La importancia de saber qué piensan los presidenciables sobre salud y bienestar laboral
27.05.2025
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27.05.2025
La autora de esta columna escrita para CIPER analiza los datos disponibles sobre salud mental y trabajo y comenta la importancia de que la ciudadanía esté atenta a la opinión de los postulantes a La Moneda respecto de tres temas relevantes. Al respecto, sostiene que “la salud mental de todos los trabajadores depende de líderes con una visión clara y sólida en la materia, siendo clave que se comprenda el trabajo más allá de una dimensión puramente contractual y economicista”.
Imagen de portada: Cooperativa.cl
En entrevista en Radio Cooperativa del 29 de abril, el candidato Johannes Kaiser aseveró que la Ley Karin -que aborda el acoso sexual, laboral y la violencia en el trabajo- ha contribuido a aumentar el desempleo femenino. Más allá de la ausencia de evidencia para respaldar su afirmación, Kaiser planteó una serie de falacias o razonamientos ilógicos para invalidar esta normativa. Por ejemplo, el candidato apela falazmente desde la evidencia anecdótica, argumentando que “el director de la Inspección del Trabajo está querellado por Ley Karin”; la falacia ad populum, insinuando que “la percepción es que podría tener un impacto en la voluntad de contratación”; y la falacia de la sobre simplificación, exponiendo que la Ley Karin es deficiente porque “está generando un ruido de procesos, una ola de procesos gigante”.
Más allá de los argumentos faltos de una lógica consistente, este tipo de declaraciones revela una comprensión pobre y limitada del trabajo, que lo reduce a una dimensión contractual y económica, categoría que no necesariamente resalta su centralidad en cuanto a nuestras posibilidades de desarrollo, su rol en el vínculo social, la distribución de poder y democracia y, sobre todo, en cuanto a nuestra salud mental y bienestar psicosocial. Por ello, consideramos importante conocer qué piensan quienes podrían ser nuestros futuros gobernantes en, al menos, tres temas claves en esta materia.
Primero, sería interesante que los y las candidatas se pronunciaran abiertamente sobre cómo piensan abordar el problema de las enfermedades mentales de origen laboral, que según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social alcanzan aproximadamente el 68% de todas las enfermedades del trabajo, superando con creces a las musculoesqueléticas, dermatológicas y respiratorias. Además, sería importante saber cómo piensan enfrentar el problema de las subcalificaciones de las enfermedades mentales laborales por parte de los organismos administradores (Mutualidades). ¿Pondrán urgencia al proyecto que busca crear un organismo independiente para calificar estas enfermedades y evitar el conflicto de intereses de las mutualidades, que actúan como juez y parte al momento de calificar?
Segundo, ¿qué piensan hacer en relación a la implementación obligatoria del Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales, que busca reducir las enfermedades profesionales, sobre todo las de tipo mental? Las cifras de la Superintendencia de Seguridad Social estiman que anualmente tan sólo se evalúa al 27% de los trabajadores, a pesar de la obligatoriedad que el empleador tiene de realizar una evaluación del riesgo psicosocial. ¿Qué harán los candidatos? ¿Aumentarán las fiscalizaciones de las empresas por parte de la Dirección del Trabajo? ¿Otorgarán mayores responsabilidades a las mutualidades para que éstas fiscalicen con rigurosidad y multen a sus empresas clientes?
Y tercero, ¿qué piensan sobre la Ley Karin y la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, que reconoce el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso? Ya sabemos lo que piensa Johannes Kaiser, pero es necesario escuchar y conocer lo que piensan todos los candidatos y candidatas. Según cifras de la Asociación Chilena de Seguridad, más del 55% de las enfermedades mentales de origen laboral tienen su causa en la violencia y el acoso. Por tanto, el reforzamiento a la Ley Karin en cuanto a un aumento de la dotación de funcionarios en la Dirección del Trabajo para realizar las investigaciones y cumplir con los plazos que demanda la ley sería algo razonable. Existen brechas importantes para que la Lay Karin funcione de manera efectiva, sobre todo en cuanto a la prevención del acoso sexual, laboral y la violencia.
Como dijimos anteriormente, el trabajo constituye un espacio vital en el desarrollo de la vida social y la democracia de un país, y más aún en la salud y el bienestar de toda su población. De hecho, estudios comprueban cómo los índices de salud y bienestar laboral correlacionan con la salud mental a nivel social. Hay estudios que incluso evidencian el modo en que políticas en esta materia son capaces de movilizar indicadores a nivel del PIB de un país. Finalmente, si reflexionamos, un adulto que trabaja 40 horas semanales, desde los 22 hasta los 65 años, dedica aproximadamente 89.440 horas al ámbito laboral. Gran parte de nuestra vida ocurre en este espacio, donde merecemos contar con salud y bienestar.
En síntesis, creemos que es necesario que los candidatos se pronuncien en cuanto a los temas críticos concernientes a la salud y seguridad en el trabajo. La salud mental de todos los trabajadores depende de líderes con una visión clara y sólida en la materia, siendo clave que se comprenda el trabajo más allá de una dimensión puramente contractual y economicista.