CARTAS: Servicio de Protección Animal y conductas violentas
01.04.2024
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01.04.2024
Señor director: Como Fundación Justicia Interespecie lamentamos que un proyecto de ley tan mal ideado y desarrollado, como lo es el boletín 12271-01 —que pretende considerar a los perros abandonados como “asilvestrados”, “especie exótica invasora”, y permitir su caza como “método” de control poblacional—, haya llegado a la instancia de ser votado en la Cámara de Diputadas/os este lunes 1 de abril.
Cualquiera que haya estudiado con algo de detención el tema sabe que matar a los perros no soluciona el problema de fondo, ya que los nacimientos son exponenciales y el abandono seguirá ocurriendo, por lo que tendremos más perros reemplazando los que sean asesinados. Lo que sí se lograría, de aprobarse este proyecto, es un refuerzo de las conductas de violencia en humanos, afectando a humanos y otros animales. Estudios del área de la psicología muestran que la crueldad hacia los animales está relacionada a la violencia intrafamiliar y las conductas violentas y delictivas. Los humanos que incurren en la caza desarrollan placer con la muerte de un ser indefenso, y muchas veces replican esta “enseñanza” en los menores que están bajo su cuidado. Al normalizar el daño a un otro de esta forma se afecta el desarrollo de la empatía y la inteligencia emocional de niñas, niños y adolescentes, y compromete aún más las capacidades emocionales de los adultos.
Frente a la necesaria pregunta: ¿entonces, qué hacemos? —porque es incuestionable que tenemos un problema grave de desequilibrio poblacional canino—, queremos señalar que es urgente una nueva institucionalidad de Protección Animal, en la que el Estado cumpla el rol que le corresponde, desde una mirada sistémica y de política pública, en el desarrollo, articulación y gestión de estrategias eficaces para esterilizar masivamente, con metas de esterilizaciones basadas en datos poblacionales, que permitan frenar dicho desequilibrio, y con carácter de urgencia en las zonas identificadas de mayor riesgo de ataques. Es esencial, dentro de las medidas a adoptar, que cada municipalidad cuente con un centro veterinario de esterilización y atención primaria, como ya lo han concretado algunas comunas como Parral, Mejillones y Pelluhue gracias a fondos SUBDERE y de gobiernos regionales; y, sobre todo, reconocer cuáles son los aspectos psico-sociales que afectan a las comunidades y a las personas e impiden una tenencia responsable, para abordarlo desde la educación en vínculo responsable humano-animal no humano.
Es momento de decirlo: el Programa de Tenencia Responsable de Animales de Compañía (PTRAC) no es suficiente. Necesitamos un Servicio de Protección Animal que cuente con las competencias necesarias para implementar estrategias eficaces de equilibrio poblacional canino, y así avanzar en la protección humana y de los animales en general. La cuestión animal es una preocupación importante para la ciudadanía, lo que ha quedado demostrado en dos procesos constituyentes, que los incluían en lo más alto del ordenamiento jurídico. Y, por cierto, sin distinción de especie.
Esperamos que la/os legisladores, así como el gobierno, puedan canalizar estas demandas ciudadanas desde una propuesta bien hecha, basada en evidencia y considerando el trabajo de las organizaciones de protección y promoción de los derechos animales.