CARTAS: 26 de enero – Día Mundial de la Concientización de la enfermedad de Kawasaki

Señor director: La enfermedad de Kawasaki fue descrita por primera vez en el año 1967 por el médico japonés Dr. Tomisaku Kawasaki. Es una enfermedad aguda con inflamación de pequeños y medianos vasos (vasculitis), y se presenta fundamentalmente en menores de 5 años que tienen una predisposición genética a la enfermedad. Es más prevalente en países como Japón.

Se ha postulado la presencia de un agente infeccioso como desencadenante de la respuesta inflamatoria, que es la base de esta enfermedad. Sin embargo, hasta ahora, no ha logrado identificarse y ha sido asociado a varios microorganismos y agentes tóxicos.

La enfermedad se caracteriza por la presencia de fiebre de al menos cinco días de evolución, conjuntivitis, adenopatía de localización cervical, exantema, cambios en la mucosa oral con labios rojos con grietas y fisuras, cambios en las extremidades con edema y descamación, y la presencia de aneurismas coronarios, que es la principal complicación de la enfermedad. Los aneurismas se pueden presentar en el 25% de los casos no tratados y son la principal causa de cardiopatía coronaria adquirida en Pediatría.

El tratamiento se basa en la administración de inmunoglobulina de uso endovenoso en dosis alta, con la finalidad de disminuir la respuesta inflamatoria y reducir la probabilidad de aneurismas coronarios, y debe administrarse antes de los diez días de evolución de la enfermedad. Se asocia al uso de ácido acetilsalicílico en dosis antiinflamatorias durante la fase aguda y posteriormente en dosis antiagregante plaquetario. Requiere de un manejo hospitalizado para monitorizar las posibles complicaciones cardíacas y la administración del tratamiento.

Debido a las posibles complicaciones coronarias, los pacientes con esta afección deben ser controlados a lo largo de la vida por cardiología, fomentar un estilo de vida saludable y evitar factores de riesgo coronario como el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo. Es importante el diagnóstico precoz para realizar un tratamiento adecuado y disminuir así las probabilidades de formación de aneurismas coronarios.