CARTAS: El tabú de la no experiencia laboral

Señor director: Las nuevas oportunidades que te brinda el mundo, la tecnología, los viajes, la moda, los  nuevos sitios y las nuevas personas. La interculturalidad, la diversidad y todo lo que te  ofrece el egreso de la universidad y la llegada al mundo adulto. Se abre un nuevo camino  que antes no habías recorrido. Ahora, titulada y llena de sueños, sales al mundo esperando  conquistarlo y generar un impacto con tus ideas. Pero, contrario a lo que por años  aprendiste, pronto te das cuenta de que, en la realidad, sigues siendo demasiado joven, demasiado  inexperta o demasiado soñadora como para ser contratada por cualquier empresa respetable  que dentro de sus estándares de recursos humanos piden tener mínimo tres a cinco años  de experiencia para formar parte de su equipo.

Y te preguntas: ¿cómo? ¿Cómo consigo esta  experiencia en el campo, si nadie ofrece la oportunidad de comenzar cuando recién he  egresado de mi carrera? ¿Es que acaso solo aquellas personas que tienen contactos o que  nacieron en cuna de oro podrán iniciar en el mundo laboral de forma grata y pacífica?  ¿Qué queda para nosotras, las que no dormíamos estudiando y que nos consolaba la idea de  un futuro laboral prometedor?

Por eso critico y alzo la voz a través de mis palabras. Hablo de esto, porque nadie más lo hace de forma pública, pues nos enseñaron  que no está bien demostrar debilidad o disconformidad con tu historial laboral. En las  reuniones de ex alumnos, somos solo un conjunto de niños y niñas con títulos universitarios, jugando a pretender que se les abrieron caminos fáciles y exitosos, cuando en realidad  todos y todas nos enfrentamos al mismo problema al egresar: no tenemos experiencia, y nadie nos la dará. 

Espero, que con este escrito se abra un debate en el que todas y todos participemos, y que este  tabú de la no experiencia se transforme en un mal recuerdo. Profesionales, tenemos. Solo falta que nos dejen soñar.