El oscuro rastro en la aprobación de hidroeléctricas del río Achibueno y de Aysén
03.06.2011
Enviado por CIPER
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En una polémica decisión, mucho más política que técnica, organismos del Gobierno aprobaron los estudios de evaluación de impacto ambiental, de los proyectos de las centrales hidroeléctricas en la Patagonia de Aysén y en el río Achibueno en Linares. Los proyectos, a pesar de ser muy distintos entre sí, fueron aprobados de manera prácticamente coincidente en el tiempo.
Las diferencias son notorias: mientras que en Aysén se pretende construir represas gigantescas con potencias de miles de megawatts y que aportará 22% de la energía al sistema interconectado central (SIC), en el río Achibueno, se proyecta construir en cambio dos centrales de pasada de sólo 135 megawatts de potencia instalada, que aportarían menos del 1% de la capacidad instalada actual del SIC .
También, a diferencia del popular rechazo en la sociedad que ha tenido Hidroaysén, las centrales del río Achibueno solamente se les ha opuesto, según encuestas, el 84 % de los linarenses.
Sin embargo, también existen coincidencias en ambos proyectos, que en una verdadera democracia los ciudadanos tienen derecho a conocer.
La génesis de las represas: derechos de agua
En el año 1990, cuando se inició la transición a la democracia, la Dirección General de Aguas (DGA) a cargo de Eugenio Lobo Parga otorgó un total de 4.816 metros cúbicos por segundo de derechos de agua para uso no consuntivo permanente y continuo. Estos son el tipo de derechos de agua que se usan mayoritariamente para generación eléctrica y se otorgaron gratuitamente, pese a que una vez otorgados constituyen un bien de muy alto valor para los así favorecidos por la autoridad.
Del total de estos derechos, el 74 % fue concedido por la DGA hasta pocos días antes del 11 de marzo de 1990, fecha en la cual asumiría la presidencia Patricio Aylwin luego de 17 años de dictadura militar. En otras palabras, los derechos de agua fueron otorgados por funcionarios públicos convencidos que serían reemplazados o al menos estrictamente controlados por las autoridades democráticas después del 11 de marzo de ese año. La principal empresa eléctrica del país, Endesa, a la sazón en manos de conocidos colaboradores de la dictadura, fue gratificada con el 97 % de los derechos concedidos en ese par de meses de 1990 antes del avenimiento de la democracia. En ese 97 % estaban incluidos 3.372 metros cúbicos por segundo de derechos de agua en Aysén.
En ese mismo período, el 28 de febrero de 1990 el señor Lobo Parga concedió a doña Beatriz Cortés Torres los derechos de agua no consuntivos de caudales inexistentes en el Río Achibueno, hecho que escapa a toda lógica. Son caudales inexistentes, porque en el curso superior del río la DGA otorgó 30 metros cúbicos por segundo y 60 para el tramo inmediatamente inferior, en circunstancia que dichos caudales están históricamente presentes sólo en tres o cuatro meses del año en promedio. Como directo testimonio de la aseveración anterior, la propia empresa hidroeléctrica que pretende construir las centrales del río Achibueno, pese a poseer hoy día la totalidad de los derechos de agua de Beatriz Cortés, tomó como caudales de diseño sólo 16 metros cúbicos por segundo en el tramo superior y 34 en el tramo inferior; es decir, utilizará solamente algo más de la mitad de los derechos que posee. La DGA del señor Lobo aprobó en sólo dos meses y con su planta de funcionarios a media máquina, por las vacaciones de verano, tres cuartos de la tarea de todo un año.
La desinformación
Otro de los factores en los que existen coincidencias entre los proyectos de Aysén y del río Achibueno es en una soterrada labor de desinformación, en la que han participado diversos medios y actores. A nivel general, ambos proyectos han utilizado una verdadera campaña del terror centrada en futuros apagones generales, veladas amenazas de racionamiento eléctrico e incluso presuntas crisis económicas, derivadas de lo anterior.
Por ejemplo, y en el caso de las centrales del río Achibueno, el principal medio de prensa escrita de la región – el diario El Centro de Talca – se ha referido al proyecto hidroeléctrico como “las mini centrales de paso”. Calificar a un complejo hidroeléctrico de dos centrales con un total de 135 megawatts de potencia instalada como mini centrales no puede ser otra cosa que ignorancia absoluta en la materia o un intento por minimizar el problema frente a la comunidad regional a la cual el periódico informa. Cabe señalar que en algunos países de la OECD, organización de la cual Chile es país miembro, son calificadas como mini centrales eléctricas aquellas cuya potencia instalada es inferior a 10 megawatts.
Otro ejemplo se produce durante la inspección en terreno efectuada en helicóptero por el ministro Víctor Stenger Larenas de la Corte de Apelaciones de Talca, tribunal con jurisdicción en el territorio en el cual está el río Achibueno y Linares. Esta inspección se realiza producto de un recurso de protección interpuesto en contra de la aprobación ambiental al proyecto de las centrales. Frente a numerosos testigos, el juez ministro llama “piscinas” a los grandes tranques de almacenamiento de agua que contempla el proyecto. Los tranques son tres, ocuparán una superficie cercana a las treinta hectáreas y contendrán en total el equivalente en volumen a unas veinticinco mil piscinas de uso doméstico para una familia acomodada. Desgraciadamente, el concepto de piscina utilizado quedó también incorporado a la sentencia del 6 de mayo de 2011, en la cual la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de amparo.
En el mismo fallo judicial se señala que durante la inspección en helicóptero se observó que “desde la altura no se divisó fauna, salvo animales domésticos en poca cantidad”. En efecto, el sobrevuelo del helicóptero policial de doble turbina se efectuó en general a cientos de metros de altura, a una velocidad del orden de los doscientos kilómetros por hora y sobre un valle precordillerano estrecho, generosamente dotado de un denso bosque nativo y de matorrales. En esas condiciones incluso una manada de elefantes podría haber pasado desapercibida para el pasajero desde la ventanilla trasera de un helicóptero. Además, la fauna silvestre chilena en la zona del Achibueno se caracteriza por su tamaño pequeño (no mayor a un puma).
La resistencia dilatoria
En diciembre del año 2004 la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) de la Región del Maule solicitó oficialmente al Consejo de Monumentos Nacionales que en conformidad a su ley orgánica declarara “Santuario de la Naturaleza” al sector de las Ánimas de Achibueno; declaración que implicaba derechamente que nunca pudieran construirse centrales hidroeléctricas o intervenirse de cualquier manera el río Achibueno y su sector aledaño. Curiosamente la CONAMA regional fue la misma que posteriormente, esta vez con otras autoridades, aprobaría el proceso de evaluación ambiental de las centrales hidroeléctricas en el mismo sector del Achibueno. Pero, en el Consejo de Monumentos Nacionales la solicitud formal del año 2004 cayó en el pozo más profundo de los recovecos del Estado. Nunca más se supo que había pasado.
También llama la atención que en el proceso de evaluación ambiental de ambos proyectos hidroeléctricos, el de Aysén y el del río Achibueno, las empresas hidroeléctricas recurrieran al mecanismo de ingresar en fechas muy estratégicas «cartas de solicitud de suspensión de plazos” para aparentemente lograr que la evaluación ambiental de su proyecto terminara siendo definida por autoridades del Gobierno actual en lugar del anterior. Todo ello, tal vez con el convencimiento de que un gobierno de derecha sería más proclive a la aprobación que el conglomerado de centro izquierda del Gobierno anterior.
Para ilustrar mejor el caso, cabe destacar que las elecciones de segunda vuelta presidencial se realizaron el 17 de enero de 2010 donde resultó electo Sebastián Piñera; cinco días después Hidroaysén ingresó al proceso una carta solicitud de suspensión de plazos y, un par de semanas después de la elección, la Hidroeléctrica Centinela hizo lo propio para el proceso de evaluación en el río Achibueno.
La resistencia dilatoria es una táctica que se emplea para lograr un resultado favorable en un escenario propicio más adelante en el tiempo. Si esa fue la intención de las hidroeléctricas, sin duda que la táctica les dio un muy feliz resultado.
Eduardo de la Fuente Ceroni
Ingeniero Civil Electricista
Pontificia Universidad Católica de Chile
Linares, Chile, Mayo de 2011.
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CONTENIDO DESTACADO
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Hasta cuando seguimos con la falacia que debemos duplicar nuestra producción de energía eléctrica en 10 años para el "crecimiento" (que beneficia a quienes?) no podemos seguir destruyendo el planeta porque a la larga es un pésimo negocio, sus consecuencias nos afectarán a todos el acento tiene que estar en las energías renovables y ojo que éstas tampoco son inocuas, a modo de ejemplo las aspas de las eólicas matan murciélagos en enormes cantidades, las evaluaciones de impacto ambiental no pueden ser una chacota que se haga para legitimar negocios
Waldo Villé Ardiles | 11.06.2011
Quién es Beatriz Cortés y en virtud de que razón se le regalaron derechos de agua que deberían ser de todos los chilenos? Resulta angustiante comprobar, una vez mas, que en nuestro país se puede hacer cualquier barbaridad cuando se tiene plata y hay mas de por medio. El tema de fondo es el financiamiento de la política que hoy es efectuado por el gran capital
Cristian Garrido | 10.06.2011
Creo que despues de tantas discuciones por proyectos hidroelectricos que estan en cuestion debemos como pais sentarnos a dialogar en soluciones energeticas limpias y que esten de la mano con el cuidado del medio ambiente , ya que en particular este proyecto del achibueno no guarda relacion el daño producido v/s la energia generada debido a que se intervendran 42 km, de cuenca , yo me pregunto ¿ es una central de paso o de desvio ?
Patricia | 07.06.2011
Muy buena tu carta Eduardo, además de la respuesta que das a quienes aún repiten la letanía de los mandamases de turno, pretendiendo hacernos creer que somos cavernícolas y nos oponemos al "desarrollo" todos quienes estamos preocupados por ciudar el medio ambiente y lo poco que nos va quedando de este pobre Chile expoliado y vendido a los extranjeros y cuyas ganacias están en bolsillo de unas cuantas familias, las más millonarias y egoístas del país, pero también las más estúpidas ya que respiran y beben la misma agua que mañana nos faltará a todos. Es bueno que la discusión continúe, que se publique en los medios, los pocos que dan espacio para debatir sobre el tema, es la única forma de evitar que pase lo que la gran mayoría NO queremos que pase: que mañana lamentemos lo mal que lo hicimos y que ya no haya vuelta atrás.
Pato | 07.06.2011
El Achibueno es extraordinariamente hermoso... un balneario de los pobres... pero en este país de mierda a quién le importan los pobres???...mejor que abran los grifos y se bañen en las calles... El Achibueno merece todo nuestro cuidado!!!
oscar | 07.06.2011
Hay que salvar el achibueno a toda costa, no permitamos que destruyan un lugar tan hermoso!!!!
Fuerza achibueno!!!!!!!!!!!!!!!!
Elspeth McCusker | 06.06.2011
We must look for answers to our electricity needs (including learning how to use less) that include protecting our natural world. Once we destroy the natural landscape there is no going back. There has to be a better way forward than to deny our children's children the extraordinarily beautiful wilderness that Chile possesses. Why is the government investing in these projects rather than investing in making renewable energy affordable?? Where are the educational campaigns to teach people how to use less electricity? Shame on us for being complacent while our country is  sold to the highest bidder.
Felipe McRostie | 06.06.2011
Me impresiona el hecho de que Chile haya entregado todas las atribuciones a los privados en materia de planificación energética. El resultado: no hay visión de largo plazo ni internalización de las externalidades que producen este tipo de proyectos. El caso del Achibueno refleja nuestra patética realidad: a un tal señor Quiroga (multi millonario por lo demás - nuestra distribución del ingreso es de las peores del mundo -) se le ocurre que es buen negocio intervenir este río, y sin tener ningún conocimiento de la zona, de sus necesidades y opciones de desarrollo, le planta un proyecto hidroeléctrico que aporta muy poca energía y destruye todo el atractivo natural que aún conserva este río. Si a lo anterior le sumamos el hecho de que el Achibueno es la última cuenca que queda sin intervenir de la región (el Maule es la despensa energética de Chile; ha visto como sus ríos son destruidos cada año con una paciencia que llega a sonar a displicencia), yo no puedo sino concluir que lo estamos haciendo PÉSIMO como país, y que muy pronto lo vamos a lamentar. Hago un llamado a los linarenses a comprometerse en esta lucha y defender lo que les pertenece. Sus hijos se los agradecerán, de eso no tengo ninguna duda.
Eduardo de la Fuente Ceroni | 06.06.2011
Tan sólo para aclarar y orientar alguno de vuestros comentarios a mi carta.
Yo soy muy partidario de utilizar centrales de pasada para generación de energía eléctrica. Es más, también sé que existen miles de Megawatts de potencia disponible en los distintos cauces de la cordillera chilena; potencia QUE NO ESTà SIENDO APROVECHADA porque es algo más caro que construir centrales en la pre cordillera, que es donde está el bosque nativo, la fauna, la flora y la gente y donde existe algún tipo de infraestructura (por precaria que sea) que abarata los costos a las empresas. Es decir, debiera existir una planificación que obligue a agotar primero los recursos disponibles en la cordillera (donde sólo hay cerros desnudos y coirón) para la construcción de centrales, ANTES de utilizar lo que está acá abajo, al lado de la gente. Por ejemplo, pocos kilómetros al oriente del Achibueno hay esteros y ríos que son parte de la hoya hidrográfica del río Melado, cuenca cordillerana prolífica en potencial que está sub utilizada, pues sólo en su desembocadura al Maule tiene una represa: la central Pehuenche. Sin embargo los derechos de agua no consuntivos en la cuenca ya están concedidos desde hace años para la generación eléctrica. ¿No sería más lógico organizar las cosas para que esos derechos se utilicen mucho antes de llegar a destruir recursos valiosos para la sociedad? Aquí se trata de ocupar racionalmente la naturaleza, no de irnos a vivir a las cavernas para no destruirla; además, ¿alguien encuentra racional la ubicación geográfica de Santiago, que utilizó gran parte de las tierras más fértiles de Chile; no sería mejor que aún estuvieran allí los árboles que menciona el amigo Raúl Castillo en lugar de ese ambiente grosera y descontroladamente contaminado? Finalmente, la finalidad de mi carta fue describir tres situaciones altamente irregulares en el historial de los proyectos en el Achibueno y Aysén; no tuvo por objeto proponer alternativas o soluciones al desarrollo energético de Chile como los que hecha de menos el amigo Freddy.
ke whitlock | 06.06.2011
que verguenza
hemos llegado en un momento historico del mundo cuando necesitamos hacr un decision:
?Destruiremos las ultimas trosos de ecosistemas intactos para cumplir con nuestro apetito voraz para energia?
Si es verdad que cortaron muchos bosques lindos a tener las cuidades (como Santiago)...pero cuando pararemos? Cuando tenemos solo bosques de Eucalipto y Pino importados?? Cuando no hay ningun flor Chileno en existencia?
Cuando damos cuanta que no podemos comer plata??
Mary Seppi | 06.06.2011
El tema del projecto hidro-electrica me ha tocado cerca al corazon por dos motivos. Uno porque soy norte-americana y me crié en California mientras estaban haciendo represas y ductos de desvio a muchos ríos. Ahora estas se estan empezando a desarmar a mucho costo porque se han llenado de sedimento y la gente quieren reparar el daño causado a medio ambiente.
Yo he vivido en Chile por 30 años; conocí el Achibueno en 1981 cuando llegue. Desde 1991 he sido dueña del Campo Las Animas. He visto la erosión causado cuando se corten arboles ya que el suelo es muy delgado. Hemos hecho trabajos para protejer los Guindo Santo en las riberas del Achibueno y el Estero Las Animas.
Esta zona tiene una belleza unica y una cultura antigua . Es un lugar muy atractiva para los extrañeros que vienen y es solo 5 horas de Santiago.
The Achibueno Valley is last wilderness areas left that is accessible to such a large population. There are scientific studies showing benefits that wilderness has on the nervous system of humans.Â
With the brilliant and creative minds we have in Chile, I am sure that there are other solutions to the energy and growth. In California and in Germany the governments give tax credits and also pay home owners to produce energy.Â
We need to study deeply the real effect these projects will have over time and not rush in so that a few people can make big money.
(perdona mi falta de castellano)
Mary Seppi
EdM. 2010 Harvard University
Freddy | 06.06.2011
Eduardo, me parece muy válido, documentado y sólido tu artículo. Mi pregunta es. Como Ingeniero Eléctrico, qué gestión, acción, creación, solución o algo similar has desarrollado tú para superar un problema de déficit de energía que afecta al país? El mundo, amigo mío, no soluciona sus problemas con críticas. Las ampolletas funcionan con energía eléctrica y, hasta hoy, no se ha inventado otro modo. Sería más interesante tu artículo si adjuntaras soluciones, propuestas, alternativas, etc., lo que sea, pero que sea un real aporte. Suerte.
Eduardo Retamal | 06.06.2011
Creo Don Eduardo que lo que esta haciendo explicando cientificamente las falencias que ha pressentado empresas, organismos e instituciones es buenisimo y ,mas aun la RCA del SEA corrobora la inexacta informacion que se maneja del tema.
a mi me parece que es muy gravisicimo lo que esta pasando en ciudades como la nuestra donde somos parte de un modelo politico centralista y donde nosotros los ciudadanos no podamos decidir por el futuro de nuestra ciudad y mas aun de la expltacion de los recursos naturales, existe un gran decadencia de este Gobierno y de Pofesionalimo para hacer las cosas, El Estado No es una empresa y menos su gente. CUANDO SE DICE QUE LA INTITUCIONALIDAD ES BUENA, a mi parecer es peor que antes.
Raul Castillo | 05.06.2011
Yo entiendo el tema nostálgico, pero si nos basamos en eso de seguro que deberíamos vivir en cavernas para no destruir la naturaleza.
¿Se imaginan cuántos árboles nativos se cortaron para crear Santiago?
Aquí el tema no es sentimental sino que más racional. La energía se requiere y los recursos naturales están ahí. El sol, el viento, el mar o, incluso, el agua. ¿Por qué no ocupar el agua si es tan limpia y renovable en el sur de Chile como el sol en el norte?
En otro tema con respecto al artículo. Los derechos de agua es una materia compleja. He leído algo acerca del tema y me asalta una duda: ¿Por qué en los derechos no consuntivos río abajo, pasado la central hidroeléctrica, los propietarios tienen la palabra de oponerse en su uso?
Francisco Bartucevic | 05.06.2011
Dentro del proceso descrito, cabe destacar la irregular solución a las observaciones formuladas por organismos técnicos intervinientes al procesos, tales como el SAG, CONAF y otros, como así también la abstención de otros, como lo fue el MOP y la SEC, ya que luego de ingresar el proyecto a votación de la COREMA subsanan mediante presentaciones extemporáneas las que son acogidas y valoradas fuera de procedimiento, situación que resulta aun mas grave luego de las declaraciones publicas efectuadas por el entonces Secretario del SEA y en ese entonces, de la COREMA respecto de las inconsistencias técnicas del proyecto finalmente aprobado por un servicio publico a esa fecha extinto por la nueva institucionalidad ambiental que rápidamente, como consecuencia de las acciones ciudadanas obtendrá de parte de la nueva autoridad su ratificación, aumentando las oscuridades que rodean al proceso y su tramitación.
Claudio Magallanes | 05.06.2011
Soy productor Audiovisual y ya he realizado más de 100 producciones a lo largo de todo Chile, registrando los lugares más hermosos de este país, el cual conozco prácticamente entero, incluso rutas nunca registradas por TV. Sinceramente me cuesta creer la belleza de este lugar, nunca imaginé un lugar con estas características en la zona central de Chile, pero más me cuesta creer es en la falta de compromiso con la que nuestra sociedad está abordando el tema de protección de nuestro patrimonio, quizás hoy el negocio está en el sector minero y energético, pero todo sabemos desde muy fondo de nuestra intuición, que hay un negocio extraordinario en la conservación de nuestros recursos naturales, sin duda es un negocio a largo plazo, un concepto que hoy por algún motivo no se toma en serio.
Quien tenga la posibilidad de conocer este lugar, por favor que lo haga y entenderá lo que estoy diciendo.
carlos frías | 04.06.2011
Queda más que claro que hay muchos "apoyadores" involucrados e interesados en apoyar estas centrales: prensa, tribunales, gobierno, etc. Tambien me queda claro que las centrales de cualquier tipo atentan al medioambiente y eso que defienden los verdes, pero la pregunta es que hacemos entonces, apagamos la luz y detenemos el crecimiento?......o llevamos todos nuestros esfuerzos a concientizar en disminuir el consumo y usar todos nuestros recursos en buscar energías limpias: eólicas, solares, u otras?.....avancemos al consumo LED, pero a esos precios de ampolletas, dificilmente se accede...en fin. En mi condición de ajeno profesionalmente al tema, no me queda más que observar.
