INICIALMENTE SE CONTABILIZARON HOTELES QUE NUNCA SE INTEGRARON A LA RED
Residencias sanitarias “fantasmas”: en junio se informaron 12.310 cupos y 3.296 de ellos no existían
07.07.2020
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INICIALMENTE SE CONTABILIZARON HOTELES QUE NUNCA SE INTEGRARON A LA RED
07.07.2020
El 7 de junio la Presidencia anunció que se había cumplido la meta de contar con más de 10 mil cupos para residencias sanitarias. Pero la presión para lograr ese objetivo llevó a contabilizar hoteles que, aunque estaban en negociaciones, jamás se integraron a la red. Por eso, en los informes oficiales del Minsal del mes pasado se aprecian aumentos y caídas desconcertantes. La Región de O’Higgins, por ejemplo, al 3 de junio tenía apenas un centenar de cupos y en solo 48 horas alcanzó 1.894, pero trece días después cayó a 180. Variaciones igual de insólitas se dieron en Valparaíso, Los Ríos, Magallanes y Araucanía.
El informe diario del Ministerio de Salud (Minsal) del 26 de junio era distinto a los anteriores. En su última página, en el numeral VI sobre residencias sanitarias, ya no estaba el registro histórico de disponibilidad, usabilidad y número de las habitaciones para personas con Covid que no pueden hacer el aislamiento en sus casas. En su lugar, comenzó a aparecer solo la cantidad de cupos disponibles a la fecha de corte del documento, que va con dos días de desfase. El problema es que desde hacía días se mostraba una curva preocupante, la que ilustraba un aumento constante en el uso de las residencias y una fuerte reducción en el cupo de estas.
La curva de junio muestra “saltos” inexplicables en el número de residencias sanitarias disponibles. Así, al 10 de junio se informaba que había 12.310 cupos habilitados. Pero, solo ocho días después, se redujeron a 9.014. ¿Qué pasó con los 3.296 que se perdieron en ese lapso? Un salto a la inversa había ocurrido entre el 2 y el 4 de junio, cuando el cupo aumentó en 7.166. Más del doble de habitaciones disponibles en sólo 72 horas.
Funcionarios del Minsal que trabajan en estos registros informaron a CIPER que estos cambios repentinos se deben a que se habían contado hoteles con los que solo se había logrado un acuerdo de palabra, pero cuyos propietarios después desestimaron integrarse a la red. Un proceso desprolijo que enturbia aún más la forma en que la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Minsal ha manejado los tratos con residencias sanitarias.
El tema saltó a la palestra cuando el diario electrónico Interferencia publicó una serie de reportajes sobre graves faltas a la probidad en el contrato de un hotel que pertenece al encargado de coordinar estas residencias sanitarias en el Minsal (lea reportaje de CIPER “Residencias sanitarias: los nombres de la UDI en la trama del contrato que favoreció al Hotel Clínico”). El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, denunció los hechos a la Fiscalía y pidió la revisión de todos los contratos de hoteles. Desde La Moneda, se encargó a un equipo liderado por el ex subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, intervenir para poner orden.
El tema es preocupante porque los cupos en residencias sanitarias son una parte clave de la estrategia del gobierno para frenar la pandemia: detectar los casos positivos de Covid, ubicar a todos sus contactos y aislarlos. Es lo que los expertos llaman TTA (testear, trazar y aislar). Y para cumplir con el último eslabón –el aislamiento–, las residencias sanitarias juegan un rol fundamental. Especialmente en las comunas populares, donde el contagio y los decesos han sido mayores, precisamente porque uno de los factores es el hacinamiento que impide hacer la cuarentena sin exponer al resto de los residentes.
CIPER revisó en los informes oficiales del Minsal el detalle de los números de residencias y disponibilidad, encontrando diferencias abismales entre un día y otro en las regiones de Valparaíso, O’Higgins, La Araucanía, Magallanes y Los Ríos. La primera, por ejemplo, el 2 de junio aparece con 543 cupos disponibles, pero lo que pasa en los días siguientes es desconcertante: el 3 de junio figura con 1.742 cupos, marcando un aumento de 1.199 habitaciones en solo 24 horas; al día siguiente vuelve a bajar a 587, lo que implica una reducción de 1.155, y finalmente aparece en la nómina del 5 de junio con 2.604 cupos.
En el caso de O’Higgins se verificó un aumento y luego una baja significativa en un corto período. El 3 de junio, esta región aparecía con menos de un centenar de cupos y en sólo 48 horas alcanzó 1.894 habitaciones. Apenas 13 días después, el 17 de junio, esa disponibilidad cayó a 180.
En La Araucanía, Los Ríos y Magallanes, los informes oficiales mostraron un aumento que duró sólo un día: el 4 de junio. La primera tenía 248 el 3 de junio, subió a 3.041 al día siguiente y volvió a bajar a 258 al subsiguiente. En el mismo lapso, Los Ríos pasó de 455 a 1.894 y finalmente cayó a 147. En Magallanes, de 190 se pasó a 3.342 y luego bajó a 76.
Estas variaciones se deben a fallas en el modelo de gestión que inicialmente llevaba la Subsecretaría de Redes Asistenciales y que hoy –en el intento de ordenar el tema– pasó a manos de las secretarías regionales ministeriales de Salud (Seremi). De hecho, la intervención de las autoridades locales de Salud de Valparaíso terminó con la suspensión del contrato con un hotel de San Antonio perteneciente a la familia del subsecretario de Obras Públicas y vicepresidente de la UDI, Cristóbal Leturia.
Funcionarios de distintos servicios de Salud y del Minsal relacionados con el procesamiento de estos contratos, indicaron a CIPER que hubo problemas en el conteo de las residencias sanitarias desde un comienzo. “Primero contabilizaban las camas, incluso aunque fueran varias en una misma habitación”, dice un funcionario que debía llevar estos registros en una región. Luego contabilizaron sólo las habitaciones disponibles. Lo hacían en una planilla o entregando la información a través de un formulario en línea. Sin embargo, anotaban los hoteles antes de que se firmaran los contratos. En muchos casos las negociaciones fallaron y los dueños de estos establecimientos, que ya estaban contabilizados en los informes de disponibilidad de residencias sanitarias, declinaban sumarse al sistema.
Incluso, se llegaron a contabilizar residencias sanitarias consideradas como de “respaldo”, debido a su lejanía de los centros urbanos, como ocurrió con hoteles ubicados en Coya (O’Higgins) y Olmué (Valparaíso).
Este conteo desprolijo, indican funcionarios que participaron en el registro, fue forzado por la necesidad de cumplir el requerimiento solicitado por la Presidencia de la República y el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich: alcanzar 10 mil cupos en residencias sanitarias. De hecho, el 7 de junio la Presidencia de la República informó que se había alcanzado esa meta: “Esta semana se ha logrado más que duplicar el número de cupos disponibles en residencias sanitarias cumpliendo el compromiso de superar los 10 mil a los que se había comprometido el Gobierno. Al 5 de junio, hay un total de 129 residencias habilitadas con 2.462 usuarios y 11.631 cupos distribuidos a lo largo de todo Chile” (vea la nota de prensa de la Presidencia, último párrafo).
El compromiso obligó a acelerar a fondo para alcanzar la cifra. Entonces, en una bolsa se incluyeron los hoteles listos para funcionar, los que estaban en negociaciones para firmar convenio o contrato y los que actuarían solo como “respaldo”.
CIPER llamó a varios establecimientos de regiones para consultar si habían sido parte de las negociaciones, si prestaban el servicio o si estaban cerrados. Uno de ellos, que pidió confidencialidad, dijo a CIPER que tuvo conversaciones con el Minsal, pero que no llegaron a un acuerdo: “Yo pedía un piso mínimo para asegurar el cupo parcial o total”. Nunca supo si lo contabilizaron o no, aunque asegura que, como en toda negociación, entregó información sobre el número de habitaciones.
Varios de estos establecimientos pidieron que se les pagara un piso mínimo o el total de habitaciones, independiente de su uso. Así lo aseguró el representante del gremio a El Desconcierto y así aparece en algunos de los contratos firmados por el Minsal. CIPER tuvo a la vista un par de estos documentos y entre sus cláusulas se establece un pago mínimo.
CIPER consultó sobre estas variaciones al Minsal y no obtuvo respuesta. Hasta el 5 de julio había 9.952 cupos totales informados y más de la mitad, 5.367, estaban siendo utilizados.