Cartas: El fenómeno Kast en el contexto de la extrema derecha regional y global

La victoria de José Antonio Kast, candidato presidencial del Partido Republicano, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre de 2021 en Chile representa un triunfo para la extrema derecha regional y global. No se trata de un fenómeno aislado, sino que, por el contrario, de una tendencia. Iniciada en Europa, ésta se ha extendido también hacia América Latina y el mundo.

Desde la crisis financiera de 2008 se observa el avance de una nueva derecha radical, con un discurso en contra principalmente de la globalización y de lo que representa el orden liberal mundial, y que encuentra en el ataque a la migración uno de sus principales focos. Otro de los temas de la agenda nacional, regional y global de la extrema derecha dice relación con una fuerte oposición a los logros alcanzados en materia de derechos civiles, especialmente del mundo LGBTQ, de los movimientos feministas y de grupos minoritarios.

En un primer periodo, que abarca hasta el 2016, este era un fenómeno principalmente limitado al continente europeo, expresado en las victorias de Viktor Orban como Primer Ministro de Hungría (2010), del partido Unión Cívica Húngara; y de Andrzej Duda como presidente de Polonia (2015), del partido Ley y Justicia. Cabe mencionar también a Matteo Salvini, de la Liga del Norte, quien fuera ministro del Interior y vicepresidente de Italia desde junio de 2018 hasta septiembre de 2019; y a Heinz-Christian Strache, presidente del Partido de la Libertad, vicecanciller de Austria desde marzo de 2017 a mayo de 2019.

La nueva derecha radical tiene también fuerzas importantes en Alemania, Suecia, Dinamarca, Francia, España, entre otros países (este último, importante de considerar por sus vínculos con América Latina).  En las elecciones nacionales de 2019 en España,  el partido Vox, dirigido por Santiago Abascal, se convirtió en el tercer partido político más votado, alcanzando poco más del 15%.

Tres años antes, en noviembre de 2016, la victoria de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos hizo escalar el fenómeno de la nueva derecha radical a una dimensión global. Y en 2018, el triunfo electoral de Jair Bolsonaro en Brasil demuestra que este es un tema que también es trascendental en la política latinoamericana. El reciente triunfo de José Antonio Kast en Chile se da en un contexto caracterizado, al menos desde 2008, por un remarcable ascenso de las fuerzas de extrema derecha globales y regionales.

Aunque estos líderes defienden una idea primariamente nacional y nativa —como ejemplos, los de “America first”, de Trump; y “Brasil primero”, de Bolsonaro—, también son profundamente internacionales, en cuanto a la generación de vínculos y redes. Desde 2018, la Cumbre Conservadora de las Américas reúne a diversos líderes de la extrema derecha del continente (entre los que destacan Kast y Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasilero). El encuentro fue convocado por el Partido Social Liberal, donde milita actualmente Eduardo Bolsonaro y hasta el 2019 estaba también afiliado el presidente brasileiro.

En el ámbito continental, es también destacable mencionar a Steve Bannon, ex asesor de Trump, quien ha constituido una organización con sede en Bruselas, “El Movimiento”, que también se ha acercado a América Latina, a través de sus contactos con los Bolsonaro. De hecho, Eduardo es el líder de esta organización en el hemisferio sur y Brasil es un aliado clave a partir de la presidencia de Jair.

Otra instancia internacional que reúne a la extrema derecha mundial es el llamado “Foro de Madrid”, vigente desde marzo de 2020, en el cual tiene un papel clave Santiago Abascal, líder de Vox. El objetivo declarado del Foro es contrarrestar al Foro de Sao Paulo, constituido por partidos latinoamericanos de izquierda a partir de 1990. Abascal se ha propuesto estrechar vínculos con la extrema derecha latinoamericana, donde además de los Bolsonaro, aparece ahora como un referente primordial la figura de Kast. De hecho, el líder de Vox ha saludado de manera entusiasta el éxito del líder republicano, con el que ha mantenido varios encuentros, señalando que este es el único candidato que puede detener el comunismo en Chile.

En definitiva, la victoria de Kast en la primera vuelta presidencial responde a un contexto de crecimiento de la nueva derecha radical, tanto regional como global, y representa un avance sustancial para el logro de los objetivos planteados en El Movimiento y el Foro de Madrid. Su eventual victoria en segunda vuelta presidencial sería un triunfo global para una corriente política que convertirá a Kast en un nuevo referente. Trump, Orban, Salvini, Bolsonaro, Abascal, Kast son un fenómeno importante que nos recuerda que la extrema derecha está más presente que nunca a ambos lados del Atlántico y también en el Pacífico.