La semana pasada el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh) se pronunció, una vez más, como defensor de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y se felicitaron a sí mismos por su “sistema de admisión confiable y transparente”. Sin ánimo de polemizar, como ex dirigente estudiantil, quisiera ser enfática al señalar que en Chile las últimas 13 generaciones han debido enfrentar una prueba de selección que no da el ancho ni en calidad ni en equidad. El informe de Pearson de la PSU del año 2013 dejó al descubierto sus falencias. También dejó al descubierto el engaño a la opinión pública por parte de los rectores y encargados de las pruebas con respecto a su calidad y equidad. Acá se aplica la famosa frase del presidente Abraham Lincoln: “Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.
Los rectores saben que la PSU es un pobre predictor del rendimiento universitario y es intrínsecamente injusta para casi la mitad de los alumnos de menores recursos de nuestro país (ver reportaje de CIPER). Lo supieron antes de que esta prueba fuera implementada, como lo revelan actas del consejo de rectores del año 2000. La PSU fue una prueba diseñada para evaluar el currículum científico humanista, lo que dejó en una profunda desventaja a más de 170 mil alumnos que estudian en establecimientos de educación técnico profesional, el 41% de la matrícula (Mineduc, 2014). ¿Merece esta prueba los elogios expresados por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi? A todas luces, no. Asimismo, tampoco se queda atrás el sesgo socioeconómico de la evaluación, ni es claro que el sistema de acceso que hoy opera en Chile no presente además sesgos de género o pertenencia a pueblos indígenas.
Por las deficiencias de la PSU, el acceso a las instituciones de educación superior más prestigiosas –aquellas que participan del Sistema Único de Admisión– es hoy injusto y discriminatorio. Los expertos de Pearson que evaluaron la PSU hicieron hincapié en la necesidad de reformular las pruebas, de manera que se centraran en examinar los contenidos necesarios para predecir el éxito en el rendimiento universitario. Advirtieron también acerca del mal uso que se hacía de los puntajes de la PSU para asignar beneficios estudiantiles, como becas y créditos. Han pasado tres años desde que se conoció el informe de Pearson y las sugerencias contenidas en éste para transitar hacia una prueba que no favorezca de forma arbitraria a los postulantes de colegios particulares pagados, no se han implementado.
La urgencia del cambio es hoy día apremiante. A menos que se implementen las modificaciones medulares sugeridas por los expertos de Pearson, los fondos de todos los chilenos que el gobierno piensa destinar a la gratuidad no van a beneficiar a quienes más lo necesitan y merecen. En cambio, irán destinados a favorecer a algunas instituciones, cuyas autoridades tienen llegada en el mundo político.
Ante la discriminación injusta a la que han sido sometidos los alumnos de menores recursos, en especial los que asisten a la educación media técnica profesional, las palabras del rector Vivaldi resuenan con una nota de cruel ironía cuando afirma: «Hacemos un esfuerzo nacional porque el mérito, el esfuerzo y el talento, finalmente, sea lo único que hoy día entra a cada sala en que se va a rendir esta prueba, y eso como CRUCh nos gratifica».
¿Cómo pueden los rectores hacer gala de tamaña autocomplacencia, cuando ellos saben que casi un millón de estudiantes chilenos fueron sometidos a ser evaluados por una prueba mal concebida, que examina contenidos irrelevantes que los más pobres nunca tuvieron la oportunidad de aprender durante su etapa escolar? Más que gratificarse y felicitarse entre sí, debieran estar pensando en cómo corregir y reparar el daño infligido durante trece años de PSU.
Anhelo profundamente que esta reforma educacional comience por erradicar una de las mayores injusticias de nuestro modelo: el sistema de acceso.
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Qué pasa con el dinero de los postulantes + de 290 mil con cuantos cupos ? Y lo más oculto el valor 32 mil ?
Si esto no es lucro que es , que hacen con los millones de Dólares que reúnen ?
Para becas ?
Para profesores capacitación
Colegios públicos en mal estado ?
Dindecesta ese dinero
Araceli de Teznoa | 06.01.2020
Sería bien interesante que se mirara objetivamente cómo el sistema educativo chileno adoptó el modelo costo-beneficio en el gobierno Frei Montalva. La sustitución del bachillerato por la PAA fue el corolario del modelo adoptado. Lamento tener que decir que durante la dictadura solo se ajustaron las tuercas del modelo en tanto quien lo dirigió desde el CPEIP en 1967, Mario Leighton, y quien dirigió el CPEIP durante la dictadura, fueron scholars del mismo personaje: Ralph Tyler. Y por otra parte, durante el gobierno Aylwin, ministro de educación Ricardo Lagos, se copia el peor modelo de ley educativa en vigencia, el de la España de Felipe Gonzalez, ministro de educación Marchesi. No se tocó nada, absolutamente nada del fundamento filosófico y ético del modelo anterior. Y todo lo que siguió hasta hoy es exactamente lo mismo con los mismos, sean de uno u otro lado del espectro político.
Luis | 02.02.2016
La PSU es solo un invento para lucrar y no para medir capacidades o aptitudes. Todos los especialistas saben que la única forma de medir el ingreso a la universidad son las notas finales de los 4 años de enseñanza media. Para la cual debiera ser tomadas por un organismo autonomo e incorructible cada dos veces en el mismo año, así se mediría a todos por igual. Con la pauta inteligente de un programa educactivo bien realizado y no a medias como trabaja el congreso, gobernantes y los politícos de este país. Ahí se acaba el verdadero lucro, de los falsos colegios donde se compra todo y las universidades mediocres. Lamentablemente deberíamos parar de una vez toda esta medicridad por las generaciones mutiladas y las que estan siendo detrozada con esta mediocridad putrefacta. Es la verdadera tragedia de los sin escrupulos y los torpes como todos nosotros que permitimos y dejamos que unos pocos manejen nuestra vidas. VOTA NULO de una vez para parar todo de una vez. Sin violencia, pero con inteligencia.
pablo | 02.01.2016
Obviamente, la segregación de los chicos de las escuelas municipales y técnicas no es culpa de la PSU. Es el resultado de la lógica de funcionamiento del sistema escolar.
De cualquier modo, en la minuta de la contra parte técnica CRUCH - MINEDUC, que cita el Informe Pearson, se dice que: " la PSU tiene cierta capacidad para predecir
desempeño académico, en particular..de los promedios de notas del primer y segundo
año. Sin embargo, los valores de predicción..fueron menores que aquellos informados
internacionalmente". Es decir, alguna validez predictiva tiene la PSU.Â
Alejandra | 24.12.2015
La PSU es otro de los tantos negocios con los cuales desangran la chileno clase media. Todos sabemos que los mas pobres recibn becas para pagar la prueba.
El preuniversitario es un negocio...los preu no deberían existir, la psu tampoco, los colegios pivados menos. Cuando tienes educación gratuita de calidad...todo esto se evita.
Cuando llegara un presidente o una presidente con ganas de trabajar en pro de chile?
Mariela | 23.12.2015
No es ni la PSU, ni el NEM el problema, este sigue siendo un sistema educacional enfocado en el aprendizaje de contenidos que a algún iluminado se le ocurrió que eran los esenciales, dejando de lado la adquisición de competencias y habilidades esenciales para la vida. Seguimos en un sistema educacional decimonónico, enseñando a estarse quietos y en silencio mientras alguien investido con el poder sagrado del "conocimiento" vierte ese o trata de embutirlo a como de lugar en cerebros que están a años luz de esa sala de clases. Lamentablemente no he visto a nadie marchando por la modificación de un sistema que solo perpetua esquemas obsoletos basados en la memorización, y que premia la inteligencia de algunos bendecidos por la genética o a la perseverancia de quienes sus padres tienen dinero para pagar un profesor particular que llene los vacíos del colegio o los entrene para la PSU. Y así seguimos asistiendo a la matanza permanente en las salas de clases de este país la inventiva, la imaginación y la curiosidad, además del gusto por la lectura y las matemáticas.
Rodrigo | 21.12.2015
El ránking es la manera de cagarse a las generaciones antiguas para que no entren a la universidad, con PSU y NEM era suficiente( y ya el NEM es bastante relativo según el colegio)
Al final la PSU será mala y todo, pero era la misma prueba para todos, el factor ránking deja casi automáticamente fuera a generaciones antiguas que no se prepararon para la PSU en el colegio.Â
Es cosa de revisar las becas, casi todas son para promociones recién egresadas de colegio ¿por qué?
Emilia | 21.12.2015
Me parece que es interesante el artículo y completamente atingente a las discusiones actuales sobre gratuidad.
Solo eche de menos comentar sobre el nuevo sistema de acceso PACE, con el cual los estudiantes de liceos vulnerables podrán acceder a la educación superior sin PSU. Independiente de las ambigüedades que aún presenta el programa, habría sido interesante considerarlo en la discusión, ya que son muchas universidades involucradas, entre ellas la PUC, UChile y USACH.Â
Maite | 16.12.2015
Si, la PSU es un “sistema de admisión confiable y transparenteâ€.
Es confiable, puesto que selecciona a los alumnos que se "merecen" ser universitarios: los hijos de los que pueden pagar (o endeudarse para pagar) preuniviersitarios.Â
Es transparente, en su objetivo de ser una prueba de mínima inversión/máximo resultado.
Mínima inversión en: tiempo de realización, tiempo de corrección, docentes involucrados, etc.
Máximo resultado: apariencia de objetividad, inapelabilidad de corrección, forzar que los puntajes sean una campana de Gauss centrada, etc.
Â
Fabian | 14.12.2015
Un buen articulo que brevemente cuenta una verdad lamentable de nuestra sociedad, la dicriminacion social. Me hace recordar mi vuelta al pais años atras, como anhelaba volver a Chile cuando tenia 16 años, y cuando finalmente llegué me encontré mas solo que nunca, sin ayuda ni guia alguna para poder estudiar. Era un pais post-dictudura con un Estado cobarde y sin consideraciones por las familias vulnerables, con grandes polos de poder (empresarios, politicos, instituciones estatales) que no velaba por su propia gente y con universidades "traicionales" que moldearon una prueba de ingreso totalmente discriminatoria, con contenidos que nunca me enseñaron el mis breves años de "liceo comercial". A mis 18 años y con ganas incontenibles de estudiar, en ese tiempo soñaba con filosofia o ciencias politicas, esta PSU se sintió como un garrotazo en el lomo que casi me mata, justo en la entrada de la universidad, casi alli, pero tan lejos aun.
Despues de llorar mi derrota, partí al extranjero otra vez, esta vez por mi decision, para poder estudiar.
Hoy, devuelta en Chile, talves por error, talves por melancolia, veo que este sistema maldito aun no cambia. Pero veo tambien la gente joven está mas despierta, mas ambiciosa, y espero el momento para salir con ellos a la calle a pelear por justicia, la justicia y respeto de nosotros hacia nosotros, la que estos señores rectores deben entender: somos una sociedad y debemos respetar y cuidarnos a nosotros mismos, y para esto la educacion sin discriminacion social es primordial. Hoy apoyo los movimientos entudiantiles y sociales de toda indole, ojala que se sumen mas y mas y que juntos ayudemos a construir nuestro propio futuro
alfredo | 11.12.2015
¿Alguien puede explicar de manera racional por que nuestros hijos tienen que ir a dos escuelas simultaneamente? ¿como se puede entender el negocio de los preuniversitarios?
La unica respuesta que encuentro es el negocio y la distorsión de nuestro sistema educacional.
Las pruebas de selección debieran ser solo la medición de nuestras capacidades a través de estos test. Pero se han transformado en la medición del nivel de estrenamiento que tiene el postulante, y a mayores recursos mejores entrenadores.
Los señores que hoy se han transformados en los paladines de la defensa de la no discriminación, nunca han reparado en este negocio, donde solo participan los que pueden pagar y por tanto lograr mejores resultados, el que no tiene debe conformarse solo con llegar a las pseudo universidades, o institutos profesionales que venden solo ilusiones.
Al final, titulos con los que solo acceden a puestos menores sin ninguna posibilidad de desarrollo.
Eduardo Testart | 09.12.2015
La LOCE no exige ni ha exigido PAA ni PSU... Curioso ¿no?
Si se pudiese garantizar calidad y transparencia en el proceso de educación y solo se recibieran aquellos que tienen talentos y esfuerzo, perseverancia y ganas de estudiar y ejercer, esta prueba está demas. Si los titulados diesen un examen de competencias esta prueba estaría de mas. Si los profesores de las universidades diesen examen de competencia y ejercieran sus profesiones, esta prueba está demás... en nuestro querido país, todo es para justificar lo injustificable y para generar lucro en alguna parte!!
