Las minas tienen grandes fallas de seguridad, a pesar de las ganancias de las empresas. Si en los últimos cinco años las utilidades de las mineras crecieron aceleradamente, este año ascendieron en forma explosiva: sólo en el primer semestre registraron ganancias por US$ 4.656 millones, con un alza del 70%. El incremento no tuvo correlato en la seguridad laboral.
La cuenta regresiva más dramática que ha vivido Chile en los últimos años ya se inició. El pulso y la esperanza se instalaron en un pequeño punto de Atacama, donde se prepara el rescate de 33 trabajadores de la Mina San José, atrapados a 700 metros bajo tierra desde hace dos meses y cuatro días. La operación ha demandado millones de dólares que hasta ahora han salido del bolsillo de todos los chilenos. Un absurdo, porque los mineros fueron sepultados por las pésimas condiciones de seguridad laboral en las que funcionaba una mina que registraba millonarias ganancias.
De hecho, sus dos propietarios están bajo arraigo, pero no por los daños que han experimentado en su prolongado encierro 33 de los mineros que trabajan para ellos. El dictamen judicial obedeció a un derrumbe acaecido el pasado 3 de julio y que terminó con un minero seriamente herido y con una pierna amputada.
“La empresa aseguró la producción antes que la integridad física y síquica de sus trabajadores”, afirmó en el juicio el fiscal regional. Una acusación en la que la Mina San José no es la excepción. Ni en seguridad laboral ni en ganancias.
Si en los últimos cinco años las utilidades de las empresas mineras crecieron aceleradamente, este año ascendieron en forma explosiva: sólo en el primer semestre registraron ganancias por US$ 4.656 millones, con un alza del 70%. A modo de comparación con otro sector de alta rentabilidad, vale la pena anotar que hasta agosto de este año los bancos locales registraban ganancias por casi US$ 2.300 millones.
De allí el nerviosismo con que el sector empresarial minero ha seguido las vicisitudes de los 33 mineros atrapados. Desde las entrañas de la tierra los chilenos han recibido durante dos meses un mensaje lacerante que les señala que los beneficios que obtienen las empresas del rubro no se condicen con el aporte que hacen al país y menos con los que obtienen los trabajadores del sector.
Un efecto claro de esta simple operación matemática fue el acuerdo logrado el 6 de octubre pasado entre el gobierno y la oposición para aumentar la tributación de las mineras. Lo que se anunciaba como un debate duro e interminable, con un poderoso lobby opositor de las empresas, se finiquitó entre risas y abrazos.
El aumento comenzará a regir por completo en 2018, con una tasa variable de entre 5% y 14%. Además, fija un periodo de transición con un gravamen de 4% a 9% entre 2010 y 2012. Otro absurdo. El 2011, cuando el tributo será menor, será un año en que todos los expertos prevén que el precio del cobre llegará a su mayor valor en cuatro décadas: entre US$ 3,5 y US$ 4 la libra (el precio promedio de este año llega a US$ 3,2).
Aún así, las empresas del rubro están disparando sus últimos misiles. Anuncian que esta alza de tributos afectará directamente la inversión extranjera en el sector, la que deberá buscar nuevos puertos. El mensaje llega directo a La Moneda y al Congreso, el que tendrá que legalizar el nuevo acuerdo tributario. Y se entiende. En carpeta para el período que va entre 2010 y 2015 se espera una inversión de US$ 50 mil millones en el sector minero.
El temor a una huída de la inversión extranjera, no es nuevo. Fue en 2002 cuando la agenda pública se inundó de la misma campaña. Entonces, el gobierno de Ricardo Lagos propicio por primera vez un aumento de los tributos a través de un royalty minero. El impuesto, cercenado, fue despachado en el Congreso. Y los resultados están a la vista. No sólo no hubo empresas que abandonaran Chile, sino que la inversión se duplicó al mismo ritmo que la multiplicación de sus ganancias.
No ocurrió lo mismo con la seguridad laboral. Un problema que hasta el 5 de agosto pasado, cuando el país entero se conmocionó con el derrumbe que sepultó a los 33 mineros en pleno desierto de Atacama, era invisible. Y ello, a pesar de que la minería es la actividad que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, con un 15,5% del total en 2009.
Transcurridos 65 días, no hay escuela, oficina o comercio donde no se sepa que ello fue producto de la carencia absoluta de las mínimas condiciones de seguridad y la débil fiscalización del Estado a las faenas mineras para garantizar el derecho a la vida de quienes extraen el llamado “sueldo de Chile”.
Chile sigue siendo un paraíso para los inversores que se llevan materias primas sin elaborar.
Dejamos pacientemente que se agoten los recursos no renovables
O se tornen obsoletos al ser reemplazados por un producto sintético que puede resultar mas barato.
Mientras tanto afuera, se amasan fortunas a nuestra costa.
No se invierte lo suficiente en educación para el desarrollo, ni en salud para la población
La educación chilena, no prepara gente, para la elaboración de esos recursos
El estado no estimula la creación de la industria correspondiere
Ni su espacio en el mercado.
Siguiendo el modelo de las utilidades corto placitas.
De comprar afuera, sin que importe la calidad, ni los indicadores de cesantía, del chileno de a pie,
Este país sísmico, antaño creo la CORFO.
Hoy no de oye padre.
Marcelo | 14.10.2010
Un buen desafío para CIPER sería hacer una investigación seria sobre las empresas mineras. Sus ganancias, desde cuando han empezado a pagar tributos, los impuestos que estas mismas empreasas pagan en otros países, sus influencias políticas. Es un tema crucial para el país, y es el mayor robo que hemos sufrido después del salitre.
elba rodriguez | 14.10.2010
La Comisión creada por el gobierno, no ha integrado la participación de los trabajadores.
Por cierto los "expertos" emitirán un informe con algunas buenas medidas, permanece sin embargo,el "después " de esta tragedia, y de su evolución dependerá, saber si las autoridades se interesan realmente en mejorar Las Condiciones de Trabajo en Chile.
Se creó, ademas, una Comision paralela integrada por profesionales muy calificados y trabajadores, representantes de la CUT, que entregará seguramente un buen informe.La pregunta es si este o el otro informe no terminaran durmiendo en el primer cajon del escritorio de algun ministro después de la ola de sensibilidad que ha producido este horrible accidente.
Otra inquietud es saber si estos dos informes , seran complementarios , y si ellos seran objeto de una verdadera IMPLEMENTACIÓN, es decir, de acciones concretas que permitan iniciar un movimiento de cambio en la Seguridad Laboral y en la Salud Ocupacional en Chile.
Esta el paso por el poder legislativo de por medio...y después lograda una ley o un cambio y mejoramiento de la actual, resta lo mas dificil.
QUE LA LEY NO SIGA SIENDO LETRA MUERTA, y ello no depende solo de la fiscalización, ya que paradojalmente el gobierno condena las fallas de fiscalización de los organismos de Estado y ,al mismo tiempo desea reducir el numero de funcionarios que las realizan..(?)Detenerse a observar lo que ocurre en el MINSAL con el tema Salud Ocupacional.....
Pero no solo los Organismos de Estado deben fiscalizar , estan tambien las Mutualidades del Sector Privado, con enormes ganancias en Chile ,que valdría la pena investigar ,y que amplían cada vez mas sus coberturas hacia las prestaciones de salud NO INCLUIDAS EN LA LEY 16744 (Acc del Trabajo y Enfermedades Profesionales ), sin garantizar completamente la cobertura y diagnóstico de las Enfermedades Profesionales , muy subnotificadas en nuestro país.
La Mutual como Organismo Administrador de la Ley, al que estaban afiliados los empleadores de la Mina San José, comparte la responsabilidad de haber mantenido abierta una faena que estaba en condiciones de RIESGO INMINENTE .Este tema de lo que deben garantizar las empresas privadas como Mutualidades a los trabajadores como Servicios , no se aborda curiosamente.(?)Ni se menciona.
Programar, desde ya, como se está haciendo un "seguimiento de seis meses " a trabajadores que han sufrido daños irreparables en su salud física y ´mental, daños que CON CERTEZA SE VAN A HACER EVIDENTES A LARGO PLAZO , es muy poca cosa.
La Ley existente dice que el trabajador debe permanecer con cobertura de 100% de los efectos sobre su salud causados por un Accidentedel Trabajo, hasta que sea necesario, y no fija plazos.
En resumen , mucho que decir, y hacer,EXISTE UNA TREMENDA FALTA DE INFORMACIÓN sobre el tema y UN GRAN DESCONOCIMIENTO DE LA IMPORTANCIA DE LA SALUD OCUPACIONAL , tantoen los medios como en las instancias de decisión públicas y privadas.
En otros países se acostumbra a decir que !LA SALUD PUBLICA ES EL PARIENTE POBRE DE LA MEDICINA ..Y LA SALUD EN EL TRABAJO EL PARIENTE POBRE DE LA SALUD PUBLICA!, me parece una buena imagen.
Veremos loque sigue.....
