CIFRAS NO CUADRAN CON DATOS DEL MINSAL, QUE HA DICHO QUE SE COMPRARON SOLO 797
Registros de Mercado Público indican que se sumarán 1.532 ventiladores a la red de salud, pero no se sabe cuándo llegan
04.04.2020
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CIFRAS NO CUADRAN CON DATOS DEL MINSAL, QUE HA DICHO QUE SE COMPRARON SOLO 797
04.04.2020
CIPER rastreó todas las órdenes de compra emitidas desde que comenzó la emergencia por coronavirus y comprobó que serán 1.532 los ventiladores mecánicos que se incorporarán al sistema de salud. De ellos, 1.434 corresponden a compras y 98 a arriendos. La cifra que surge de estos registros supera lo informado por el Minsal, que ha dicho que se compraron 797. La duda aún no aclarada por la autoridad es cuántos de ellos estarán disponibles para el peak de casos críticos que se espera en mayo.
Desde que se inició la alerta por coronavirus en el país, se han despachado 62 órdenes de compra para inyectar nuevos ventiladores mecánicos al sistema de salud. CIPER revisó la información disponible en la plataforma Mercado Público –el registro oficial sobre las adquisiciones hechas por entidades estatales– y comprobó que serán 1.532 los ventiladores que se incorporarán a la red. De ellos, 1.434 han sido comprados (por un total de $23.400 millones) y otros 98 fueron arrendados.
El dato surge en medio de la controversia que se abrió en la última semana debido a las confusas declaraciones de las autoridades de salud para explicar cuántos de estos equipos se han comprado y, más importante aún, cuándo se irán incorporando a la red de atención. De hecho, los antecedentes que emergen de los registros oficiales de compras revisados por CIPER no cuadran con la información que ha entregado el ministro del ramo, Jaime Mañalich, quien ha dicho que solo se han adquirido 797 ventiladores.
CIPER constató que, si bien la mayoría de las compras han sido hechas por el Ministerio de Salud (Minsal), muchas otras fueron despachadas directamente por hospitales o servicios de salud locales. Si la información de estas últimas compras no ha sido centralizada, eso podría explicar por qué las cuentas del ministro se quedan cortas. Lo preocupante es que el Minsal desconozca la cifra total de ventiladores comprados y arrendados por entidades públicas, pues se ha dicho que estos equipos, que son clave para sostener a los pacientes más graves por Covid-19, serán manejados centralizadamente para ordenar su distribución.
Según la información proporcionada por el Minsal a CIPER, antes de que se iniciara esta escalada de compras urgentes el país contaba con 1.229 ventiladores en su red de salud (pública y privada). Pero entre el 85% y el 90% de ellos ya eran usados por pacientes con otras patologías respiratorias habituales, lo que solo dejaba alrededor de 200 máquinas disponibles.
Tomando como base esas 1.229 unidades iniciales, cuando todos los nuevos ventiladores que figuran en los registros de Mercado Público se integren al sistema, Chile quedará aprovisionado con un total de 2.663 máquinas.
A ellas, ha dicho el ministro Mañalich, se sumarán durante la crisis: 589 por “reclutamiento adicional entre el sistema público y privado”, 500 por “reconversión de máquinas de anestesia” que también pueden operar como ventiladores y 200 de uso pediátrico que serán adaptados para atender a adultos.
En las cuentas del ministro la suma total es de 3.315 unidades. Con ese número como emblema, Mañalich inició el pasado jueves 2 una ofensiva comunicacional para tranquilizar al país, indicando que habrá suficientes máquinas para atender a todos los pacientes críticos cuando se produzca el peak de casos graves. Lo hizo después de que El Mercurio y La Tercera publicaron artículos que indicaron que el stock de ventiladores mecánicos del sistema de salud podría verse superado.
Pero, a pesar de la ofensiva comunicacional del ministro, las dudas persisten: sigue siendo una incógnita cuándo llegarán esos equipos a los hospitales. Las autoridades han sido evasivas para entregar datos precisos al respecto y solo han dicho que la totalidad estará instalada a fines de mayo, sin aportar detalles de un cronograma que indique en qué progresión se irán incorporando ni en qué hospitales –o al menos en qué regiones– serán instalados.
El detalle que no se ha entregado es clave para saber con cuántos ventiladores contará efectivamente el sistema –y cómo estarán distribuidos– cuando se produzca el peak de pacientes críticos. CIPER, de hecho, lo preguntó formalmente al Minsal, pero al cierre de este reportaje no obtuvo respuesta.
La falta de confianza en las autoridades ha sido alimentada por la manera confusa en que han ido informando al país sobre la adquisición de los ventiladores mecánicos. El Presidente Sebastián Piñera dijo que las compras se habían iniciado en enero, pero solo hay registro oficial de las adquisiciones a contar del 13 de marzo pasado, como lo demostraron las órdenes de compra publicadas por CIPER el 20 de marzo (vea ese reportaje). El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, tuvo que explicar que lo que quiso decir el Presidente es que las compras comenzaron a planificarse en enero. Pero la desconfianza ya estaba instalada.
El número de ventiladores ya operativos informado por el gobierno también ha variado con el paso de los días, contribuyendo a la confusión y alimentando el debate sobre la falta de rigor de las autoridades. El 28 de marzo el ministro Mañalich señaló, en entrevista con Radio Biobío, que entre la red pública y la privada sumaban 2.100 ventiladores disponibles. Cifra que redujo el 2 de abril cuando bajó al número que aún mantiene vigente: 1.229.
La autoridad tampoco ha sido clara sobre un anuncio hecho por el ministro el 19 de marzo y que podría reforzar la red con otros mil ventiladores: “Hemos acordado ayer con el embajador de China (Xu Bu) la adquisición y donación, con toda la generosidad que corresponde, de una cantidad muy importante, más de mil ventiladores mecánicos adicionales para eventualmente prepararnos para los peores escenarios». Con el paso de los días, esa donación china dejó de aparecer en los recuentos de la autoridad. Este sábado 4 La Tercera informó que el ministro habría pedido a la FACh que durante la próxima semana envíe un avión a buscar los mil equipos. CIPER consultó a la embajada de China sobre detalles de esta posible donación, pero no obtuvo respuesta.
Fue el propio Mañalich quien, el 1 de abril, puso el acento en que podrían faltar ventiladores: “El talón de aquiles que podríamos enfrentar hacia el futuro es la disponibilidad de ventiladores mecánicos”, declaró. Pero al día siguiente, cuando El Mercurio siguió esa misma hebra al titular “Disponibilidad de ventiladores mecánicos en Chile podría verse superada en abril por demanda de pacientes con coronavirus”, el ministro no se guardó calificativos: “Sensacionalista e incorrecto”, escribió en Twitter.
A pesar de ese golpe en la mesa del ministro, la controversia seguía escalando. El debate lo había encendido el subsecretario Zúñiga, cuando dijo que solo a fines de mayo se completaría la instalación de la totalidad de los ventiladores nuevos. Es decir, después de los peaks de contagios (esperado para fines de abril e inicios de mayo) y de casos graves (durante mayo). Además, los médicos de distintos puntos del país reportaban que ya se había completado cerca del 80% de la capacidad para atender a pacientes que requerían respiración asistida.
Para tranquilizar a la opinión pública, el viernes 3 el ministro dijo a La Tercera que había al menos 240 camas de reserva para atender la demanda por Covid-19, pero el reporte oficial del sábado 4 de abril indicó que ya había 225 pacientes conectados a un ventilador. En esa misma entrevista informó que Famae y Asmar fabricarían ventiladores mecánicos con planos liberados por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
Pero en todas estas intervenciones, no ha entregado detalles sobre el cronograma de las fechas en que los ventiladores irán siendo incorporados a la red de salud.
Según el catastro realizado por CIPER, las órdenes de compra para adquirir o arrendar ventiladores para enfrentar la emergencia comenzaron a despacharse el 13 de marzo. Ese día fueron emitidas tres, para adquirir 858 aparatos: 832 fueron comprados a la empresa Comercial Kendall por un total de $11.500 millones; otros siete fueron encargados a la firma Drager Chile por $154 millones; y los últimos 19 se compraron a Mediplex por $532 millones. Fue el día en que se hicieron las compras más grandes, todas desde el Ministerio de Salud.
El 16 de marzo se adquirieron otros cuatro ventiladores por $112 millones, también a la empresa Mediplex. Un día después, el 17 de marzo, se compraron diez ventiladores más a un costo de $220 millones a Drager Chile. Todos los precios mencionados en este reportaje no consideran el pago del IVA.
Mientras el Ministerio de Salud realizaba estas compras masivas, otras instituciones del Estado también se apertrechaban con ventiladores comprados a proveedores diversos. El mismo 17 de marzo el Hospital Padre Alberto Hurtado adquirió tres ventiladores de cuidado intensivo pediátrico invasivos por US$66.000 ($56 millones según el valor de cambio del dólar de ese día) pagados a la empresa PV Equip (vea aquí el detalle de las compras realizadas entre el 13 y el 17 de marzo).
Entre el 18 y el 31 de marzo se adquirieron otros 514 ventiladores. El costo total de esos equipos ascendió a $9.600 millones. El lunes 23 de marzo, cuando las personas contagiadas por el coronavirus rondaban las mil, fue el día en que se hizo la compra más grande en ese periodo: 128 ventiladores de cuidado intensivo pediátrico por $3 mil millones pagados a Andover Alianza Médica. El comprador fue la Subsecretaría de Salud Pública.
Otras instituciones que compraron ventiladores en esas fechas fueron los hospitales de Curicó, Illapel, La Serena, Ovalle, Sótero Del Río, Regional de Concepción, Santa Cruz, Angol, CRS Provincial Cordillera, y el Servicio de Salud de Chiloé (vea aquí el detalle de las compras hechas entre el 18 y el 31 de marzo).
El último periodo analizado por CIPER fue entre el 1 y el 3 de abril. Se suman otros 45 ventiladores comprados por $1.100 millones. Entre quienes adquirieron los aparatos se cuentan el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, el Gobierno Regional de Los Ríos, el Hospital San Juan de Dios de Los Andes, los servicios de salud de Magallanes y de Chiloé, y el Hospital de Santa Cruz (vea aquí el detalle).
La empresa que más le ha vendido ventiladores mecánicos al Estado es, por lejos, Comercial Kendall Chile, la que ha cerrado tratos por $11.600 millones. En total le ha vendido al sistema público 839 ventiladores, el 58,5% de los respiradores comprados. Comercial Kendall es la filial en Chile de Covidien Group SARL, una empresa estadounidense comprada en 2015 por Medtronic, multinacional que se ha convertido en la comercializadora de dispositivos médicos más grandes de mundo.
Comercial Kendall es el sexto proveedor que más le vende al Estado de Chile. Su matriz (Medtronic) fue cuestionada por la investigación periodística The Implant Files, coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, y en la que participó el medio digital chileno La Bot. La serie investigativa mostró el millonario lobby que ha ejercido sobre autoridades de Estados Unidos y pagos indebidos a médicos de ese país (vea aquí el reportaje de La Bot).
Dos son las empresas que siguen en el ranking de los proveedores que más ventiladores le ha vendido al aparato público: Andover Alianza Médica y Hemisferio Sur. Ambas con 156 máquinas. Pero la primera cobró $3.900 millones, mientras que la segunda hizo una oferta más barata: $2.800 millones. Andover Alianza Médica es una compañía de Guillermo González Silva y de Wolfgang Schroder. Hemisferio Sur es de Carlos Lagos y Jaime Manterola.
Drager Chile, filial de la multinacional alemana Dräger –que tuvo ingresos en 2019 por 2,8 mil millones de euros–, le ha vendido al sistema público de salud 46 ventiladores por $995 millones.
Revise la nómina completa de proveedores en la siguiente infografía:
La urgencia con la que están operando las autoridades queda en evidencia al advertir que en los últimos días han incorporado una nueva modalidad para contar con ventiladores: arrendar esos equipos. Y también por la decisión de adquirir de manera masiva ventiladores de uso pediátrico para adaptarlos a la atención de adultos.
CIPER detectó 26 órdenes de compra, emitidas entre el 13 de marzo y el 2 de abril, a través de las cuales se alquilaron 98 equipos. El Hospital Dra. Eloísa Díaz (La Florida) es el que más usó esta opción: seis órdenes por un total de 28 ventiladores tomados en arriendo. Entre las entidades que alquilaron unidades de ventilación se cuentan los Hospitales de Coquimbo, Sótero del Río, San Juan de Dios, de Quillota, de Curicó, del Salvador y de Maipú, entre otros.
Además de los arriendos, otra opción que tomó el gobierno para ampliar la capacidad de asistir a pacientes es comprar ventiladores de uso pediátrico y adaptarlos para adultos. De acuerdo a los registros disponibles en Mercado Público, desde el 13 de enero se han comprado 297 máquinas pediátricas a través de 22 órdenes de compra.
El ministro Mañalich declaró que estos equipos pueden asistir a pacientes con un peso de hasta 60 kilos. Médicos consultados por CIPER, especializados en cuidados intensivos pediátricos, explicaron que estas máquinas son iguales a las que se usan con adultos, por lo que no habría grandes complicaciones técnicas para reasignarlas.
No obstante, los mismos especialistas indicaron que pueden surgir complicaciones si el segundo peak de contagios –que el ministro Mañalich pronóstico tentativamente para junio– coincide con el momento más álgido de la “campaña de invierno”, cuando se multiplican las enfermedades respiratorias entre los niños.
Al respecto, el doctor Marco Guerrero, jefe de anestesia de la Clínica Las Condes y ex presidente de la Sociedad de Anestesiología, explicó a CIPER que probablemente la cuarentena que están viviendo amplios sectores del país atenuará la “campaña de invierno”:
-Si las personas están siguiendo las instrucciones, si los niños siguen en la casa, si guardan la cuarentena las familias, si se han vacunado contra la influenza, si se aíslan, no deberíamos tener los contagios de todos los años en la campaña de invierno.
CIPER consultó a expertos sobre la factibilidad de convertir máquinas de anestesia en ventiladores mecánicos y estuvieron de acuerdo en que no debería ser complejo hacer esa adaptación. “Las máquinas de anestesia tienen ventiladores muy similares a los UCI, con algunas diferencias técnicas, pero se pueden usar si les haces las adaptaciones para poder usarlas por varios días, porque los pacientes con Covid-19 pueden requerir hasta dos semanas el respirador”, dijo a CIPER el doctor Guerrero. Y agregó:
-Hay que considerar que para los ventiladores en general es necesario tener infraestructura, una red de gases, porque consumen miles de litros de oxígeno. Y no en todas partes hay conexión de gases. Las máquinas de anestesia hay que usarlas en pabellón, por lo que puedes tener una o dos en la sala, y necesitan personal especializado. En cambio, en una sala UCI (Cuidados Intensivos, donde se atienden los casos críticos por Covid-19) puedes tener 10 ó 15 pacientes que se monitorean al mismo tiempo de manera centralizada.
El doctor Germán Ávalos -anestesiólogo y presidente de la Agrupación Nacional de Médicos Residentes- explicó a CIPER que estos equipos deberían ser manejados por anestesistas. Y señaló que las adaptaciones que deben hacerse están contenidas en un protocolo: “Recomendaciones para el manejo de pacientes con Covid-19 con indicación terapéutica de ventilación mecánica que eventualmente son conectados a máquinas de anestesia”. El documento fue redactado por las sociedades de Anestesiología y Medicina Intensiva.
Ese documento, al que tuvo acceso CIPER, recomienda, entre otros puntos, conectar a pacientes que requieran ventilación mecánica a una máquina de anestesia “únicamente en caso de no existir otro recurso de apoyo ventilatorio”.
El protocolo sugiere, además, no usar una máquina de anestesia como ventilador de cuidados intensivos cuando no haya un médico intensivista presente. Y agrega que es importante que “las instituciones elaboren un plan sobre quién y cómo proporcionarán atención médica a estos pacientes”.