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Comentarios (6)

ed | 19.06.2019
Carla como indicas el que el Periodista que escribió y tu no son científicos para poder tener una hipótesis de algo. Trabaje en ciencia y te diré que también que hablare empíricamente soy consumidor habitual y todavía no destruyo mi familia a mis 32 años, pude terminar mi carrera en los años que corresponde y llevo ejerciendo mas de 8 años sin problemas, todavía no tengo ningún efecto de esos que describen , si seguimos hablando de forma empírica donde quedan esas familias con hijos que tienen Epilepsia y que ningún medicamento a ayudado a tener una mejor calidad de vida y incluso no disminuyen la cantidad de ataques si no es manteniendo a las personas practicamente como vegetales ? donde quedan esas pruebas empiricas de niños que si les funciona y no vuelven a tener una crisis ??? respondeme eso , si esa familia realmente esta destruida por la marihuana como indicas ???, donde quedamos todos los profecionales de distinto rubro que el dia a dia trabajamos sin ningun problema y seguimos con nuestra vida y familia de lo mas normal, primero que todo si vas indicar algo empírico la adicción hace años no era por marihuana era por la prensada que lo que menos tenia era marihuana era mas neopren y cosas que les metian para poder adictos por ende eso no es marihuana, primero que todo te recomiendo que te bases en echos reales no de una o 10 personas en tu barrio , es bueno ampliar la vista a mas y ver mas echos no porque juanito se fumo unos pitos o prensados y termino en la pasta es culpa de la marihuana porque uno realmente no sabe que pasa en esa mente, posiblemente es de personalidad adictiva y viene de una familia disfuncional y puede que aya empezó con el alcohol o el cigarro que esos si son la puerta de entrada a las drogas. Debemos ocupar mas nuestro cerebro y analizar mas. Consejo dejar de ser cuadrado la vida no es blanco y negro saludos
Carla | 07.05.2019
Este caballero que escribió la columna es un periodista, no creo que tenga la rigurosidad científica para responder con este artículo el cuestionamiento del uso de la marihuana. Cómo yo tampoco soy científica hablo empíricamente y creo que todos los efectos descritos anteriormente son reales porqué la adicción a la marihuana causa efectos devastantes en las familias
Rolando | 05.05.2019
La columna es mala... la gente que hace ciencia necesariamente tiene que dudar, tiene que generar estudios con diferentes metodologías que permitan apoyar o rechazar las hipótesis planteadas, con el fin de construir una tesis de que algo es o no conveniente, que es lo que la sociedad reconoce como evidencia científica. En la misma linea, no existe espacio para la ciencia "militante" o "despatologizadora", porque la disciplina debe trabajar solo con los hechos. Distinto es el debate filosófico, legal y social respecto a si una sustancia es aceptable o no, adonde si podrían tener cabida los deseos de reforma para construir un país liberal y menos restrictivo. En este debate, la evidencia científica no es mas que una herramienta de consulta respecto a si la sustancia en cuestión es o no dañina. Por esto, los estudios no "cierran el debate". El ultimo párrafo donde se atribuye a Annelise Dorr el publicar el estudio justo ahora para influir al congreso para que no despenalice la marihuana es absolutamente errado, porque confunde consignas y visiones de mundo con hechos. Es muy similar a la discusión que se dio en EEUU cuando los portales de "fake news" influyeron a los votantes de los estados pequeños para deslegitimar a la clase política norteamericana y apoyar a Donald Trump.
Guillermo | 02.05.2019
Bueno, creo que Felipe señala varios puntos razonables. No obstante, al parecer SPECT se orienta más a temas estructurales y no cognitvos, por lo que tal vez no sea una herramienta idónea para contrastar la hipótesis inicial. Pero en eso estoy elucubrando, no tengo a mano antecedentes concretos. Sí me llama la atención que se mencione que la autora tiene historial de trabajos donde intenta mostrar los efectos nocivos del cañamo. Me recuerda a muchos investigadores que he conocido que van rotando metodologías hasta encontrar aquella que da el resultado que quieren obtener. Precisamente esa fue una de las principales razones que me hizo salir del mundo académico. Pero fuera de eso, el estudio me parece un volador de luces pues aleja la discusión del deseo de que como adulto responsable pueda cultivar cañamo sin sentir que eventualmente llegue a ser tratado como un delincuente. No se trata de libertinaje, sino de que se regule de manera tan estricta como sea requerido. Si es nocivo o beneficioso no se correlaciona con las libertades individuales, siempre reguladas de manera tal que no resulten molestas o negativas para el resto de la sociedad. Rs mi humilde opinión.
Alejandra | 01.05.2019
Felipe M. o no se leyó el texto, o no lo entendió. Agradezco la publicación de esta columna, las citas permiten hacerse una opinión informada y bien respaldada, a diferencia de el estudio anterior al que este texto responde. En décadas de prohibición del Cannabis no ha sido posible establecer de modo científicamente verificable la existencia de aquellos severos daños de los que tanto se habla. El anterior estudio juega con la percepción y está claramente basado en un estereotipo y prejuicio del consumidor y la sustancia en sí. Varios sesgos pueden ser detectados, varias desprolijidades. Obviamente tiene un halo a ciencia porque está en la línea de lo políticamente correcto y de un discurso que es el oficial y asentado, pero esto es solo por la prohibición vigente, que en su momento no estuvo de ninguna manera basada en evidencia científica sino que en intereses políticos y una política de drogas determinada desde USA, país mismo donde hoy se está optando por la despenalización y regulación. Incluso asumiendo que fuese verdad el supuesto daño, es muy discutible que la invisibilización y desregulación/prohibición del cannabis sea en ese caso la solución correcta, cuando en realidad justamente se hace necesario lo contrario. Me alegra que Ciper sea desprejuiciado al respecto y publique esta columna, que no permite la impunidad del punto de vista del estudio anterior publicado.
Felipe M. | 30.04.2019
Me parece que CIPER comete una irresponsabilidad al dar tribuna a una publicación como esta. Más allá de que CIPER es un medio periodístico y no científico, se debería tener tino antes de lanzar a la luz pública un texto que no cumple con estándares mínimos de rigurosidad intelectual. Vamos por partes. 1) El autor del texto incurre en un notorio error conceptual, al pretender desacreditar la evidencia presentada señalando que el "SPECT para realizar diagnósticos de ese tipo es objeto de profunda controversia en la comunidad científica". En primer lugar, el estudio realizado no pretende diagnosticar una enfermedad, sino presentar evidencia de alteraciones funcionales en el contexto de consumo habitual de marihuana. De hecho, los textos citados en ningún momento pretenden realizar un diagnóstico. Esto, que se desprende de la propia naturaleza experimental de los estudios, parece ser obviado y/o ignorado por el autor. Es sin embargo relevante, pues si bien el neurospect no está validad para realizar diagnósticos de patología mentales, es una herramienta perfectamente válida en el contexto de investigación clínica experimental. El mismo documento de la APA citado por el autor así lo señala (aunque es convenientemente omitido). 2) El autor señala que los términos en que actualmente está planteada la discusión "restringen el tema a un problema epidemiológico". Probablemente precisamente por su poca familiaridad con los métodos epidemiólogicos, se confunde el autor al señalar que "cualquier investigador honesto está obligado a establecer con precisión qué es lo que consumen las personas antes de realizar cualquier análisis." Esto no resiste análisis alguno. Siguiendo esta lógica, la determinación de los efectos nocivos del consumo de cocaína (cosa más que probada, por cierto), requeriría la determinación del grado de pureza de la droga consumida, cosa factualmente imposible, dado que hablamos de una sustancia ilegal. Más aún, dado que los efectos del consumo de sustancias son acumulativos, se requeriría que cada participante entregara a lo largo de varios años y varias veces por semana (según sea su nivel de consumo) una muestra de la droga consumida, imposibilitando factualmente la realización de investigación a este respecto. 3) Si tiene razón el autor al señalar que "un primer problema de dicha investigación es que establecen una relación inmediata entre el cannabis y el daño cerebral". Esto, sin embargo, no tiene nada que ver con el grado de pureza de la marihuana consumida, sino con el escaso número de participantes de estos estudios (cosa por lo demás normal, dada la complejidad de estos), que imposibilitan la realización de pruebas estadísticas que permitan confirmar o rechazar la hipótesis de una asociación independiente entre el consumo de marihuana y la presencia de alteraciones funcionales en una prueba de neuroimagen. Lo anterior, sin embargo, ha sido subsanado por la presencia de revisiones sistemáticas de la literatura que, analizando muestras más grandes de pacientes, arriban a conclusiones similares, a pesar del alto nivel de heterogeneidad de los estudios. (e.g. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3563634/) 4) El autor confunde, adicionalmente, las categorías de análisis respecto de la condición socioeconómica de las consumidores. La descripción de la realidad socioecónomica de la muestra no responde a un afán "clasista", sino al mínimo rigor intelectual que exige la descripción de la muestra obtenido, a objeto de luego poder evaluar lo generalizable de sus resultados. 5) Luego de una larga disgresión llena de apelaciones a la autoridad, el autor concluye que " la falta de validación empírica ha llevado a una condena generalizada de SPECT de diagnóstico por prematura y no probada, no desempeñando un papel aceptado en el diagnóstico psiquiátrico". Nuevamente, el autor confunde entre la crítica masiva al uso de SPECT como método "diagnóstico" y la posibilidad de usar esta herramienta como una alternativa en la investigación experimental. 6) El autor evidencia su ignorancia respecto del tema al señalar, por ejemplo, que el SPECT es usado para, entre otros, "detectar accidentes cerebrovasculares". Esto es falso. El diagnóstico de una accidente cerebrovascular se realiza con tomografía computada, con o sin contraste, o con resonancia nuclear magnética. El SPECT juega, en la práctica clínica, un rol nulo. En el plano de la investigación, por otro lado, existen varios grupos que trabajan estudiando posibles aplicaciones del SPECT en pacientes con ACV. Lo mismo es válido para la DFT. 7) Posteriormente, el autor citado un artículo de posición de la academia americana de psiquiatría, que cuestiona la utilidad del SPECT como medio diagnóstico en psiquiatría. Nuevamente, misma confusión conceptual entre diagnóstico e investigación. 8) EN alusión al punto anterior, el autor obvía (por desconocimiento o ignoracia) que la misma academia americana de psiquiatría, que cita para desconocer la utilidad del SPECT, ha lanzado en 2013 y 2018 dos artículos de posición en que, lejos de paoyar su uso, recuerda 1) la ausencia de evidencia en el uso de cannabis como alternativa terapéutica, 2) la dificultad de su estandarización y dosificación segura, 3) la presencia de múltiples efectos adversos documentados a distintos niveles, que incluyen pero no se limitan a alteraciones neuroanatómicas y funcionales, disminución de la performance en test cognitivos, addición y la asociación al inicio de cuadros psiquiátricos. La asociacion americana de neurología ha lanzado un documento en líneas similares. En suma, el autor intenta infructuosamente atacar el punto menos crítico de un estudio particular (i.e. la técnica de neuroimagen vs. el poder estadístico de la muestra), fracasando en ello pues los argumentos traídos a colación no aplicables al contexto (pues se trata de un estudio experimental que no pretende ser diagnóstico), pasando de paso por alto la plétora de evidencia disponible respecto de los efectos secundarios del consumo de marihuana. El debate respecto de la despenalización del consumo de marihuana en Chile requiere ciertamente de la aportación de muchas personas, pero idealmente de aquellas que tengan cierta familiaridad con ciertos conceptos básicos de neurociencias, ciencias clínicas, epidemiología y salud mental. saludos cordiales,
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