Ir arriba

Comentarios (10)

María Ester Bustos | 14.12.2018
Feliocitaciones !!!!! Las Investigaciones Cientìficas financiadas por el Estado, deben estar al servicio de la comunidad, para colaborar en la soluciòn de problemas y ayudar al Desarrollo del País. No debe ser un Commodity que se transe en el Mercado, al mejor postor. Tenemos grandes investigadores, talento y profesionales doctorados, que No tienen donde trabajar en Chile ???? Debemos cambiar la forma de hacer ciencia, sin someterla al modelo de mercado.
| 11.12.2018
Felicitaciones por desarrollar este tópico tan alejado del mundo periodístico. Esperamos un segundo artículo luego de las retroalimentaciones. Concuerdo con la opinión de que la investigación científica pagada por el estado debería estar al servicio del mejoramiento y desarrollo del país ¡lo necesita tanto! A su vez, deberíamos tener una base de datos, idealmente con plataforma interactiva, de autores científicos en Chile- Conicyt y no Conicyt, que concentre nombres y direcciones electrónicas de los que trabajamos temáticas específicas en las diferentes áreas del conocimiento. Una simple base de datos que podría llamarse: ¿"quién está haciendo qué en investigación"? permitiría multiplicar interacciones, ahorrar tiempo, recursos y energías en la comunidad científica en Chile (a menudo económicamente pobre), con la necesaria y urgente inclusión de los autores científicos que están distribuidos en nuestras 16 regiones geográficas. Finalmente, celebro el trabajo de SCI- HUB por dar acceso gratuito a los artículos que se venden en línea. Creo que deberíamos hacer un aporte a los que nos otorgan gratuidad reiteradamente. SCI- Consideremos que HUB sufre permanentemente sanciones económicas por esto. Saludos cordiales
Patricia Reyes | 11.12.2018
Pese a las imprecisiones ya señaladas por quienes han comentado previamente, el artículo pone en mi opinión la mirada en la dirección correcta ¿cómo podemos avanzar hacia la ciencia abierta cuándo los principales incentivos, más bien las métricas para su entrega están puestos en las publicaciones indezadas de pago? ¿cómo logramos que nuestros investigadores opten por el archivo o incluso en el autoarchivo en repositorios instituciones? En general las cifras en esta materia son pobres. Ya en marzo en el XV Congreso Internacional de Información 2018 este tema se tomó la agenda y se concluyó que la principal vía para avanzar en el open access es precisamente cambiar los criterios de valoración de la investigación para ir trasladando de forma sistemática al nuevo modelo que se propone. La pregunta entonces es qué esperamos en Chile para poner manos a la obra.
Enrique Rodriguez | 08.12.2018
Interesante perspectiva plasmada en el artículo. Hay cosas en él que no comparto desde mi posición de investigador. Sin embargo, escribo este comentario para dar a conocer una alternativa a la obtención de papers. Es tan simple y tan obvia, que siempre se olvida: el viejo y querido correo al autor. Hace años que no descargo papers de revista de pago. Un buen mail con un saludo amistoso y en un rato la información está a mano. Saludos
Miguel Kottow | 08.12.2018
Algunos comentarios (en parte ya abordados) a un aporte periodístico importante, que hace públicas algunas –hay varias más– de las desventuras que todo académico sufre en el mercado del conocimiento: 1. Las críticas a las grandes empresas terminan por aceptar el lucro desmedido y buscar modos de distribuir y subsidiar los costos sin tocar los intereses empresariales que se defienden con el argumento que deben cuidar a sus "shareholders". La industria farmacéutica, los exorbitantes precios de algunos medicamentos sobre todo para enfermedades raras. Su insaciable lucro es respetado por propuestas de incentivos, subsidios, programas público/privados. En el mercado del conocimiento sucede algo similar, aceptando que los colosos sigan lucrando mientras buscamos la aspirina para que nos duela menos. 2. El respeto por los medios de comunicación del conocimiento científico es desmedido, olvidando la enorme mortandad académica de lo publicado que fenece a poco de aparecer, en buena parte por la incansable aparición de nuevos títulos para áreas del saber (?) más reducidas, o sea, para lectores con un campo visual restringido, más interesado en competir que en saber. La fugacidad de lo publicado es enmascarado tras el cultivo del "factor de impacto", reconocidamente manipulado y falseado. 3. La insistencia en lograr presencia internacional desvirtúa las motivaciones y los estímulos a la "investigación" en tanto orientada a buscar certidumbres. Como bien señalado en su publicación, el académico de hoy, y de mañana, no tiene otra opción que acatar las normas de trabajo dictadas por el mercado del conocimiento y cultivadas por nuestras universidades: acreditación, carrera académica, políticas científicas de Conicyt y Fondecyt y, probablemente, de nuestro futuro "Ministerio de Ciencia y..." 4. El ruido de algunos políticos y científicos por incrementar nuestra actividad científica, porque es lo que hacen los países más desarrollados, confunden causa con efecto: ¿la ciencia permite el desarrollo, o es el poder económico el que invierte en ciencia para su propio beneficio? Tal vez no se trate de desarrollo y progreso según parámetros impuestos, sino de ver cómo mejor conocer y resolver nuestros propios problemas. 5. De lo anterior fluye que la excelencia científica ha de ser acompañada por centrar nuestros esfuerzos con fines de pertinencia local, lo que poco a poco se está reconociendo como "valor social local" de la investigación. Relevancia a la par de excelencia, sobre todo si los recursos escasean.
Ismael | 06.12.2018
Yo tb cre que SCI- HUB hace una gran labor. De hecho piden donaciones en su web pero no sé si no será medio comprometido para los dinantes.. Saludos
Pablo | 05.12.2018
Lo lamento, pero nadie ha ayudado más a la difusión científica en el mundo que SCI-HUB, sea o no legal, desde la perspectiva de las corporaciones y gobiernos.
Ines zamora | 05.12.2018
Interesante articulo pero con sesgo con una critica que no deja ver el por que a nivel mundial el sistema sigue funcionando asi. Tampoco se habla de quien controlaria la calidad de las investigaciones y resultados en Chile y quizas por ello se recurre a este sistema . Tarea para el Estado y Universidades chilenas es el como perfeccionar el modelo ya que lo mas importante aca es cono podemos acceder a investigacion internacional . La investigacion nacional esta gratis en las mismas universidades , Conycit.y otros. No olvidar lo que dice C.Gutierrez aca :: investigat para las necesidades de Chile. Asi tambien hay una tesponsabilidad tambien de las mismas universidades chilenas donde profesionales recorren el mundo con fondos publicos pudiendo ser una instancia para recolectar investigscion mundial y hacerla accesible a la comunidad cientifica nacional. Hay harto paño que cortar.
claudio gutierrez | 04.12.2018
Muy interesante el análisis sobre la faceta editorial del mercado del conocimiento y cómo nuestro país se somete a sus reglas sin hacer siquiera un cálculo de soberanía (esto es, de proyección, de futuro). Gran aporte; necesitamos más análisis de estos temas. Comparto también las inquietudes de Ricardo y Manuel, ambos expertos en el tema. Todo apunta a que necesitamos más diálogo, más comunidad y estudios sobre estos temas. Solo me gustaria hacer una aclaración sobre el título, que como está creo que puede llevar a malentendidos. El mercado del conocimiento es más amplio que su segmento editorial. Y el principal problema de la investigación científica (en nuestro país al menos), no es su sometimiento al mercado editorial transnacional (ésta es una consecuencia), sino su sometimiento a los criterios de la industria del conocimiento transnacional. No es que sólo publiquemos para, y las autoridades locales asocien calidad con, los criterios de estas empresas editoriales transnacionales (lo que ya debiera darnos un poquito de vergüenza), sino que nuestro desarrollo científico y tecnológico esté estructurado por las demandas de las empresas transnacionales (sean mineras, sean farmacéuticas, sean computacionales, etc.) y por iniciativas de agencias transnacionales. La principal regla que hay que cambiar es que la investigación científica y la formación de jóvenes científicos se guíe por un plan de desarrollo del país. Sin ello, seguiremos investigando lo que nos gusta o acomoda a cada uno, o lo que hacen posibles convenios internacionales o empresas que nos financian o lo que los índices de estas empresas editoriales promuevan. Así nunca nuestros ancianos, ni nuestros niños, ni nuestros orígenes, ni nuestro litio, ni nuestras enfermedades típicas, ni nuestra pobreza, etc., estarán en el centro de nuestras investigaciones.
Ricardo Hartley | 03.12.2018
Aunque el espíritu del artículo es una crítica a un sistema que muchos académicos, bibliotecarios y otros estan intentando cambiar, es frustrante que aún se sigan instaurando conceptos que no corresponden, ni en sus citas, cuando hablan de gold cuando es hybrid (y los apc), citen los seminarios que se han hecho en chile y latinoamérica hablando del tema, y que a pesar de los múltiples intentos se abrir la tapa a los contratos con las editoriales, tienen prohibiciones de mostrar el costo real.
Icono de noticia

¿Algo que agregar?

Debe contener sólo valores alfabéticos
Debe llenar este campo con un e-mail válido
Revise los campos nuevamente
icono financia
¿Cómo se financia CIPER?
Ver informes de ingresos
icono apoyo
¿Cómo apoyar a CIPER?
Conoce las opciones
icono principios
Principios de CIPER
Lo que nos mueve
icono directorio
Directorio Fundación CIPER
Nuestro directorio
icono equipo
Equipo CIPER
Conócenos
icono investigacion
Investigaciones
con impacto
Revísalas
icono premios
Premios obtenidos
Ver premios
icono trofeo
Libros CIPER
Conócelos
icono trofeo
Enviar cartas y columnas
Revisa las opciones