El parecetamol y el autismo. Una reflexión personal sobre los dichos de Donald Trump
24.09.2025
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24.09.2025
El autor de esta columna comenta los dichos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien relacionó el autismo con el uso de parecetamol durante el embarazo. Dice que efectivamente «la administración Trump se ha basado en artículos científicos», pero que «el problema suele estar cuando la evidencia se interpreta apresuradamente de forma equivocada, o cuando se utilizan los datos sesgadamente para defender una posición política o ideológica». Y agrega que «lo más grave es que en su discurso el presidente Trump habla sobre las desgracias de las familias por tener un hijo autista, o se refiere a la “epidemia” de autismo. ¿Si es así, me pregunto si se está planteando “prevenir” el autismo hasta erradicarlo? ¿Así como si se tratara de un virus o condición indeseable?».
Créditos imagen de portada: UN Photo / Loey Felipe
Las declaraciones de Donald Trump sobre la potencial asociación entre el paracetamol (acetaminofeno) y el desarrollo de autismo han puesto de nuevo sobre el tapete la discusión sobre el origen de ésta y otras condiciones neurodivergentes. Yo, como investigador en salud materno-fetal y, sobre todo, como padre de niño autista y como adulto autista, no puedo dejar de manifestar algunas cuestiones que creo son relevantes en esta discusión.
Lo primero es que la administración Trump se ha basado en artículos científicos publicados por grupos de prestigio, en revistas serias y son trabajos que tienen toda la rigurosidad científica necesaria. La suma y acumulación de evidencia científica es objetiva, el problema suele estar cuando la evidencia se interpreta apresuradamente de forma equivocada, o cuando se utilizan los datos sesgadamente para defender una posición política o ideológica.
En este caso, los mismos autores en sus artículos señalan que es necesario seguir investigando el tema y que las asociaciones observadas no permiten determinar causalidad. Es más, otro artículo reciente en población japonesa concluye que las potenciales asociaciones que se encuentran (débiles en este caso) entre el uso del paracetamol y desarrollo de autismo o déficit atencional podrían deberse a factores que no han podido considerarse por falta de información. Por ejemplo, factores paternos, traumas o diversos estresores que afecten el periodo perinatal, o disparidades en la forma de establecer el diagnóstico de la condición de neurodiversidad. Estos contrastes pueden indicar que hay diferencias entre las poblaciones, que pueden ser tan complejas como ir desde diferentes bases genéticas, condiciones ambientales, como diferentes prácticas culturales al momento de recetar fármacos o de consumir fármacos sin prescripción o en dosis más elevadas que las que se prescriben.
Como digo, la evidencia científica surge de un proceso meticuloso y los equipos científicos interpretan sus resultados responsablemente, considerando las limitaciones de los estudios. Así, es relevante considerar que el uso del paracetamol (o quizás otro fármaco también), de amplio uso en población embarazada, podría generar un ambiente favorable al desarrollo de una condición neurodiversa, sin existir por ahora una relación causa-efecto, con la premisa de tener precaución y continuar con los estudios. Siempre es importante destacar que el paracetamol, por muy familiar y común que sea su consumo, sigue siendo un fármaco que, en dosis elevadas, de forma crónica o consumido en determinadas condiciones, puede tener efectos adversos.
A mí me parece muy bien que la administración Trump declare que le darán énfasis a la investigación sobre las condiciones y los factores ambientales y externos que pueden afectar el desarrollo del embarazo y que pueden asociarse con alguna condición del neurodesarrollo o con alguna enfermedad del embarazo y parto prematuro, que en Estados Unidos tienen una alta incidencia. Quizás de esa manera encuentren los excelentes artículos publicados que dan cuenta del mayor riesgo de enfermedades y resultados adversos perinatales que sufren las mujeres afroamericanas en Estados Unidos, que no se atribuyen a condiciones biológicas o genéticas, sino que, a condiciones de vida que atentan a la salud y falta de acceso a controles de embarazo oportunos, destacándose que los propios estudios están afectados por una perspectiva racista estructural.
Lo más grave es que en su discurso el presidente Trump habla sobre las desgracias de las familias por tener un hijo autista, o se refiere a la “epidemia” de autismo. ¿Si es así, me pregunto si se está planteando “prevenir” el autismo hasta erradicarlo? ¿Así como si se tratara de un virus o condición indeseable?
Lo primero que hay que destacar es que son muchas las personas que han vivido y que viven siendo autistas, un gran porcentaje sin tener diagnóstico. En mi caso, por ejemplo, recibí mi diagnóstico recién a los 45 años luego de que se comenzara a ser más evidente por el diagnóstico de mi hijo. Así, somos muchos los y las autistas que contribuimos significativamente al desarrollo desde diversas áreas, se conocen muy destacables aportes en las ciencias, en las artes, en la música y seguro que diversos espacios de la vida cotidiana en que un autista puede pasar como alguien introvertido, de costumbres más reservadas, pero muchas veces confiable, solidario y comprometido cuando se requiere de su ayuda. Por ejemplo, se puede destacar una editorial publicada en la revista Science por el profesor Holden Torp, destacado científico, que ha ocupado cargos de decano y rector universitario. En esta editorial el profesor Torp habla sobre su propia experiencia siendo diagnosticado tardíamente como autista, relata algunas de las dificultades sociales, pero, sobre todo, destaca el enorme potencial científico de la neurodiversidad y que ciertos rasgos conductuales y cognitivos que parecen inusuales para algunos, pueden ser importantes catalizadores de la búsqueda científica.
Como comunidad científica, médica y como sociedad, nos tenemos que poder de acuerdo en si consideramos las condiciones de neurodiversidad como parte de un proceso o mecanismo biológico del desarrollo que se da dentro de un amplio rango de posibilidades fisiológicas, que siempre ha estado presente, o que inclusive podría estarse dando con mayor frecuencia ante las condiciones climáticas y de vida cambiantes. ¿Pero si así fuera, es algo que queremos evitar? O primero debemos entender sobre las experiencias de vida en la neurodiversidad para establecer si es factible evitar estas condiciones o si es o no conveniente modificar ciertas conductas que se han observado en el autismo.
Por ejemplo, se ha observado que adolescentes autistas son más abiertos a aceptar las relaciones entre personas del mismo sexo, manifestando menos rechazo a las orientaciones sexuales diversas en comparación con adolescentes neurotípicos comparables. También se ha indicado que la falta de flexibilidad, que puede causar algunos problemas, también se puede asociar con un compromiso muy firme con los acuerdos y con la justicia, lo que es algo que podemos pensar sería muy positivo si fuera una característica generalizada. En estudios sobre maternidad y paternidad en autismo se ha indicado que se aprecia un fuerte compromiso con los hijos, en que se ponen por delante las necesidades del hijo o la pareja por sobre las propias. También se destaca que padres autistas con hijos autistas pueden fortalecer el desarrollo de sus hijos por la experiencia propia, generando un vínculo que se basa en la comprensión por lo que pasa su hijo en diversas etapas.
Entonces, si vemos las características positivas de la neurodivergencia, ¿debiéramos plantear como objetivo el prevenir que nazcan personas con estas condiciones?
Yo creo que desde la investigación y la política hay que plantearse el objetivo de comprender cómo las personas en la neurodiversidad perciben y experimentan las diferentes situaciones de la vida, para modificar o adaptar aspectos estructurales, culturales y sociales que dificultan la vida de las personas neurodivergentes y las hacen susceptibles a sufrir discriminación, maltratos, abusos y problemas de salud mental, entre otros.