehículos diseñados específicamente para operar eficazmente a gran altura y terrenos difíciles. Esto incluye 4×4 con capacidades todo terreno mejoradas, equipados con drones más pequeños que puedan ser desplegados rápidamente como apoyo inmediato en áreas remotas y cámaras para visión nocturna.
2. Integración Tecnológica: medios aéreos + terrestres + inteligencia
Crear una red integrada que combine vigilancia aérea mediante drones o aviones de exploración con unidades terrestres móviles equipadas con tecnología avanzada (como visión nocturna y dispositivos térmicos). Esta sinergia permitiría no solo detectar actividades ilegales sino también responder rápidamente ante cualquier eventualidad y poder ejercer lo que los americanos llaman “law enforcement” o aplicación efectiva de la ley. A esto se le debe sumar información de inteligencia, ya que los traficantes buscarán horarios y rutas alternativas, que se pueden observar y predecir mediante el estudio sistemático de imágenes satelitales.
3. Fortalecimiento del Marco Legal e Institucional:
Es crucial agilizar la discusión sobre las Reglas de Uso de la Fuerza actualmente pendientes en el Congreso, las cuales son esenciales para otorgar claridad legal a las Fuerzas Armadas respecto a sus atribuciones al intervenir ante situaciones ilícitas en la frontera. Sin estas normas claras, nuestros efectivos pueden verse limitados al momento requerido actuar frente a amenazas o ilícitos inminentes.
Además, vale destacar que actualmente existe una falta notable de voluntad económica y política por parte de los últimos gobiernos para implementar medidas más estrictas sobre el cierre temporal o control efectivo contra Bolivia. Esta postura debe reevaluarse considerando los desafíos presentes y futuros relacionados con el tráfico ilegal que ya afecta gravemente nuestra soberanía.
El fortalecimiento integral del control fronterizo no solo requiere inversión tecnológica; necesita un enfoque estratégico coherente que aborde tanto los aspectos operativos como legales necesarios para defender nuestras fronteras eficientemente.
La provocativa realidad es clara: mientras mantengamos indefiniciones políticas y limitaciones operativas, tanto nuestras comunidades fronterizas como nuestro país enfrentan riesgos inminentes que deben ser gestionados con urgencia y responsabilidad.
La seguridad nacional no puede ser vista solamente desde una perspectiva militar; necesita involucrar estrategias integrales donde cada actor juegue su rol adecuadamente dentro del marco normativo establecido.