CARTAS: Conflicto en Medio Oriente
17.10.2023
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17.10.2023
Señor director: «Palestina» es la denominación vigente más antigua para dicha región. Su etimología dice relación con los Estados filisteos, que datan del siglo XII a.C. No obstante, la primera denominación registrada, desde el siglo XXX a.C., es «Canaán». Ciudades como Jerusalén o Jericó son anteriores a la invasión hebrea (desde el siglo IX a.C.).
Los israelitas no fueron los primeros en habitar el territorio. Tampoco quienes lo hicieron por más tiempo: entre los siglos II y XVIII la presencia judía fue minoritaria. Diversos pueblos, culturas y Estados se establecieron a lo largo de la historia. Entre ellos, los árabes, cuya presencia ininterrumpida se remonta a la Alta Antigüedad, volviéndose mayoritaria en el siglo VII.
El territorio en que se asienta Israel también es Palestina ocupada. El Estado hebreo es ilegítimo, pues descansa en el sionismo, ideología surgida en el siglo XIX que promueve la instalación de un «hogar nacional judío» en Palestina, mediante la inmigración y colonización masivas, y en el que únicamente los judíos gozan del derecho de autodeterminación, negando la existencia y los derechos nacionales de los árabes palestinos, habitantes nativos. Desde 1948 —cuando Israel fue creado, a través de la expoliación de hogares y tierras—, el régimen sionista ha sometido a la población palestina, tanto cristiana como islámica, al apartheid y al terrorismo de Estado, cometiendo crímenes de guerra y lesa humanidad ampliamente documentados.
La «solución de dos Estados» es inviable, dada la vulneración sistemática, por la parte israelí, de los Acuerdos de Oslo. Debe haber un solo Estado: Palestina. Para árabes y hebreos; cristianos, musulmanes, judíos, samaritanos y drusos. Sin supremacismos étnicos o religiosos. Estos días Israel está causando la peor catástrofe humanitaria que sufriera Gaza, donde la mitad de la población son niños. Habrá más sufrimiento, dada la invasión terrestre anunciada, y ante la complicidad o indiferencia de parte de la comunidad internacional, especialmente en Occidente.
Al pueblo palestino lo asiste el supremo recurso de la rebelión contra la tiranía, según el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Resistir al genocidio y la limpieza étnica es su derecho natural e inalienable.